Miguel Concepción sembró dudas ayer sobre su continuidad como presidente del CD Tenerife. Aseguró no tener decidido si se presentará a la reelección en 2021 y que dependerá “no solo de los apoyos, sino de si estoy dispuesto a llegar a 20 años en la entidad”. Se refirió así al “desgaste” en un club “con un entorno de intervención mediática importante, que mueve mucha afición”. Incluso, llegó a decir que si opta por dar un paso al costado convocaría la junta “antes de junio” para que el nuevo consejo armara el proyecto 21/22.

“Tengo un debate interno. Si me decido es para estar cinco años más. Me gustaría desbloquear el tema de la Ciudad Deportiva, que me hace mucha ilusión. Las negociaciones van por buen camino y en enero esperamos firmar el nuevo convenio con el Cabildo”, añadió como objetivo a corto plazo. El dirigente palmero se mostró “respetuoso con la contestación popular”, pero aseguró que sus principios “están intactos”, en alusión a la condena, “que aún no es firme porque no se ha respetado el acuerdo previo y hemos recurrido”, que pesa sobre su gestión al frente de Islas Airways.

Concepción no contó, en esta ocasión, con el respaldo de las acciones de Juan Pelayo. “No sé si es que no llegó a tiempo o estaba de viaje, pero el gerente me había dicho que nos daría los apoyos”, se limitó a decir. También se refirió a la ausencia de José Miguel Garrido, con el que ha mejorado su relación porque “se ha dado cuenta de que no soy un ogro y de que no era tan malo como le habían pintado”. Habló incluso de “entendimiento” e intercambio de opiniones.

Cuestionado por la actuación de la Fundación del club, se expresó con contundencia: “El Gobierno de Canarias nos concede la subvención, justificamos cada punto, se revisa por el Ejecutivo entrante y pasa con la máxima nota. Prueba de que todo ha sido correcto es que se nos acaba de firmar otra subvención”. Tengo la conciencia muy tranquila”.

Para el presidente del Tenerife, la crispación “responde más a la ansiedad, y lo entiendo, porque la afición quiere al equipo en Primera. Y no solo no ha sido posible, sino que hemos tenido dificultades para mantener la categoría en algunos años. Creo que con los buenos resultados habría más complicidad. Ahora se buscan culpables y lo asumo”. Desvinculó así los asuntos extradeportivos de las críticas reales al consejo.

En cuanto al mercado de fichajes, reconoció que está “complicado por esa reducción de casi el 50 por ciento de ingresos de abonos y entradas. Siendo realistas, no habrá gente en los estadios. Eso nos ha dejado al límite. Si hay entradas es porque antes hay salidas”. En este punto se refirió “al centro del campo” como una de las posiciones a reforzar, aunque no quiso entrar en detalles porque es “Cordero el que está muy conectado con Ramis sobre algunas carencias que hayan podido detectar”.

A su juicio, “todo es mejorable, pero si logramos ajustar el equipo podemos competir con los mejores”. Defendió también al técnico, al que considera “un gran profesional al que había que darle margen” y deseó continuidad de los “principios de bloque que vio por primera vez ante el Girona”.