En el Lenovo Tenerife y el Granca creen que es mejor detrás de la línea

El de este domingo, entre el Dreamland Gran Canaria y el Lenovo Tenerife, será un derbi muy tendente al triple... al menos en varios casos concretos. Y es que si bien tras diez jornadas del ejercicio 23/24 ninguno de los dos conjuntos son ni los que más tiran, ni los que más meten, ni los que mejor porcentaje de acierto desde más allá del arco presentan, sí hay integrantes de ambas plantillas para los que el lanzamiento de tres se ha convertido en una vía de producción casi única. Ferran Bassas, Aaron Doornekamp y Sasu Salin son los máximos exponentes de ello.

El caso más significativo es el de Ferran Bassas. El excanarista, ahora base claretieno, solo ha realizado, en 10 jornadas, cinco tiros de dos. Uno cada 33 minutos exactos que pasa en pista. De hecho el badalonés se quedó en siete de estos duelos previos sin intentarlo ni una sola vez en la citada faceta. Tendencia algo extraña, toda vez que en sus siete campañas previas en la ACB, lo más que se había acercado a esta cifra fue en su curso en Burgos, donde acabó con un tiro de dos cada 11 minutos en cancha; 58 en 640.

En guarismos muy similares se mueve Aaron Doornekamp, que necesita más de media hora de presencia en pista (31:15'') para mirar al aro desde dentro del arco. Hasta la fecha el canadiense acumula ocho tiros, habiéndose quedado inédito en cinco partidos. El año pasado, ocurrió lo mismo en 13 de los 36 que disputó. Su cadencia sí es casi calcada a la de ese ejercicio 22/23, cuando necesitó casi 32 minutos de juego (31:55'') para lanzar de dos: 25 en 728 minutos.

No se trata, la del ala pívot con pasaporte holandés, de una alergia a la pintura, toda vez que en labores defensivas es, con diferencia, el que más se faja debajo del aro. Todo al margen de ser, ahora mismo, el segundo máximo reboteador del Lenovo, con cuatro capturas de media.

Tercero en esta hipotética lista de toda la Liga Endesa aparece Sasu Salin, que pese a mostrarse mucho menos acertado que en cursos pasados (apenas supera el 20 por ciento de acierto), sigue insistiendo una y otra vez desde el perímetro. De hecho, solo en cuatro partidos se ha atrevido a lanzar de dos puntos. Con esta cadencia también se acerca, el nódico, a los 30 minutos de media para cada uno de sus intentos de dos.

Esa fijación por producir de tres en tres es la que sitúa al escolta de Helsinki a la cabeza de otro supuesto ránking en el global de los 18 conjuntos de la Liga Endesa: el de los triples lanzados en relación a los intentos de dos puntos. Hasta en 8,8 ocasiones se atreve Sasu desde más allá del 6,75 por cada tiro desde dentro del arco. Es, con diferencia, su mejor candencia desde que llegó a España, toda vez que supera la del curso pasado, cuando su promedio ya había sido de 5,25 (36 por 189).

En el tercer escalón del podio de esta clasificación aparece Doornekamp, que con su media de 6,64 (8 por 53) está en condiciones de calcar sus registros del pasado curso, cuando promedió 6,64 intentos de tres por cada tiro de dos: 25 por 166. Una tendencia que, desde su regreso al Lenovo Tenerife, ha ido acentuándose curso tras curso.

La metamorfosis de Bassas

Más extraña, de nuevo, resulta la presencia en esta faceta de Ferran Bassas, solo superado por Salin y que alcanza una cadencia de 8,2. Unos números nada habituales hasta la fecha en el base catalán, que por ejemplo el curso pasado acabó con 117 triples intentados por 57 lanzamientos de dos. Poco menos del doble. Incluso, en sus tres años en el Canarias, y con mejores porcentajes de acierto, su proporción se había quedado en 1,4: 172 a 246.

A la lista de principales jugadores que prefieren el perímetro por encima al lanzamiento de dos puntos, aparecen otro par de canaristas, ambos con más del doble en esta proporción: Joan Sastre (2,16) y Bruno Fitipaldo (2,11). Por el acierto en esta faceta en la que tanto se prodigan pasarán buena parte de las opciones de triunfo del Lenovo Tenerife en el derbi del domingo.