El 31 de enero de 2020, Dani Hernández accedió al terreno de juego del Heliodoro Rodríguez López dispuesto a proteger la portería del Tenerife en un partido de Liga ante el Sporting sin tener la menor sospecha de que luego iba a pasar diez meses sin competir en ese mismo estadio, su casa deportiva.

Cerca del intermedio de ese encuentro, con el resultado de 1-0 (2-1 al final), el guardameta sintió unas molestias en el adductor derecho y pidió el cambio a Rubén Baraja. Unos días más tarde se confirmó que se había roto el músculo. Con Adrián Ortolá de nuevo en el equipo en partidos de Liga, el técnico no tocó más esa demarcación hasta la última fecha de la Liga 19/20, la del intrascendente -para el Tenerife- compromiso en el campo del Numancia.

Dani había iniciado ese curso como suplente, situación nueva para él desde su fichaje por el club en el mercado de enero de 2015. La llegada a la plantilla de Ortolá en el verano de 2019 dio paso al relevo bajo la supervisión del técnico de ese entonces, López Garai. 

El hispano-venezolano se tuvo que conformar con debutar en la Copa del Rey, en la visita al Mensajero, el 17 de diciembre de 2019. Su papel parecía reducido a esa competición. Pero acabó recuperando el protagonismo en la Liga a causa de un percance que sufrió Adrián en una mano durante las vacaciones de Navidad. De este modo, Dani volvió a ponerse entre los tres palos en el triunfo en casa ante el Albacete, y siguió siendo fijo en un Tenerife que avanzaba con paso firme a las órdenes de Baraja. Con Ortolá ya recuperado y haciéndose un sitio en la Copa, nada cambió para Dani en la Liga hasta la lesión cerca del descanso del partido con el Sporting.

En la campaña posterior, la 20/21, esta vez con Fran Fernández en el banquillo, el elegido para ser titular volvió a ser Ortolá, quien lo jugó todo en las 14 primeras jornadas, es decir, todos los partidos dirigidos por Fran y el primero de Luis Miguel Ramis, quien optó por sustituir al alicantino en la visita al Albacete (0-2). “Tengo que tomar decisiones y esta vez decidí que fuera Dani el que jugara”, explicó. “Es un puesto extraordinariamente difícil y creo que, igual que en otros, en este viene bien algún descanso mental en la competición”, añadió remarcando que está “muy contento” con los dos arqueros profesionales de la plantilla. “Cuando tienes dos jugadores de este nivel para elegir, no me voy a equivocar”.

Ramis tendrá que escoger de nuevo con vistas al encuentro de mañana con el Sabadell, pero no se esperan sorpresas. Lo más probable es que se decante por dar continuidad a Dani, quien pondría fin de esta manera a un período de diez meses sin jugar un partido oficial en el Rodríguez López. 

De momento, se queda con las sensaciones que tuvo en el Carlos Belmonte, donde se sintió “muy arropado” por sus compañeros “desde que el míster dio a conocer la alineación”. Prueba de ello, el abrazo que recibió por parte de muchos cuando el árbitro pitó el final. Pero, fiel a su estilo, no se atribuye ningún mérito, y tampoco da por hecho que el puesto ya sea suyo. Dani es partidario de elevar la competencia en beneficio del grupo. “Si se lo ponemos más difícil al entrenador, querrá decir que todos estamos trabajando bien”, recordó en los medios del club. “Uno tiene que exigirse al máxim; lo que importa es que gane el equipo”, advirtió un portero que ya suma 188 partidos con el Tenerife.