Dylan Perera Plasencia. Es el nombre del primer canterano no profesional que se estrena con el Tenerife esta temporada. La oportunidad le llegó hace dos días, en la eliminatoria de Copa ante el Sestao en Las Llanas. A los 10 minutos de la prórroga, el joven centrocampista, de solo 17 años de edad, relevó a otro producto de la academia de la Ciudad Deportiva, Javi Alonso, que en su día vivió una experiencia parecida. Con el de Dylan, son 33 los debuts de jugadores procedentes de la base blanquiazul en la última década, en nueve campañas y media.

En esas ascensiones hacia la meta de tener minutos con el equipo profesional hay un poco de todo: jóvenes valores que tuvieron experiencias efímeras, otros que se fueron afianzando y acabaron formando parte del plantel principal y se marcharon traspasados a otros clubes, algunos que aún están en proceso de maduración...

El último en dar el salto fue Dylan, pero también estuvieron cerca de ese momento David y Félix, dos de los convocados para el duelo de Copa –el portero Víctor viajó, pero no entró en la lista–. De hecho, la ampliación del número de citados a partir de la interrupción de la Liga por la pandemia ha propiciado un mayor acercamiento de los canteranos a la realidad del fútbol profesional, aunque el primer debut en el Tenerife haya tardado. Ese estreno tuvo el visto bueno de Ramis. El técnico considera “bueno” que los canteranos se ilusionen con días inolvidables como el del martes, en el caso de Dylan, pero aprovecha el protagonismo de este jugador para recordar que tanto él como los demás de su generación “tienen que seguir trabajando muchísimo” para poder asentarse en el fútbol de alta competición. “Queda mucho camino por delante. No es fácil. Tienen que adaptarse a ritmos y a un sentimiento de esfuerzo altísimos. Y ahí están creciendo. Todavía no llegan a lo que queremos, pero este es un proceso que tienen que pasar y deben poner de su parte”, explica el tarraconense.

El tiempo dirá. Los antecedentes sirven de enseñanza para no dar nada por sentado con los canteranos que, como Dylan, se ganan su primera vez. Tomando como referencia las diez últimas temporadas, surgen ejemplos suficientes. Por empezar por algunos, en la campaña del descenso a Segunda B, la 2010/2011, David Amaral, que en anteriores etapas había lanzado a chicos como Ayoze García (Indy Eleven), Ángel Rodríguez (Getafe), Ricardo León o Roberto Carlos, entre otros, empezó a sentar las bases de un proyecto de cantera –el club no lo llevó a cabo– con minutos para Germán, Moreno, Ayoze Placeres, Jesús, Abel y Bruno. De este grupo, el último, cuya salida del club se produjo con la carta de libertad, cumple su séptimo curso en Primera.

Con el Tenerife en la categoría de bronce, la presencia de canteranos creció, principalmente en la campaña 2012/13, la que terminó con el ascenso. Ahí, estando Quique Medina en la dirección deportiva, el entrenador Álvaro Cervera puso mucho de su parte para que los jugadores de la casa se hicieran un hueco en la plantilla. Uno de aquellos debutantes es ahora una de las piezas principales del equipo que entrena Ramis: Alberto. Pero también fue descubierto Ayoze Pérez (Leicester), y más adelante, con el mismo técnico y ya en Segunda A, continuó esa apuesta por la cadena de formación del club con Nano, Jorge, Cristo González, Carlos Abad-Hernández...

Por necesidad, por la coincidencia de una generación fértil, por entrenador... Por lo que fuera, esos años resultaron muy productivos. A partir de ahí no habido tanta continuidad, solo un goteo de estrenos (Ale Pipo, Brian, Bolaños, Nahuel...), casi todos con José Luis Martín en el banquillo. El presente deja señales para la esperanza. Las apuestas de Sesé Rivero en su breve paso por el banquillo, Elliot (cedido al Valladolid B) y Jorge, Javi Alonso y ahora Dylan, marcan el camino de otros canteranos.