Iriome González, el canario con más partidos en Segunda A (387), podría enfrentarse mañana por decimocuarta vez al Tenerife, su club de formación y de entrada al fútbol profesional. Lo hizo en dos ocasiones con el Mirandés y las demás en un Lugo en el que ya cumple seis temporadas y media.

Dispuesto a poner fin a una racha de cuatro encuentros sin ganar, entre Liga y Copa del Rey, el icodense advirtió ayer de que al Lugo le espera un duelo “difícil” ante un Tenerife que “no tuvo un inicio de temporada nada bueno”, pero que ha entrado en una “clara línea ascendente” con su nuevo entrenador, Luis Miguel Ramis.

Con solo nueve partidos de Liga jugados, Iriome calificó la primera vuelta como “frustrante”, ya que se vio obligado a parar más de una vez por culpa de las lesiones. El tinerfeño contó que sus sensaciones en el inicio del curso fueron positivas. “Llegué muy a gusto a la pretemporada después de las vacaciones en las que más me cuidé y más me exigí físicamente”, apuntó. Pero su suerte cambió con la competición en marcha. “Con el paso de los partidos me fui notando cada vez mejor, pero una lesión te corta”, lamentó un futbolista que se llegó a peder once jornadas por problemas físicos. “Nunca había tenido tantas lesiones musculares”, reveló Iriome antes de asegurar que ahora se encuentra en condiciones óptimas. “Llevo unos días en la dinámica del grupo y espero tener continuidad”, indicó.

En el plano colectivo, opinó que la primera mitad del calendario ha sido “buena” para un Lugo situado en la “zona noble” de la tabla, “escapando de la parte de abajo”. Eso sí, reconoció que la asignatura pendiente de su equipo está en la producción ofensiva. “Defensivamente estamos siendo sólidos, pero tenemos que tratar de hacer goles”, analizó Iriome González.