Liga Endesa

El Lenovo Tenerife tutea al Madrid, pero no le da para ganar

Una gran segunda mitad, tras remontar 14 puntos, discutir al triunfo a un rival más acertado en el tramo final

La Laguna

Un ejercicio de coraje que no da para ganar pero sí para recuperar muchas sensaciones positivas. El Lenovo Tenerife ha caído este domingo contra el Real Madrid (76-82) en un partido en el que los de Txus Vidorreta fueron casi siempre a remolque, pero al que no le perdieron la cara en ningún momento. Una insistencia que permitió a los isleños equilibrar un mal primer tiempo (sobre todo en el tiro de tres y en defensa) para recuperarse de un 27-41 y llegar incluso a tener la delantera (58-57, 28') gracias básicamente a una mayor intensidad atrás.

El conjunto blanco, sin embargo, volvió a apretar el acelerador en el arranque del acto final (61-75) gracias a la maestría de Sergio Rodríguez, y aunque el Canarias no tiró nunca la toalla, solo logró que la diferencia final quedara en seis puntos. Botín virtual, pero que deja patente la capacidad del equipo canarista para hacerle de nuevo frente a cualquiera, y refuerza la moral del plantel canarista de cara a sus compromisos más inmediatos. Jaime Fernández, con 18 puntos y una gran marca sobre Musa en el tercer acto, fue el mejor de los aurinegros.

La superioridad blanca ya fue manifiesta desde el inicio, y en los dos lados de la pista. El Canarias se topó con un rival que sacó tajada de ayudas demasiado largas (triples liberados de Yabusele y Campazzo), de la presencia por encima del aro de Tavares (finalizando en alley oop o bien tras rebote ofensivo), y de una mayor verticalidad y velocidad de Causeur y Musa, que desbordaron en varias ocasiones a Sastre y a Cook (2-9).

Delante el cuadro aurinegro apenas encontró situaciones para producir, toda vez que no arrancó con el punto de mira afinado desde el 6,75: 0/5 frente al 3/3 de los blancos. Solo Huertas, aprovechando que Tavares negaba la continuación en el 2x2 a Guerra, fue capaz de producir en el bando local. Suyos fueron los seis primeros puntos del Lenovo. Escaso arsenal cuando su rival ya había puesto velocidad de crucero en la parcela anotadora (6-17).

La sequía desde el arco la rompió Ristic en un intento de reacción al que le acompañó, también desde el perímetro, Doornekamp (12-19). Pero el despertar aurinegro se quedó a medio camino, ya que los isleños reprodujeron sus problemas con el tiro de tres (2/12), a la vez que les fue imposible (con Ristic superado) minimizar la producción interior de Tavares, autor de ocho puntos sin fallo en un primer cuarto que el Madrid finalizó 13 arriba, e incluso por encima de sus medias anotadoras gracias a su 9/13 en tiros de campo y su 6/6 en libres: 14-27.

Un triple de Sastre y varias acciones seguidas de Abromaitis (tapón, palmeo y robo por anticipación) parecieron sacar del letargo al Lenovo (19-28), pero de nuevo los aurinegros no tuvieron continuidad en su remontada. Y otra vez a causa de los mismos debes: un mal porcentaje exterior (era ya de 3/15) y la inexistencia de segundas ayudas, con un Madrid muy productivo en el juego sin balón, y desequilibrante con sus dos cincos. Vidorreta se lamentaba de impotencia ante las flojas prestaciones defensivas de los suyos.

A esta escasez aurinegra de argumentos para equilibrar fuerzas se unió otro factor, el del criterio arbitral, demasiado permisivo con el nivel de dureza impuesto por los blancos, y castigando en exceso la implicación atrás de los aurinegros. Esa falta de igualdad generó dos técnicas casi seguidas al banco canarista con las que el Madrid alcanzó su máxima renta (27-41). Solo un canastón con la izquierda de Huertas, un triple de Ristic (tras un 4/17) y una penetración de Fernández sobre Tavares evitaron males aún mayores antes del descanso a pesar del triple final de Rudy (34-47).

Todo lo que tenía que hacer en el inicio del encuentro pero a lo que no se acercó, sí lo puso en práctica el Lenovo Tenerife a la vuelta del intermedio. Por un lado el acierto exterior que le fue esquivo en la primera parte, con dos triples (ambos tras rebote ofensivo) de Jaime Fernández. El madrileño también fue el estilete principal en el otro punto de inflexión del encuentro, la mayor intensidad defensiva de los locales, que generaron varias recuperaciones para disparar el parcial canarista hasta el 11-0 (45-47).

La marca de Fernández sobre Musa siguió siendo excelsa, lo que permitió que la anotación del Real Madrid fuera casi ridícula (dos puntos en más de cinco minutos), aunque esas oportunidades de culminar la remontada que el Canarias tanto se estaba labrando atrás no terminaron de rubricarse en el otro lado de la cancha, con tres tiros y un ataque más desperdiciado para al menos empatar el electrónico.

El Madrid trató de ganar seguridad con dos bases en pista (triple de Rodríguez para el 48-52), pero el Lenovo no cejó en su empeño y logró, por fin, no solo poner las tablas en el marcador (55-55), sino incluso tomar la delantera con un libre de Fernández (58-57, 28').

Situación favorable pero muy efímera, porque el Real Madrid, sin Tavares (en cuatro faltas) tiró de su acierto exterior (Musa y Rodríguez) y de la fiabilidad en el 4,60 (7/8) para llegar por delante a los 10 últimos minutos (61-65).

Quizá lastrado por el esfuerzo previo que solo le dio para mantenerse metido de lleno en el encuentro, el Canarias volvió a dar unos cuantos pasos atrás en el arranque del acto final. Los de Vidorreta se cruzaron de cara al aro hasta el punto de errar sus siete primeros tiros. Un regalo que no desaprovechó el Real Madrid, guiado por Deck y un magistral Sergio Rodríguez en la dirección y en la anotación (nueve puntos y siete asistencias) para volver al +14 (61-75, 36').

El Canarias no se vino abajo y trató de buscar el imposible gracias a su aportación exterior: triples de Fitipaldo y Abromaitis para un 70-77 que obligó a pararlo a Chus Mateo con tres minutos y medio por delante. En el intercambio de golpes (72-79) al Lenovo se le esfumaron sus últimas y pequeñas opciones con una falta en ataque de Guerra y un triple de Campazzo con la mano de Shermadini encima (72-82). Aún así, y rescatando su auténtico ADN, el cuadro aurinegro no bajó los brazos y luchó por rebajar lo máximo posible su desventaja. Esfuerzo estéril en el signo del marcador (76-82), pero sí fortificante por la imagen ofrecida en segundos 20 minutos, aquellos en los que se vio al Lenovo Tenerife de estos últimos años.

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