Fran Fernández se perdió en la búsqueda de una alineación y una manera de jugar. Su sustituto multiplica el efecto, con el atenuante de la saturación de partidos 

Luis Miguel Ramis no ha utilizado la continuidad como herramienta para sacar a flote al Tenerife. En sus cuatro partidos como entrenador blanquiazul, ha hecho otras tantas alineaciones diferentes, aspecto comprensible teniendo en consideración que la actividad se ha concentrado en el plazo de 10 días, pero además, no ha habido ningún futbolista de la plantilla que haya completado este ciclo de encuentros.

Ramis empezó con Ortolá, que venía marcado por su error en el derbi, le dio continuidad en Almería y lo quitó en Albacete después de haber encajado dos goles de penalti en el Juegos del Mediterráneo. Los tres partidos siguientes fueron para Dani Hernández.

En la línea de zagueros, su primera alineación fue muy continuista (Moore, Sipcic, Wilson y Álex Muñoz), pero no han vuelto a repetir. La sanción a Wilson dio paso a Carlos Ruiz en Albacete, donde también se cayó Álex Muñoz y entró Pomares. Frente al Sabadell salió del equipo Moore y entró Kakabadze, hasta el descanso. Volvió Muñoz en la izquierda. Contra el Leganés apareció Alberto, otra vez con Pomares y Moore.

La zona más estable en esta rotación constante es la de pivotes, en la que Aitor ha entrado de titular las cuatro veces, aunque no acabó el partido ante el Sabadell, y Ramón Folch jugó los tres primeros, hasta que vio la quinta amarilla lo que dio la oportunidad a uno de los jugadores olvidados por Fran Fernández, Javi Alonso.

En ataque la rotaciones han sido más profundas, porque con los cambios de jugadores ha venido implícita una distinta manera de jugar. El primer día, en Almería, el bloque de ataque lo integraron Suso, Shashoua, Bermejo y Fran Sol. Tres días después, en Albacete los titulares fueron Bermejo, Vada, Nono y Apeh. La rotación alcanzó a Fran Sol, que parece un jugador absolutamente insustituible en el equipo, pero que con Ramis no termina los partidos, de hecho fue suplente ese día, en el Carlos Belmonte, y sustituido antes del final, contra Almería, Sabadell y Leganés, en ningún caso con el equipo en ventaja.

En el estreno en el Heliodoro, el técnico tarraconense eligió a Suso, Shashoua, Nono y Fran Sol; solo cuatro días después, ante el Leganés, apareció Jorge en el enganche, con Nono en la banda derecha y Bermejo en la izquierda, y Fran Sol en la punta.

Total, 23 jugadores en funcionamiento, todos salvo los lesionados Zarfino y Borja Lasso.

El casting de la media punta

El técnico tarraconense ha repetido el mismo dibujo, un 4-2-3-1 en los cuatro partidos, pero ha variado piezas clave en el funcionamiento, de manera que el equipo ha mostrado varias caras en estos encuentros. El principal cambio radica en el jugador utilizado para hacer de enganche con los delanteros. Empezó siendo Shashoua, con su juego de regate; en el segundo partido el elegido fue Vada, más de pase cerca del área, aunque luego entró el inglés y decidió con su gol. En el tercer partido de este ciclo, contra el Sabadell, repitió Shashoua. En el más reciente, desapareció esa figura y el equipo apostó por un segundo delantero, lo que trajo implícito además un cambio en los procedimientos, del fútbol, de la elaboración al pase largo defensa-ataque. Curiosamente, con Fran Fernández esa fue la posición más inestable, en la que se alternaron Bermejo, Vada, Shashoua, Apeh, Zarfino, Suso, Nono... Un problema propio de un equipo sin estilo definido.