El Tenerife inicia este domingo contra el Logroñés (Heliodoro Rodríguez López, 17:15 horas) un maratón de ocho partidos hasta el parón navideño. Para empezar, dos semanas con jornada intersemanal de Liga. A continuación, tras un respiro, llegará la Copa del Rey justo antes de decir adiós deportivamente al 2020. Para entonces, las aspiraciones pueden quedar aclaradas. Y por supuesto el futuro de Fran Fernández.

Es precisamente esa cantidad de partidos una de las grandes dificultades para afrontar el relevo en el banquillo, algo que ya se planteaba Juan Carlos Cordero después del tropiezo en el derbi y de la rueda prensa posterior del actual técnico. Sin embargo, después de evacuar consultas con la cúpula de la entidad se ha decidido esperar una semana. El margen acabaría, en caso de mal resultado, este fin de semana. Pero el Tenerife debería jugar cuatro días más tarde en Almería (jueves 26 a las 20:30 horas). Desde allí se irá a Pinatar para preparar la visita al Albacete ( domingo a las 13:00).

Sin solución de continuidad, cambiará este doble compromiso a domicilio y estancia prolongada en la Península por otros dos partidos a disputar en el Heliodoro entre los días 3 y 7 de diciembre. El primero de ellos contra el Sabadell y el segundo contra el Leganés de José Luis Martí como adversario. La Liga alcanzaría ya la jornada 16.

El siguiente fin de semana iniciarían los blanquiazules otro periplo peninsular que les llevaría a Oviedo y Sestao. El segundo de estos enfrentamientos corresponde a la primera eliminatoria de la Copa del Rey y llegará antes de cerrar el 2020 con la visita al Heliodoro del Girona.

Quedará más de media Liga por delante, pero para entonces existirá una idea más aproximada del techo real de un equipo del que se espera mucho más de lo que ha ofrecido hasta ahora. Estará además a las puertas del mercado de invierno, momento en el que Cordero echará el resto para rematar una plantilla de las destacadas de la categoría, según muchos de los entrenadores que ya se han enfrentado al Tenerife.

Uno de los elementos que más destacan estos es el llamado fondo de armario de un equipo que cuenta con alternativas válidas en muchos puestos a los titulares. Es este, con el calendario tan apretado que se dará hasta final de año, el momento de demostrarlo. Puede que algunos de los jugadores menos habituales o aquellos que han perdido su sitio recientemente, como es el caso de Sipcic o Aitor Sanz, tengan la oportunidad de resarcirse. En cualquier caso, el maratón hasta navidades supone una buena oportunidad de recuperar terreno... y credibilidad.