Más gasolina, pero combustión intermitente. El Lenovo Tenerife ha evidenciado que todavía no ha alcanzado el nivel necesario para tutear a un grande. Con mayor fondo que en el estreno en Málaga pero sin la continuidad necesaria -ni delante ni detrás- para hilvanar una serie mínima de aciertos, el cuadro canarista ha caído ante el Valencia Basket (86-94).
Después de un buen primer cuarto el equipo isleño fue desinflándose poco a poco (38-47 al descanso tras un gran 6/7 de su rival en triples en el segundo acto), llegando a tocar fondo a poco más de diez minutos del final (57-71). Aún así, y con todos los ingredientes para arrojar la toalla, el cuadro de Vidorreta apretó los dientes lo que su gasolina y fuerzas le dejaron. Entrega intermitente y que no le permitió nunca poner contra las cuerdas a su rival, aunque sí le dio para, al menos, llevar el duelo hasta un más que honroso 86-94 definitivo.
Muy discreto en el tiro exterior (7/24 en triples), y encontrando con muchas dificultades dentro a Shermadini (aún así el georgiano acabó con 21 puntos y siete rebotes para 28 de valoración), el Canarias trató de sobrevivir casi de forma exclusiva de sus tiros libres (29/34). Una vía donde brilló Jaime Fernández (10/11 para 16 puntos) pero a todas luces insuficiente para mirar a los ojos, y con garantías, a un adversario como el Valencia.
Pese a un 3+1 inicial de Jones (2-4) el Lenovo supo aplicarse atrás a base de ser férreo en los 1x1, mientras que delante tiró de la verticalidad de Fernández y Cook, y del acierto exterior de Doornekamp para tomar unas primeras ventajas (8-4), que fueron aún mayores cuando logró por fin encontrar a Shermadini cerca del aro (12-6).
Con dos bases en pista el Valencia, el Lenovo tuvo que lidiar con un rival más fluido, que explotó por un lado la buena mano de Davies y también la capacidad para buscar a un pequeño liberado cerca del aro. Sin dar con la fórmula para tapar esta vía de agua, y con varios lanzamientos seguidos de una dudosa selección, el conjunto isleño logró al menos mantener la delantera en el electrónico (15-14, 6').
Esa alegría que había ganado el cuadro taronja fue la que también adquirió el Canarias con la aparición en escena de Huertas y un Ristic efectivo en las finalizaciones cerca del aro para que los locales volvieran a su ventaja máxima (25-19, 10'). Renta que no creció, en buena medida, porque el Valencia incrementó su intensidad defensiva, en especial sobre un Salin al que ahogaron cada vez que recibió en el perímetro.
Ese acogotamiento canarista en ataque no solo se mantuvo en el segundo acto, sino que también llevó fisuras al plano defensivo de los de Vidorreta, que primero permitieron sendos triples liberados de Harper y Reuvers (25-25), y minutos más tarde volvieron a llegar tarde (Cook y Fernández) para evitar los aciertos de Claver y Robertson. En medio, y a duras penas, los isleños sumaron como pudieron para agarrarse a un duelo todavía igualado en el tanteador pero cada vez más empinado en sensaciones.
Anotaron Fitipaldo y Shermadini en finalizaciones casi a la desesperada, Doornekamp cuando prácticamente expiraba el reloj de 24, y también, aunque con varios regalos por el camino, desde el tiro libre. Insuficiente para igualar la producción de un Valencia que recurría a sus postes, si bien Davies tiró nuevamente de versatilidad (36-42, 18').
El Canarias se vio con la labor de intentar tapar un problema adicional, el creado por Jones llevando al poste a Huertas. No para definir, sino para generar ventajas al otro lado de la pista, como la aprovechada por Puerto para cerrar un cuarto casi inmaculado de los suyos desde el arco (6/7).
Totalmente nulo y sin ideas en ataque el Canarias cerró el segundo acto con 4/10 en tiros de campo, una sola canasta en más de cinco minutos y con cuatro pérdidas, cuando en el periodo inicial solo regaló una posesión. Con evidentes síntomas de bloqueo en el bando local, el Valencia no desaprovechó las dudas aurinegras y gracias a un parcial de 13-28 llegó al intermedio con un inquietante 38-47.
Aunque el Valencia llegó a disponer de 10 de colchón (2+1 de Puerto para el 40-50) y que a Shermadini le costaba un un mundo recibir dentro, el Canarias entendió que la única forma de optar al triunfo era tratar de igualar fuerzas con su rival... por muy limitado que fuera su arsenal físico. Gracias a su esfuerzo atrás el conjunto lagunero cerró la anotación taronja, a la vez que delante tuvo enormes dosis de paciencia para dar con Shermadini. Labró así el Lenovo un 9-0 que volvió a meterle en partido (49-50, 25').
Pero la recuperación fue efímera para los aurinegros, que con varios despistes seguidos debajo del aro (dos de ellos tras tiro libre) se vieron obligados a remar de nuevo (50-58), más aún tras cinco puntos de Robertson y un mate tras robo de Touré (55-68, 29'). Como el segundo cuarto, el peaje del esfuerzo previo fue tremendo para los laguneros, que apenas pudieron hacer una canasta en más de cinco minutos.
Solo el notable acierto en el tiro libre por parte de los locales (10/12 desde el minuto 25') dejó algo de suspense para el acto final (59-71) en medio de un partido cada vez más caldeado -y tedioso por culpa del Instant Replay-, con antideportivas y técnicas para ambos bandos. Sin capacidad para enlazar varias acciones positivas (3/9 en tiros de campo), sí volvió a explotar el Lenovo su puntería desde el 4,60 (6/6) para creer de nuevo en la victoria (70-76, 34').
Una convicción que no pudo ser plena porque el Valencia castigó, ahora sí, cada error de los locales para mantener su renta a buen recaudo (72-82, 36'). Un tiple errado por Doornekamp y una antideportiva de Cook fueron la puntilla definitiva para un equipo (76-88, 38') que, si bien no se descompuso ni dio síntomas de tener el tanque totalmente vacío, no tuvo argumentos suficientes como para opositar al triunfo.