La reacción que tuvo Alberto Jiménez en el minuto 75 del partido del pasado lunes ante el Girona, al “golpear a un rival con la mano en la cabeza, estando el juego detenido”, según expuso el árbitro José Antonio López Toca en el acta, le costará un poco más cara de lo esperado. El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol decidió sancionar al centrocampista del Tenerife con dos encuentros de suspensión. Se trata del mismo castigo que deberá cumplir Nahuel Bustos, el jugador con el que protagonizó el enfrentamiento en el césped del estadio Heliodoro Rodríguez López.

El colegiado aclaró que le mostró la roja directa al futbolista del Girona por “encararse con un jugador rival, golpeando con su cabeza en el rostro de este, estando el juego detenido”. Teniendo en cuenta ese argumento y el explicado en el caso de Alberto, Competición impuso dos partidos de sanción en aplicación del artículo 123.2 del Código Disciplinario. Este apartado hace alusión a la violencia en el juego. “Producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, siempre que la acción origine riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas, se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes”. En el punto 2 de ese artículo se añade que “si la acción descrita en el párrafo anterior se produjera al margen del juego o estando el juego detenido, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 98 del Código”.

Por unos motivos o por otros, está siendo una temporada irregular para el majorero. Hasta la duodécima jornada había participado en casi todos los partidos, pero sin continuidad: seis veces como titular y tres como suplente a las órdenes de Fran Fernández. Luego, justo en la víspera del último encuentro dirigido por el almeriense, quedó apartado a causa de la salida nocturna que protagonizó junto a Javi Alonso –el expediente abierto por el club sigue su curso–.

Después de casi un mes sin jugar –no lo hacía desde el derbi en Gran Canaria–, Alberto se reencontró con la competición jugando de inicio en el 0-0 ante el Leganés, ya con Ramis en el banquillo. Luego formó parte del once de la visita al Oviedo, intervino en la eliminatoria de Copa con el Sestao y participó en el Tenerife-Girona, pero lo hizo solo durante 21 minutos, hasta que fue expulsado.

El Comité de Competición confirmó también la baja por sanción por una jornada de Nono González, en su caso por la acumulación de cinco tarjetas amarillas.