La Laguna Tenerife pide un hueco en el Olimpo

Tierra de dioses como la excusa perfecta para ganarse un sitio en lo más alto del olimpo de la Basketball Champions League. La Laguna Tenerife busca desde esta tarde (16:00 horas) el que sería su tercer título continental, un nuevo éxito que le convertiría en el único conjunto de la competición auspiciada por la FIBA con tal cantidad de entorchados.

Lo hará en un lugar que por ahora se le ha resistido. Primero en 2018, cuando ni siquiera tuvo la oportunidad de defender su primera corona –conquistada en 2017 en el Santiago Martín– al caer en octavos de final ante el Murcia pese a haber ganado en la ida, y como visitante, por seis puntos. Y más tarde, en 2020, en la reanudación de la edición parada en seco por el covid, toda vez que el cuadro aurinegro cayó en el primer cruce de la serie, el de cuartos, contra el Zaragoza.

Ahora este Canarias llega a la capital griega en un importante punto de madurez. Con esas ganas de desquitarse de sus anteriores visitas; también con el deseo de dar el paso que no pudo hace un año en Belgrado, donde perdió la final; e igualmente porque la del cuadro lagunero es, con diferencia, la plantilla más baqueteada en este tipo de torneos en los que la gloria se encuentra a dos triunfos.

También existen motivos para el optimismo a tenor de los antecedentes más cercanos exhibidos por el conjunto tinerfeño. Se presenta en Atenas el equipo de Txus Vidorreta sin mácula en la presente edición del torneo continental, ya que no pierde desde la final del curso pasado. Desde ahí suma, 14 victorias en otras tantas comparecencias. Esos brillantes guarismos también se extrapolan a la ACB, ya que de sus últimos 15 duelos, La Laguna Tenerife ha sacado adelante 13 de ellos. De largo, el mejor estado de forma de todos los competidores de esta Final Four.

Lidiar con las lesiones

Sin embargo, no todo es color de rosa para el Canarias más reciente. Entre esos peros el faltarle dar un paso más en ese tipo de compromisos de máxima exigencia, casi idénticos con los que seguro que tendrá que lidiar este fin de semana. Las derrotas frente al Real Madrid y Unicaja son el ejemplo.

Unos tropiezos condicionados también por los problemas físicos que arrastra el cuadro lagunero. Algunos paliados, como la baja de Fran Guerra (con la llegada de Badji), pero otros más recientes y sin margen de solución. Uno de ellos, las molestias en una rodilla que han lastrado estos días a David Kramer, si bien el alemán parece en condiciones de afrontar con garantías esta F4.

La mayor restricción, sin embargo, podría llegar en la figura de Joan Sastre, que ha tratado de apurar todo lo posible para dejar atrás una lesión sufrida en su pulgar derecho hace tres semanas, pero que en base a las palabras de su técnico y lo que se le ha visto en estas últimas sesiones cuenta con pocas opciones de reaparecer.

Listo o no para saltar a la cancha, el exterior balear será uno de los 12 convocados con el fin de poder cumplir con el requisito de los cinco cupos, toda vez que Vidorreta ha preferido no traerse a Atenas a ningún vinculado. Esta configuración implica que nuevamente se produzca un descarte, que en principio, y dados los antecedentes, apuntan a Henri Drell.

El acierto en el triple

Con más o menos efectivos la suerte del CB Canarias en su duelo de hoy tendrá otro termómetro: el de su acierto en el tiro de tres. Negado por completo contra el Unicaja (su serie en los 30 minutos finales fue de 4/22), el pasado domingo contra el Girona, con 14/33 en total y, sobre todo, un 9/18 tras el descanso. Acercarse a esos últimos parámetros allanaría el camino hacia la final.

Pero el hacer las cosas bien no lleva implícito el pase del Canarias al partido en el que se dirimirá la lucha por el título. Y es que el conjunto tinerfeño tendrá delante a un Galatasaray que se ha plantado en Atenas como una especie de tapado, pero con la mayor de las ambiciones.

Algo errático en su liga, donde ha perdido sus tres últimos duelos y marcha sexto con un balance de 14-14, el cuadro preparado por Yakup Sekiskok llega a la capital griega con un balance de 12-5, y con la vitola de haber sido el único conjunto capaz de derrotar al vigente campeón, al que incluso tuvo contra las cuerdas en Málaga llegando a ir 13 arriba tras el descanso.

En la que es su quinta intentona –antes no había llegado a la F4–, el equipo de Estambul ha puesto todos los huevos en el intento de hacerse con un título que le serviría de trampolín para cotas mayores, toda vez que ha declarado abiertamente su deseo de ser partícipe del nuevo torneo que se puede crear en Europa al amparo de la FIBA y la NBA.

En medio de un bloque muy físico y donde podría ser baja, según anunció su técnico, su último fichaje, Rob Gray, destaca especialmente un base, Will Cummings. El norteamericano, a sus 32 años, es por números el jugador de esta BCL con mejores números entre los presentes en Atenas: 17,2 de valoración (quinto en total de toda la liga), si bien sus guarismos en lo que llevamos de 2025 son todavía mayores: 19,8 tantos y 3,5 asistencias para 21,8 de nota.

Alerta máxima para los pequeños del cuadro canarista, que también deberá lidiar con un notable perímetro de su oponente y, sobre todo, con la potencia de sus cincos: Ángel Delgado y Ebuka Izundo, que por características parecen ser bastante encontrados para los intereses aurinegros: máximos exponentes del tercer equipo que más rebotea, muy ágil en el pick and roll y con su tiro a media distancia el primero, y capaz de hacer daño por encima del aro el segundo.

Exigencia superlativa la que deberá afrontar, y superar el Canarias para mantener vivas sus opciones de entrar en el añorado Olimpo.