Liga Endesa

Los triples condenan al Canarias ante un Unicaja con licencia

El cuadro aurinegro cae (78-91) lastrado por un 1/21 desde el perímetro y desquiciado por la anuencia que tuvo su rival para plantear un encuentro muy físico

Huertas trata de sair de la presión de Kravishvy Perry.

Huertas trata de sair de la presión de Kravishvy Perry. / E. Cobos (ACB Photo)

La Laguna

Desquiciado por sus propios errores... y por no poder jugar como hubiera querido. La Laguna Tenerife ha caído ante un Unicaja (78-91) que hizo valer su capacidad física para desesperar al cuadro aurinegro, lastrado por una manifiesta anuencia arbitral en algunas acciones de contactos. Pero sobre todo el Canarias se vio mermado por su nulo acierto desde el 6,75, y es que tras haber metido cuatro de sus primeros cinco intentos, luego solo convirtió uno de los 22 restantes que intentó a partir del minuto 9.

Con Kramer y Fernández sumando entre ambos un pobre 2/13, y Huertas errático en la generación de juego –estuvo siempre muy irregular y erró algunas opciones en el epílogo– el Canarias se mantuvo vivo casi hasta el final gracias a su buen hacer en el tiro libre (23/24) y la notable aportación de Shermadini (23 puntos y ocho rebotes para 32 de valoración). Insuficiente para optar a algo más que hacer la goma (41-41, 17’) ante un rival que pese a algunas bajas supo ser certero en el lugar y el momento decisivos, con Perry, autor de 21 tantos, como estilete principal.

Golpeó de inicio el Canarias con un triple de Kramer, y aguantó el intercambio en las siguientes acciones encontrando a Shermadini dentro (7-6), pero ahí el Unicaja empezó a tirar de aquello en lo que más daño suele hacerle al cuadro aurinegro: con mucho físico en el 1x1 y a la carrera. Esa defensa asfixiante desquició a Huertas y más tarde a varios de sus compañeros en el manejo de balón, con Fitipaldo, Kramer y Fernández pidiendo faltas en manifiestos contactos que se fueron al limbo.

Aprovechando esa intensidad al límite el Unicaja explotó el discreto balance defensivo local (7-13), y pese a que el Canarias intentó mantener la paciencia para encontrar dentro a Abromaitis y Shermadini, otro par de contactos terminaron de soliviantar al conjunto lagunero. Eso sí, la escuadra tinerfeña, y con técnica de por medio al banquillo, logró al menos convertir esa impotencia en una motivación extra que canalizaron Fitipaldo y Fernández con tres triples (4/5 global) para darle la delantera a los laguneros (22-20, 9').

Mantuvo la igualdad

Superado el sofocón, y pese al peaje de la segunda falta de Fitipaldo (ya no jugó más hasta el tercer periodo), el Canarias mantuvo la igualdad gracias a los 2+1 de su segunda unidad (Badji y Drell), y con los que compensó los triples de Tillie actuando como alero (30-31).

Pero ahí el Unicaja dio otra vuelta de tuerca a su aplicación defensiva, lo que derivó (tras una clara falta sobre el paulista no pitada) en una técnica a Huertas y algo más tarde otra a Vidorreta con la que el cuadro andaluz, también muy incisivo en el rebote (cuatro ofensivos en la segunda parte), amagó con abrir una significativa brecha: 30-26 y 35-41.

Puso el gancho el Canarias gracias a las acciones de Huertas, pero sobre todo por la aportación de un excelso Shermadini, efectivo cuando recibió dentro e infalible desde el 4,60 (4/4) como líder de un equipo que palió en los libres (12/12 al descanso) su poca puntería desde el arco en el segundo periodo (0/5).

Pero a lo más que le dio a los de Vidorreta fue para empatar el choque (41-41), porque además de hacer que el Canarias se sintiera incómodo con el balón en las manos (solo seis asistencias tras 20 minutos), el Unicaja golpeó justo antes del intermedio con dos triples más (Kalinoski y Perry) para un 5/8 en ese periodo y un 46-51 en el electrónico. Desventaja de cinco puntos que, al margen de un criterio arbitral que estaba minando la estabilidad emocional canarista, se explicaba también por los 12 puntos -ninguno del Canarias- que los de Ibon Navarro habían producido a la carrera, llevando el partido a más revoluciones de las deseadas por el conjunto tinerfeño.

Debacle desde el arco

Desperdició varios ataques La Laguna Tenerife en el arranque del tercer acto, y aunque volvió a dar con Shermadini dentro (5 puntos), siguió lastrado por nulo acierto desde el 6,75, con una serie que llegó hasta el 0/9. Todo lo contrario que su rival, que sí acertó con Tillie (desajuste defensivo) y Díaz (tras rebote ofensivo) para el 51-59.

La racha negativa la cortó Abromaitis (56-61), pero el Canarias alargó su sensación de incomodidad. La que le generó el Unicaja con su defensa, la que le provocaron los colegiados (falta en ataque sobre Abromaitis no señalada), y la que agrandó el propio conjunto isleño con su desacierto desde el 6,75: 0/3 más.

Sin embargo, el verdadero punto de inflexión lo protagonizó Perry, autor de 11 puntos (3/3 en triples) en menos de tres minutos. El norteamericano anotó por calidad, pero también tras descompensaciones, e igualmente tras un posible campo atrás. Con Huertas acogotado en un asfixiante 2x1 y Shermadini como única vía de anotación, la brecha empezó a ser preocupante (63-74, 30').

La última oportunidad

Más todavía cuando el bando isleño empeoró sus prestaciones desde el perímetro (0/4) mientras su rival sumaba con regularidad tanto lejos (Díaz) como cerca del aro (Sima) para elevar la ventaja visitante hasta los 13 (68-81 y 70-83). Negado por completo desde fuera (la racha llegó a ser de 1/22) el Canarias se mantuvo con vida gracias a las acciones por línea de fondo de Kramer y los tiros libres (7/8 en el cuarto).

Llegó así al 78-85 con casi tres minutos y medio por delante, pero a pesar de su mejora defensiva, dos errores seguidos de Huertas dilapidaron las opciones canaristas de opositar a la victoria antes de que el Unicaja se limitara a sentenciar con el mero paso del tiempo (78-91).

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