En silencio y como cualquier otra semana trabaja Dani Hernández, único futbolista de la primera plantilla (al margen del lesionado de larga duración Borja Lasso) sin minutos en el presente Campeonato de Liga. El puesto de portero suele permitir menos rotaciones que otros, pero el hispanovenezolano no pierde la esperanza de entrar en el once.

El error de Ortolá abre la incógnita sobre la meta blanquiazul, aunque la consideración de puntual del mismo elevaría a la categoría de sorpresa un relevo este domingo ante el Logroñés.

Hernández lo sabe. Es más, le dolería entrar en estas circunstancias y ha querido estar al lado de su compañero durante la semana de trabajo. No obstante, intentaría aprovechar esa oportunidad si se presenta.

Ya la pasada campaña la inició como suplente de Ortolá, pero un accidente doméstico de este durante el parón navideño le abrió las puertas de la titularidad. Entró en Copa contra el Rayo Majadahonda y se mantuvo todo el mes de enero hasta que justo en el último encuentro de ese mes cayó lesionado contra el Sporting de Gijón en el Heliodoro.

Entonces recuperó el sitio Ortolá, titular antes y después del confinamiento, hasta la última jornada liguera. En ella, contra el Numancia y ya sin opciones de estar en el playoff, Dani disputó el que hasta ahora ha sido su último encuentro oficial.