Una vez consumido el primer tercio del calendario con números de descenso –13 puntos en 14 jornadas representan un promedio insuficiente– y cerrado ese tramo con el estreno en el banquillo de Luis Miguel Ramis, sin el efecto deseado –derrota en Almería el jueves–, el Tenerife visita a un rival directo en la parte baja de la tabla, el Albacete, con la necesidad de dar un giro a su dinámica negativa, logrando su primera victoria en campo contrario.

Y es que los blanquiazules solo han sido capaces de ganar tres encuentros, y todos en el Rodríguez López, al Málaga, Rayo y Zaragoza. Sus mejores resultados como visitantes en un total de siete salidas fueron los empates con el Sporting y el Fuenlabrada. Con todo esto, el Tenerife se presentará en el Carlos Belmonte con una serie de tres fechas sin sumar (derrotas ante Las Palmas, Logroñés y Almería). Se trata de una racha que coincide con la de su oponente, un Albacete que ocupa el último puesto de la tabla, con tres puntos menos que el Tenerife, y que lleva más de un mes sin salir victorioso. Su triunfo más reciente se produjo el 25 de octubre, por 2-1 al Rayo. Eran otros tiempos para la escuadra manchega. Dos jornadas antes había debutado como técnico Aritz López Garai, sustituyendo a Lucas Alcaraz. El relevo funcionó de entrada, con un saldo de 8 puntos de 12 (victorias ante Sabadell y Rayo y empates con Mallorca y Las Palmas). Pero esa tendencia cambió para que su estadística creciera en solo un punto más (un 0-0 con el Leganés) de 15, los últimos por los que ha competido. En cuestión de semanas las dudas han regresado a un Albacete que comparte con el Tenerife el defecto de contar con muy pocos goles a favor. Los de Garai suman nueve tantos y los de Ramis, uno menos. Solo hay un equipo que empeora esos registros, el Alcorcón (seis).

En el apartado defensivo, el Tenerife sale mejor parado. El Albacete lleva 18 goles en contra –le han pitado seis penaltis– y solo dejó de encajar en tres partidos, mientras que el Tenerife tiene cuatro menos y pudo mantener su puerta a cero en cuatro jornadas. La deficiente respuesta en las áreas es uno de los aspectos del juego a corregir por Ramis en su frenética llegada al club, con dos partidos en apenas seis días para empezar. Respecto al primero, en Almería, pierde al sancionado Wilson. Para ocupar su puesto y acompañar a Sipcic en el centro de la defensa, tiene las opciones de Carlos Ruiz y Álex Muñoz. La segunda dejaría un hueco libre en el lateral izquierdo para Pomares.

Ramis tendrá más bajas, además de la del portugués. Zarfino se perderá el partido por una microrrotura en el sóleo. Además, tanto Alberto como Javi Alonso siguen suspendidos de empleo y ni siquiera viajaron a la doble visita peninsular. Tampoco lo hizo Kakabadze, en su caso por haber estado en contacto con un positivo en Covid-19 durante su concentración con la selección de Georgia. Y luego está Lasso, que va camino de cumplir un año sin poder jugar.

En cambio, Ramis recupera a Vada, sin minutos en Almería por una cuestión de contrato. El argentino es candidato a regresar al once (¿por Aitor?) como solución para dinamizar el juego ofensivo.