Aitor Sanz se lesionó la semana previa al Tenerife-Logroñés. Suplente en las jornadas anteriores y con Fran Fernández discutido, el madrileño ni se lo pensó. Fue infiltrado y entró en el once, del que solo salió por sanción en la visita del Girona el pasado 21 de diciembre. Fue entonces cuando los días de tregua le han permitido recuperarse de una fisura en uno de los dedos del pie izquierdo. La lesión de Gio Zarfino, una sanción a Ramón Folch y la situación disciplinaria de Alberto y Javi Alonso dejó bajo mínimos el centro del campo. Ramis le pidió un esfuerzo a Aitor y este, infiltrado, estuvo siempre disponible.