Un pasado en blanco y azul

Un pasado en blanco y azul

El 5 de mayo de 1996, Luis Miguel Ramis vivió su última experiencia como local en el Heliodoro Rodríguez López. Ese día formó parte de la alineación del Tenerife en el partido de la trigésima novena jornada de Liga de Primera División ante la Real Sociedad. Ojeda, Aguilera, César Gómez, Ramis, Llorente, Robaina, Felipe, Chano, Hapal, Juanele y Pizzi. Ese fue el once que eligió Vicente Cantatore para iniciar un encuentro que terminó con el triunfo de los locales por 1-0. 24 años y medio después volverá a ser anfitrión en el estadio santacrucero, esta vez como técnico.

Ramis había llegado al Tenerife en el mes de junio de 1994 formando parte de la Operación Redondo, con la que el Real Madrid se hizo con los servicios del argentino a cambio de 500 millones de pesetas (3 millones de euros) y los traspasos de Víctor Fernández y el suyo, por cinco y cuatro temporadas, respectivamente, más el compromiso no cumplido de disputar dos amistosos en la Isla. Finalmente, el central no llegó a cumplir las cuatro campañas firmadas con el club blanquiazul. Antes del cierre del curso 1995/96, su equipo de origen, el Real Madrid, hizo efectiva una opción que se había guardado para recuperar al futbolista, pero no la ejecutó con el fin de quedárselo, sino para traspasarlo al Sevilla, donde Ramis continuó su carrera durante un ejercicio antes de abrir una etapa más larga y exitosa en el Deportivo.

Su primer vínculo con el Tenerife quedó rubricado el 9 de junio de 1994 después de semanas en las que el acuerdo no terminaba de cristalizar. Tras largas negociaciones, cerca de cumplir 24 años y con el aval de su paso por el Real Madrid –35 partidos en dos temporadas–, fue presentado como fichaje del club insular el 14 de junio. El lugar elegido, el capitalino hotel Príncipe Paz. A su lado, un Javier Pérez dispuesto a subir el listón que había dejado el equipo durante la etapa liderada en el banquillo por Jorge Valdano. Las incorporaciones de Ojeda, Juanele y Vivar Dorado y el regreso de Pizzi fueron los principales alicientes, además del fichaje del Ramis. “Este no es un paso atrás en mi carrera, sino una etapa más”, dijo Luis Miguel a los medios de comunicación. “Solo muy pocos consiguen ser titulares en el Real Madrid y el Tenerife es un gran equipo y eso me motiva lo suficiente”, añadió.

En su primera temporada en el club, con Cantatore en el cargo de entrenador, Ramis participó en 35 partidos de Primera División y dos de la Copa del Rey. Además, aportó tres goles. Se estrenó el 4 de septiembre de 1994 en La Romareda. Lo hizo inaugurando la cuenta de goles de los tinerfeños en esa campaña (2-2). Una jornada más tarde disputó su primer partido en el Heliodoro –no lo había hecho antes siendo rival–, con el Atlético como oponente y el resultado de 1-0.

Con una sola campaña en el Tenerife, Ramis había cumplido el objetivo de tener continuidad en la competición, ser titular habitual. En la siguiente –y última–, asumió el reto de convencer a Jupp Heynckes en una Liga que terminó con el clasificación de los blanquiazules para la Copa de la UEFA por segunda vez. En total, sus números fueron similares: 32 actuaciones, pero en esta ocasión con siete intervenciones en la Copa del Rey. Volvió a sumar goles, dos en un Heliodoro que ahora vuelve a ser su casa.

Tres momentos de la etapa de Luis Miguel Ramis en el CD Tenerife. Junto al presidente Javier Pérez el día de su presentación como jugador blanquiazul en el hotel Príncipe Paz, el 14 de junio de 1994. Acompañado por el portero argentino Marcelo Ojeda, otro de los refuerzos del club tinerfeño en el verano de 1994. Y en uno de sus primeros partidos de Liga en el Rodríguez López, donde se estrenó el 10 de septiembre de 1994 con un triunfo (1-0) ante el Atlético de Madrid.