El Tenerife cayó eliminado de la Copa del Rey después de perder (0-1) ante el Villarreal, por un gol encajado en el último minuto del encuentro. Los blanquiazules mantuvieron su línea de solidez, la que le ha proporcionado una racha de casi seis partidos sin recibir gol, y obligaron a emplearse a fondo a un rival de altos vuelos que, sin embargo, sufrió para hacer las diferencias sobre el terreno de juego. Fer Niño, de espaldas a la portería de Dani Hernández, remató de tacón a la red sorprendiendo al meta insular y superando la marca de Bruno Wilson, en el 89', para resolver un encuentro que parecía condenado a la prórroga.

El Tenerife contuvo a los amarillos durante un primer tiempo muy plano, cerró todos los caminos a su rival con un repliegue (4-4-2) muy riguroso e impidió que los castellonenses progresaran con su fútbol combinativo. En esos primeros 45 minutos, prácticamente no hubo situaciones dignas de mención en las áreas y ambos porteros, Rulli y Dani Hernández, fueron espectadores de una contienda que representó un choque de estilos, pero sin generar desequilibrio en ninguna de las dos áreas. Tras el intermedio, el equipo de Emery apretó más en la zona de tres cuartos de campo, forzó algunos errores del Tenerife y así pudo ser algo más profundo, en especial por la izquierda. De ese cambio de registro nacieron algunas claras ocasiones, como la que tuvo Raba de cabeza a bocajarro para lucimiento del meta tinerfeño, que desvió sobre la línea. El técnico visitante recurrió a sus estrellas en el minuto 60, con la entrada de Parejo y Gerard Moreno, pero el Tenerife fue nivelando el choque y saliendo cada vez más frecuentemente a la contra con peligro. Carlños Pomares, a solo diez minutos del final, tuvo la gran ocasión para clasificar a los blanquiazules, pero el meta argtentino Jerónimo Rulli salvó con las piernas el remate del valenciano, que pocos minutos antes había evitado el tanto visitante despejando en el área pequeña un balón que estuvo a punto de rematar Yéremi Pino. Cuando el partido parecía abocado a la prórroga, un remate al palo de cabeza fue el preludo del gol que desequilibró la eliminatoria, acabó con la larga racha defensiva de un Tenerife muy digno y clasificó a su equipo.