Noche de estrenos. Más de una veintena de jugadores sentirán en sus carnes lo que significa un derbi. Tensión, responsabilidad, adrenalina… Pero no serán los únicos. En el banquillo visitante también debuta en un clásico del fútbol canario Fran Fernández. Será el entrenador número 33 en la larga nómina del Tenerife desde que Andrés Llombet y Francisco Arencibia dirigieran los primeros allá por la temporada 1949/1950.

El que más. Manda José Luis Oltra, capaz de dirigir seis derbis con tres victorias y tres empates. Se estrenó con dos igualadas en el curso 07/08 (2-2 y 1-1), ganó los dos siguientes (0-1 y 2-0) y, a su vuelta, en la 18/19, empató en Gran Canaria (1-1) y sumó los tres puntos en el Heliodoro (2-1). Santiago Villar (4) gracias a los eternos desempates coperos de 1965, Álvaro Cervera, David Amaral y Juanjo Díaz (3) son los siguientes de la lista.

En dos etapas. Oltra y Amaral coinciden en una circunstancia: dirigir al Tenerife al menos en dos etapas y jugando contra Las Palmas en ambas. Le pasó también a Martín Marrero, al que no le fue bien en el cruce copero de 1986. Se desquitó en la 03/04 con el triunfo sobre Las Palmas de aquel joven e imprudente Rubén Castro (2-0), que acabaría en Segunda B.

De debut en debut.

Si hoy se estrena Fran Fernández, la pasada campaña lo hicieron los dos hombres que se sentaron en el banquillo blanquiazul. Tanto Aritz López Garai como Rubén Baraja en la segunda pudieron disfrutar de la experiencia, compartiendo resultado (0-0) y circunstancias (ambos sufrieron una expulsión y tuvieron que defender el empate como si fuera un tesoro).

Precedentes.

No fue la anterior la única temporada en la que dos técnicos distintos se enfrentaron a la UD Las Palmas como entrenador del Tenerife. Sucedió en la 83/84 cuando Terremoto Fuertes y Juanjo Díaz compartieron esa responsabilidad. Este último también dirigió otros dos de Copa. Se repitió el caso en la 99/00 (Mauro Sandreani y Fernando Castro Santos), 01/02 (Pepe Mel y Javier Clemente), 03/04 (David Amaral y Martín Marrero), 06/07 (Bernd Krauss y Casuco), 10/11 (Juan Carlos Mandiá y David Amaral) y 14/15 (Álvaro Cervera y Raúl Agné).

Aquella noche de Mel.

El ahora entrenador de la UD también cuenta en su currículum con tres derbis dirigidos, aunque solo uno en el banquillo blanquiazul. Fue en Primera y el Tenerife sufrió aquella noche del 22 de diciembre de 2001 la última derrota en casa contra su eterno rival (1-3). Mel tampoco ha ganado un clásico sentado en el lado amarillo (una derrota por 2-1 en la 18/19 y dos 0-0 en la 19/20).

Fernández contra la UD.

El hombre que tomará la alternativa de todos ellos, Fran Fernández, ya se ha enfrentado a la UD en cuatro oportunidades y no ha perdido. Se estrenó con el Almería el 13 de octubre de 2018 ganando 3-0. En la segunda vuelta igualó en Gran Canaria (0-0), mismo resultado de sus dos enfrentamientos del curso pasado cuando dirigía al Alcorcón, pero en ambos casos por 1-1.

El tortuoso camino hasta el derbi

Fran Fernández no tenía claro que pudiera llegar hasta aquí. Empezó a notar la presión después de la doble visita al Sporting y la Ponferradina, pero fue el día del empate contra el Lugo cuando los más cercanos le vieron afectado y dubitativo. Como corresponde, y aunque algo cabizbajo, preparó de forma profesional la visita a Fuenlabrada con un objetivo claro: sumar. Lo consiguió mejorando las sensaciones tras el descanso y haciendo olvidar, en parte, la triste imagen de los primeros 45 minutos.

Se la jugaba contra el Real Zaragoza, igual que Rubén Baraja en el banquillo rival, y sacó adelante el envite. De nuevo sin brillo, pero dando lo que él mismo considera “un paso adelante” como equipo. Lo ha intentado de mil maneras, variando el sistema y la idea de juego. Eligiendo hasta cinco hombres distintos en algunos puestos y cambiando las parejas de centrales o mediocentros en más de una ocasión. Ahora tiene unbonus. El presidente, Miguel Concepción, ha dejado claro esta semana que seguirá pase lo que pase en el clásico de esta noche. Pero Fernández no quiere seguir a duras penas. Quiere hacerlo con la fortaleza del inicio. Y para ello, nada mejor que ganar en el feudo del eterno rival. La presión, ahora rebajada, podría recuperar su máxima expresión si la imagen no es buena ante la UD Las Palmas. Los aficionados blanquiazules esperan una alegría, pero también quieren creerse más a su equipo.