Los complementos directos del CB Canarias

Las de Henri Drell (25/4/2000, Tallin, Estonia) e Ibou Badji (13/10/2002 , Thionck Essyl, Senegal) son las dos caras nuevas de La Laguna Tenerife.

El primero se unió al club el 13 de marzo y el segundo, el 3 de abril. Los dos, con contratos hasta el final de la presente temporada y con un cometido parecido, el de dar amplitud al abanico de opciones del entrenador Txus Vidorreta con vistas a un cierre de curso exigente. En el caso del pívot senegalés, con la función específica de cubrir la baja por lesión del grancanario Fran Guerra.

Sumar

Tanto Drell como Badji ya han tenido la oportunidad de sumar en un equipo rodado y liderado en el parqué por una base más que fiable, tal como reflejan los resultados, la formada por Marcelinho Huertas, Giorgi Shermadini, Tim Abromaitis, Aaron Doornekamp, Bruno Fitipaldo, Jaime Fernández, Joan Sastre, David Kramer, Thomas Scrubb, Lluís Costa, Kostas Kostadinov... sin olvidar al lesionado Guerra.

En definitiva, un plantel que tiene al Canarias en el segundo puesto de la Liga Endesa, con 23 victorias en 29 partidos, que intentará dentro de poco conquistar la tercera Champions del club y en el que no debe ser nada fácil sobresalir siendo un recién llegado. Henri e Ibou han asumido el papel de ser complementos en el trabajo diario y en la competición, aprovechando cada oportunidad que les concede Txus Vidorreta.

El ala-pívot estonio debutó como aurinegro el 19 de marzo en la visita al Petkimspor. Luciendo el dorsal número 7, participó durante poco más de un cuarto de hora y contribuyó con cinco puntos. El estreno del senegalés se produjo más tarde –llegó al equipo tres semanas después–, el 13 de abril en un enfrentamiento en el Santiago Martín con el liderato de la Liga Endesa en juego, La Laguna Tenerife-Real Madrid. Tuvo diez minutos y llamó la atención por los cinco tapones que puso. Esas fueron sus tarjetas de presentación.

Influencia

Desde entonces, cada uno ha ido asomando con más o menos influencia en el desarrollo de los partidos. La actuación más productiva de Drell coincidió con encuentro ante el Manresa en casa, correspondiente a la clausura del Round of 16 de la Champions, con los tinerfeños ya clasificados como primeros de grupo. Vidorreta no dejó pasar la oportunidad de darle más continuidad a Henri, que respondió con 13 puntos, 10 rebotes y un par de asistencias para redondear su mejor tarde en el Canarias.

Luego, en el ámbito de la ACB, situó su techo en los siete puntos que firmó en la derrota ante el Real Madrid. De resto, un discreto inicio en la cancha del Zaragoza, pocos minutos en el partido con el Granada, algo más en Vitoria y un triple en el Canarias-Coruña. En resumen, cinco partidos, 47 minutos y 10 puntos en cinco citas.

Vidorreta ha asegurado que Drell «conoce el juego y es capaz de anotar, rebotear y pasar». Eso sí, en su momento advirtió de que el estonio iba a «necesitar trabajo» para poder rendir al nivel de sus compañeros, más acostumbrados al sistema de juego del técnico vizcaíno.

Buenas sensaciones

«Tengo buenas sensaciones con él y creo que puede encajar bien en la dinámica del equipo», confesó Txus sobre un jugador cuya función ha estado clara desde el primer día. «Debe estar preparado para ayudar si las circunstancias lo requieren. Pero los jugadores clave tienen que ser otros», aclaró equilibrando las responsabilidades a la hora de competir e intentar sacar adelante los partidos.

El recorrido de Badji es más corto. Después de la puesta de largo ante el líder de la Liga Endesa, con sus cinco tapones, enriqueció su estadística con cuatro puntos en el segundo y definitivo cara a cara de los cuartos de final de la BCL en la pista del Derthona. De vuelta a la Liga Endesa, ocho puntos en el triunfo ante el Baskonia y un ratito en el 92-83 al Coruña.

El entrenador definió a Badji como un «jugador de equipo» elegido con la intención de que se adaptara lo antes posible a la mecánica de trabajo del grupo para que pudiera «ayudar más en la parte final de la temporada, cuando lleguen las citas importantes», después de pasar un período normal de aclimatación. Pero sus condiciones ya habían convencido al club tinerfeño por ser un «finalizador y un taponador», y por distinguirse por un estilo diferente al de Fran Guerra, que tuvo que parar a mediados de marzo al sufrir un esguince de tobillo con luxación del tendón peroneo corto.

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