Era el último partido de este infame 2020 y Luis Miguel Ramis conocía la trascendencia de una victoria. Cuatro puestos de golpe, salir del descenso y afrontar las vacaciones navideñas con otra cara después de sumar cuatro de los últimos quince puntos en litigio. Y precisamente ese era el segundo beneficio: mejorar este balance que reunía los resultados desde que se hizo cargo del Tenerife.

“En continuidad durante los 90 minutos ha sido el mejor partido (de su etapa en el club). No hemos cometido errores ni hemos dejado jugar al rival, que tiene jugadores que te someten y que te controlan, pero hemos defendido bien y sabido hacer lo que tocaba en cada momento”, empezó diciendo antes de referirse a la diferencia con anteriores encuentros: “En otros hemos tenido buenos minutos, pero no hemos sido constantes”.

El técnico blanquiazul tenía un plan y salió a la perfección. “El rival nos iba a exigir, a quitar el balón, a circular rápido, a hacer que nos replegáramos por momentos”, argumentó. En est sentido, dejó claro que su equipo sufre “si dejamos espacio a la espalda”, por lo que tiene que defender de otra manera. “Es bonito presionar arriba, pero igual vas perdiendo 0-3 en media hora”, agregó.

La diferencia, el 2-0, pudo ser incluso mayor a juicio de Ramis en función de los méritos de uno y otro conjunto. “El partido podía haber terminado con un resultado más amplio”, aseguró explicando que habían “interpretado bien dónde le hacíamos daño al Girona”. De ahí que lograran generar tantas situaciones de gol, sobre todo en la primera parte. La fórmula tuvo cimientos fuertes. “Las sensaciones, en cuanto a trabajo y a derroche de energía, fueron las que deseamos. Esta es la senda”, lanzó como mensaje el entrenador tarraconense.

“Sacar los tres puntos nos permitía avanzar, que no distanciarnos en la clasificación”, dejó claro Ramis que da trascendencia al triunfo por un motivo que ya había explicado en rueda de prensa: “Buscábamos ese partido que nos relanzara, que nos hiciera mirar hacia arriba”. El de ayer contra el Girona debe ser ese choque que cambie la dinámica.

Ramis aprovechó para sacar pecho por sus jugadores asegurando que nunca tuvo “dudas sobre esta plantilla”, aunque quiso situar este resultado como un “punto de partida”. Nada más. Por eso, insistió en lo que “cuesta ganar los partidos”. Para lograrlo, hay que “igualar intensidades, interpretar bien lo que se necesita ese día y aprovechar si tienes características suficientes”. Desde estos parámetros, sí que se puede “mirar al futuro con optimismo”.

Dos contratiempos incomodaron al técnico: las lesiones y la expulsión de Alberto. Sobre el tema físico, destacó “la actitud y la honestidad” de Joselu que pidió el cambio “por un golpe en la cadera” y se mostró convencido de que “pronto tendrá premio”. La molestia de Apeh fue “en el isquio”. Pero a su juicio, “dio todo lo que le pedíamos en 45 minutos”. Por último, Folch tiene “una pequeña molestia en el abductor”.

Sobre la roja a Alberto, opinó que “el que debe ser expulsado es el jugador del Girona. Es un forcejeo, el balón está en juego y el que se levanta y hace el gesto, no sé si llega a darle con la cabeza, es Nahuel. Me sorprende que expulse a Alberto”. Quedarse con diez no impidió que el Tenerife “siguiera trabajando bien” después de “reorganizar el equipo”.

“El 1-0 nos ha hecho mucho daño”

Francisco Rodríguez, entrenador del Girona FC, había advertido en la previa sobre el peligro de un Tenerife necesitado y con más calidad en su plantilla de la demostrada hasta ahora. Su discurso se queda con ese planteamiento. “Estábamos llegando hasta el gol, pero luego ellos han tenido el partido donde han querido”, expuso antes de referirse a la “manera” de perder. “No me ha gustado”, sentenció. Durante su comparecencia aludió constantemente a ese 1-0, “que nos ha hecho mucho daño”. A partir de ahí, el Tenerife logró “generar dudas” al conjunto catalán. “Han sido mejores. Estábamos enchufados, pero las vacaciones no son excusa. El rival también juega y ha conseguido lo que buscaba”, aclaró sobre la actitud de su equipo. En cuanto la actitud de Nahuel Bustos, expulsado en una acción con Alberto, comentó que el majorero “había provocado”, pero que su futbolista “respondió como no debe hacerlo un profesional”. El técnico del Girona defendió el balance de 28 puntos, “que nos alejan de la zona de abajo y nos permiten ser optimistas en la segunda vuelta”.