Habrá otros delegados

Adrián Romero, accionista que ya estuvo en la junta de 2019, repetirá presencia y con un aumento de la representación. En total ha logrado reunir 317 acciones de 127 personas distintas. Ya fue crítico hace un año y es de suponer que su discurso mantendrá una línea similar pidiendo una renovación que considera necesaria par el Tenerife. También estará la autodenominada asociación de Pequeños Accionistas (@cdtpeq en twitter), que se ha quedado cerca de los dos centenares de acciones. Tenerifemania, con los títulos de Eugenio Ibáñez entre otros, y la Federación de Peñas (esperaban tener más de 300) se unirán a Jorge Padrón, otro de los que acudirá.

La contestación popular dice una cosa y la realidad accionarial del CD Tenerife dice otra. Este martes, en segunda convocatoria porque no se alcanzará el quórum del 50 por ciento necesario para su celebración a la primera, el presidente Miguel Concepción sacará adelante todos los puntos del orden del día y lo hará con una ventaja mayor que en 2019.

Ni los resultados deportivos ni el desgaste propio de cualquiera que lleve 14 años al frente de un club de fútbol castigarán lo suficiente al dirigente palmero, que arrasará en la asamblea y sacará adelante tanto las cuentas anuales como la ratificación del nombramiento de Milagros Luis Brito como vicepresidenta segunda del actual consejo de administración.

Eso sí, la cita de la próxima semana se desarrollará en segunda convocatoria. El hecho es inusual en los últimos años y responde a la ausencia de dos de los accionistas más importantes de la entidad: Juan Pelayo y José Miguel Garrido. Ninguno de ellos estará en la cita, lo que repercutirá tanto en la cantidad numérica de apoyos del presidente como en la inexistencia de un núcleo aglutinador de la oposición a los actuales gestores del Tenerife.

Pelayo, sin delegar

Pelayo no entregó a tiempo la delegación de sus acciones. Nada se conoce de sus intenciones de cara al futuro. Se rompe, aunque sea de manera circunstancial, el frente común que hasta ahora habían mantenido firmes Concepción, Amid Achi y el empresario del sector cárnico. Siempre juntos hasta ahora, habían representado un muro infranqueable para cualquier candidato alternativo.

A este bloque le apoya otro grupo de empresarios importantes de la Isla, entre los que se encuentra el actual consejero Conrado González. Sin ánimo de entrar en confrontaciones y siempre con la intención de reforzar la estabilidad institucional del club, reúnen alrededor de un 5 por ciento del capital y votarán, como es uso y costumbre, en sentido positivo.

Habrá que esperar en los próximos meses para saber si Pelayo disculpa de alguna forma su ausencia de la junta de la próxima semana o escenifica una ruptura definitiva con el actual máximo mandatario blanquiazul por alguna discrepancia importante en la forma de gestionar la entidad de los últimos años. Su posicionamiento en la asamblea extraordinaria que se celebrará en 2021 para renovar el órgano de dirección tinerfeñista podría variar el actual equilibrio de fuerzas. Sin embargo, para esta ocasión no se ha manifestado ni a favor ni en contra de Concepción. Simplemente, no ha entregado sus acciones.

Eso sí, la variación no representaría un giro de 180 grados a las primeras de cambio. Serían necesarias otras fichas del tablero. Aun sin este importante accionista, el presidente estaría en disposición de lograr su objetivo de seguir en el cargo hasta, al menos, después del centenario blanquiazul (en 2022) y la finalización de las obras de la Ciudad Deportiva.

Por su parte, Amid Achi se ha mantenido firme en su respaldo a Concepción también para esta ocasión. Fiel a la gestión del presidente, el empresario de origen sirio ha manifestado en más de una oportunidad su opinión sobre el equipo, el entrenador y hasta la gestión deportiva de la entidad. Lo ha hecho menos desde el inicio de la presente temporada, pero a la hora de la verdad no ha dudado en mantener su apoyo a los gestores actuales.

Garrido, menos belicoso

Tampoco estará en la junta del próximo martes Corviniano Clavijo. El que fuera principal opositor de Concepción en 2019 prefiere ahora no concurrir. Sus acciones, delegadas por José Miguel Garrido, no apoyarán ni censurarán la gestión del actual presidente. La postura resulta radicalmente opuesta a la de hace un año, cuando el exconsejero llegó a convocar a los medios y conceder numerosas entrevistas para explicar su proyecto y mostrarse mucho más belicoso.

Nació entonces Tinerfeñistas, una plataforma que llegó a contar con oficinas cerca del Heliodoro Rodríguez López, además de en la zona norte y sur de la Isla, para recopilar acciones. La compra de las mismas (alcanzando en torno a un 6 por ciento del capital social) o la delegación sirvieron para reunir una representación que no puso en duda el poder establecido, pero sí aportó una imagen sólida a la oposición.

La pandemia dulcificó esa posición. De hecho, Garrido ha estado en dos ocasiones en el palco del recinto capitalino viendo al Tenerife. Lo ha hecho en calidad de invitado por Concepción, con el que ha normalizado relaciones. El empresario madrileño, al que hace meses se vinculó a un intento de compra del Wigan inglés, ha cambiado los calificativos gruesos por un tono más conciliador. A corto plazo no ve necesario abrir una disputa que no podría ganar.

Esto no quiere decir que Garrido y Clavijo abandonen el proyecto. Sí la forma elegida inicialmente para el abordaje. No obstante, siguen adquiriendo paquetes accionariales relativamente importantes. El último, el del que fuera presidente accidental del Tenerife Pedro García Sanjuán.

De esta forma, Concepción llegará a la junta con menos acciones, pero con alrededor del 95 por ciento de las delegadas. No habrá dudas en las votaciones, pero sí voces discordantes. Serán varios los accionistas que, superando el límite reglamentario de los 115 títulos, tomen la voz en la primera asamblea telemática de la historia del Tenerife. El presidente deberá escuchar y responder.