CB Canarias

Kramer reedita el milagro de Salin

La canasta de Sasu Salin bajo el aro hace más de cuatro años para que el CB Canarias ganara en Murcia tuvo ayer una reedición con el triple de David Kramer para que el cuadro aurinegro volviera a vencer en suelo pimentonero después de estar prácticamente desahuciado.

Fran Guerra abraza a David Kramer tras el triple del alemán.

Fran Guerra abraza a David Kramer tras el triple del alemán. / AGENCIA LOF

Santa Cruz de Tenerife

Nadie lo señaló ni le puso la etiqueta de sucesor, pero sin casi quererlo, David Kramer ha sido, desde el inicio de la temporada, el gran referente exterior de La Laguna Tenerife. El alemán se ha convertido en un killer desde el 6,75, hasta el punto de ser hasta la fecha el máximo triplista de toda la Liga Endesa, con 2,7 canastas por duelo y, además, con un 42,9% de efectividad. Tras más de media vuelta liguera queda más que confirmado que el exterior procedente del Granada es el heredero del perímetro canarista haciendo olvidar a Salin.

Pero como si no quisiera que esa sucesión se produjera de forma dramática ni dictatorial, Kramer dio ayer la sensación de querer rendir homenaje al finés. Lo hizo en una especie de reedición de una de las canastas más recordadas de Sasu. En el mismo escenario –el Palacio de los Deportes de Murcia– e incluso en una situación todavía más crítica que la acaecida hace más de cuatro años. Aquel 26 de septiembre de 2020 el Canarias llegó a estar 24 abajo tras el descanso (51-27) y marchaba con una desventaja de 14 tantos a menos de cuatro minutos y medio del final (72-58). En una remontada imposible los aurinegros llegaron a igualar la contienda, y a dos segundos del final dispusieron de saque de banda para rematar la machada. Huertas sirvió para Shermadini, que a su vez asistió para un Salin que debajo del aro anotó el 82-84 definitivo.

Ayer, aunque sin remontada –más bien todo lo contrario–, en la banda también estaba Huertas, pero ni había colchón para la prórroga (perdía el Canarias 77-75), ni tiempo (ocho décimas) para un segundo pase. Kramer amagó con bloquear, pero resultó ser el señuelo para que en realidad fuera Guerra el de la pantalla, para liberar a su compañero de la marca de Gates. David se plantó delante de Marce. Recibió, se cuadró, se elevó, lanzó y anotó un triple limpió que enmudeció a un Palacio de los Deportes de Murcia que no se creía lo ocurrido. Al igual que en el curso 20/21, aunque en aquella ocasión la no presencia de aficionados por culpa del covid hizo que el efecto de ayer fuera todavía más llamativo.

Con ese triple ganador David se consagra como uno de los grandes tiradores de la competición, reedita aquel milagro de Salin y llena por completo ese hueco –deportivo y emocional– que el finés pudo haber dejado al no ser renovado este pasado verano. Larga vida a Kramer.

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