Un portorriqueño de ‘verdad’

Arnaldo Toro Barea es una de las notas exóticas del VEF Riga, donde también milita su compatriota Piñeiro

Fue el único oriundo de su selección nacional en la Copa del Mundo

Arnaldo Toro Barea (i) e Isaiah Piñeiro, a su llegada al Hotel Escuela de Santa Cruz.

Arnaldo Toro Barea (i) e Isaiah Piñeiro, a su llegada al Hotel Escuela de Santa Cruz. / CBC

Santa Cruz de Tenerife

Suelen estar atestados bastantes equipos de las clases media y baja de la Basketball Champions League de jugadores norteamericanos. La mayoría de ellos en busca una primera oportunidad en el concierto europeo; otros con un amplio recorrido ya en ligas menores del viejo continente. Es la búsqueda, por parte de los clubes, de músculo y descaro para intentar competir contra rivales de mayor enjundia.

En el VEF Riga esa característica la ponen dos pequeños, Brendan Adams y el recién llegado Jaizec Lottie. A ellos se suma algún extranjero más, como el finés Alex Madsen, y también el mundialista con la selección letona Dairis Bertans, ex de Bilbao y Betis. Pero quienes realmente llaman la atención en las filas del conjunto báltico son sus dos portorriqueños, Isaiah Piñeiro y Arnaldo Toro Barea. El primero en su segunda etapa en Riga (tras su paso por el Darussafaka, con el que se midió al Lenovo el pasado curso), y su compatriota en su tercera experiencia en Europa tras jugar en BC Nokia finés y en el Landstede Hammers neerlandés.

Sin embargo, es el de Toro Barea el caso que realmente puede resultar más curioso a causa de su procedencia. Y es que la mayoría de baloncestistas profesionales portorriqueños de primer y segundo nivel que militan fuera de su país no han nacido en territorio boricua. El movimiento migratorio hacia los Estados Unidos en la mayoría de las ocasiones tiene la explicación. Esta singularidad se hizo totalmente patente en la última Copa del Mundo. En la cita asiática Puerto Rico concluyó en una meritoria decimosegunda plaza, y lo hizo con un roster plagado de nacionalizados. Así, el técnico Nelson Colon tuvo a sus órdenes a diez jugadores nacidos en Estados Unidos –entre ellos el propio Isaiah Piñeiro–, a otro que vino al mundo en Cuba... y un solo portorriqueño de verdad. Ese boricua de cuna (nacido en Mayaguez) era precisamente Arnaldo Toro Barea. Su protagonismo fue bastante discreto (0,8 puntos, 2,6 rebotes, 1,2 asistencias para 3,8 de valoración), pero al menos el ala pívot del VEF puede presumir de haber disputado un Mundial con su selección. Ahora su próximo reto será darse a conocer en Europa. El Santiago Martín puede ser un buen escaparate. El Lenovo Tenerife debe impedirlo.

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