Liga Endesa

La Laguna Tenerife, nuevo curso, mismas alegrías

Pese a los cambios en su plantilla y la baja de Huertas, el cuadro canarista arranca el curso con una batallada victoria de prestigio contra el Baskonia (88-80)

Hasta ocho jugadores aurinegros acaban con ocho o más puntos con Bruno Fitipaldo el mejor de la contienda

La Laguna

Para arrancar, un alegrón mayúsculo. Con la baja final de Marce Huertas, más cambios de los habituales en su plantilla, un rival de nivel Euroliga como el Baskonia, y tras una situación bastante delicada en el tercer periodo (49-56). La Laguna Tenerife sumó ayer, en su estreno liguero, su primera victoria del curso tras superar no pocos inconvenientes (88-80). Un resultado positivo basado en el tesón y en una superlativa aportación colectiva, con hasta ocho jugadores con ocho o más puntos.

Sin Huertas, fue Bruno Fitipaldo el líder ofensivo de los laguneros, al irse hasta los 16 tantos y nueve asistencias (20 de nota), sin olvidar el arranque esperanzador de Willis (ocho tantos en el primer acto), el oficio en ambos lados de la pista de Doornekamp, la aparición estelar de Scrubb en el tercer periodo (14 de valoración), y la aportación puntual bajo aros de Shermadini y Guerra (10 puntos cada uno). Todo eso y también el trabajo sucio final de Sastre, que con un par de rebotes y dos libres sentenció en favor de los de Vidorreta.

Poco se notó de entrada la baja de Huertas, o la presencia de dos caras nuevas en el quinteto inicial del cuadro aurinegro. Y es que Fitipaldo dio de comer a Shermadini y anotó desde la esquina, mientras que Willis terminó de disipar las dudas que se situaron sobre él. Sacudida sin titubeos al convertir los dos primeros triples que tuvo, aciertos a los que más tarde añadió otra canasta desde cinco metros.

Gracias a esa reconocible salida, y pese a la insistencia de su rival en el rebote ofensivo, La Laguna Tenerife se disparó hasta un 11-2, renta que el Baskonia palió desde el 6,75 y con la versatilidad de Moneke (13-11, 7'). Con su quinteto rotado ya por completo tras poco más de seis minutos, el cuadro isleño pagó ahí su bache desde el perímetro (0/5 tras un 3/3), y aunque el Baskonia siguió cargando en aro ajeno, la paciencia en ataque permitió irse a los de Vidorreta en franquicia al término del primer acto (17-13).

Recuperó el Canarias -pese a no contar con la aportación inicial de Willis- el brío del arranque en los primeros compases del segundo periodo, con Fitipaldo sumando desde el perímetro y surtiendo (tres asistencias) a Shermadini (25-23). Insuficiente para volver a poner tierra de por medio, pero si lo justo para contrarrestar la producción de Moneke y-contenida- de Howard, o el triple de Ndiaye y el 2+1 de Jaramaz (25-26).

El duelo se metió de lleno en un intercambio de canastas, donde los de Pablo Laso sacaron tajada de su físico y un mayor poderío en el 1x1 (25-28), desequilibrio que el Canarias corrigió con alguna acción de Shermadini y el brío de un Doornekamp que parecía dispuesto a ponerse al día, en solo unos minutos, tras perderse el tramo final de la pasada campaña. Primero un triple y luego dos libres tras correr toda la cancha situaron a los locales con cuatro de renta (34-30, 17').

No pudo mantener el Canarias esa preponderancia de la garra, toda vez que el Baskonia logró correr más a campo abierto y hacer daño llegando, sobre todo desde el 6,75. Así, los triples de Luwawu-Cabarrot y Sedekerskis dieron la delantera a los alaveses (5/7 desde el arco en el segundo periodo) tras un parcial de 3-11 (37-41) que Kramer, de nuevo a base de corazón para forzar un 2+1, atenuó para llegar al descanso con un 40-41.

Se mantuvo la igualdad en los compases iniciales del tercer acto (43-43), pero ahí, una necesidad táctica de Baskonia que dio la impresión de favorecer al Canarias, descolocó, por contra, al cuadro isleño. Y es que con la tercera falta de Diop, Laso decidió jugar sin un cinco. Ese dibujo permitió que Luwawu-Cabarrot sacara ventajas en sus asignaciones, tanto desde el perímetro (4/4) como posteando. El otro gran beneficiado fue Moneke, que también sacó rédito de quedarse marcado por Willis y Fitipaldo (47-53), como también de un triple imposible al límite de la posesión (49-56).

Incapaz de frenar a su rival en defensa, el Canarias tampoco supo leer del todo su ventaja física en cancha delantera. Willis no tuvo acierto (0/3 desde el arco), y a los cinco no les llegaron los suficientes balones en condiciones favorables. Lastrado por su nulo acierto exterior (0/5) y también dejándose por el camino más tiros libres de los habituales (5/10), los de Vidorreta supieron sobrevivir gracias al oficio de Scrubb.

El canadiense tiró de su inherente versatilidad, y se aplicó en el rebote ofensivo (cuatro en el periodo), luego produjo yéndose al poste, y también tiró de puntería con dos triples consecutivos que confirmaron la recuperación de un Canarias que de verse siete abajo se colocó de nuevo en franquicia (59-58) liderado por los 14 créditos del alero de Montreal. Una reacción que no tuvo continuidad, ya que tres deficientes acciones defensivas finales (antideportiva, desajuste de asignación y rebote mal cerrado) generó seis puntos de Sedekerskis para dejar al Baskonia tres arriba antes del acto final (61-64).

Pero esa flechita hacia arriba que había colocado Scrubb solo un minuto antes la recuperó de inmediato el conjunto isleño. De nuevo con la enorme influencia ofensiva de Fitipaldo (con siete puntos tras canasta y triple después de bote y provocando una antideportiva), y sumándose esta vez un Abromaitis de lo más vertical, que redondeó un parcial de 11-0 en apenas dos minutos y medio (72-65).

Ese segundo impulso hizo que el Canarias se lo terminara de creer, y pese a encadenar varios errores, la aplicación defensiva mantuvo el colchón de ventaja de los laguneros, que golpearon de nuevo con dos canastas bajo el aro de Sastre y dos libres de Doornekamp tras haber sacado la quinta a Howard (78-65, 36').

Hasta 14 llegó a elevar su diferencia La Laguna Tenerife con el 2+1 de Guerra (81-67 con 3'20'' por jugarse), pero lejos de cerrar el choque, dio vida al Baskonia, que se agarró con un triple de Sedekerskis y otro de Moneke (81-75). Contuvo la caída el Canarias gracias al oficio de Sastre, que defendió, reboteó y puso casi la sentencia desde el tiro libre (84-76). La aportación del balear bastó para noquear al cuadro alavés ante el jolgorio de un Santiago Martín en el que casi todo sigue siendo igual.

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