El Lenovo, a 'liberar' a Huertas y a Shermadini

Como en la famosa película de Steven Spielberg inspirada en el desembarco norteamericano en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial, el Lenovo Tenerife tiene una misión este jueves en el Martín Carpena: en lugar de hacerlo con el soldado Ryan, le toca materializar el rescate de dos de sus soldados más importantes, Marce Huertas y Gio Shermadini. De lo contrario, las opciones de los aurinegros de alargar su serie de cuartos y jugársela el domingo a una carta en el Santiago Martín, serán escasas.

Las aportaciones tanto del base como del interior habían sido determinantes en los tres primeros duelos que este año dirimieron Lenovo Tenerife y Unicaja Málaga. Dos de estos choques iniciales se resolvieron a favor de los isleños. Solo se le escapó a los canaristas el de la final de la Copa del Rey, pero básicamente por el mal día en el tiro de tres, lo que le llevó a desperdiciar una renta de nueve puntos ya avanzado el tercer cuarto. Ahora, en los dos enfrentamientos más recientes, tanto el brasileño como el georgiano han ofrecido versiones en las antípodas de sus números más habituales.

Entre el encuentro de la primera vuelta en la Liga Endesa, el mencionado de la cita copera de Badalona, y el de la consolación de la Final Four de la BCL, el georgiano promedió 19 puntos (19/25 en lanzamientos de dos y 19/21 en tiros libres), 6,3 rebotes y 2,3 asistencias para 28 créditos de valoración. Se fue incluso Shermadini hasta los 36 de nota en el duelo inaugural de este serie, lo que le hizo ser acreedor del MVP de la decimoquinta jornada de la ACB.

Todo ha cambiado, sin embargo, desde hace 10 días. En la última visita canarista al Carpena, Ibon Navarro apostó por situar a Yankuba Sima sobre Shermadini. Una marca tosca, física... y muy efectiva. Una decisión que ha provocado que el interior del conjunto lagunero se haya encontrado muy incómodo, tanto para recibir como para ejecutar sus tradicionales movimientos cerca de canasta. Así, el aurinegro promedia 5,5 tiros en estos dos últimos choques; casi tres menos que en los tres anteriores.

Pero Navarro no ha fiado todo a la intensidad de Sima sobre Gio, que en ocasiones ha recibido la marca de hasta otros dos jugadores cajistas cuando le llega el balón dentro de la zona. El resultado: malos tiros, tapones recibidos (dos el pasado domingo) y la imposibilidad de sacar el balón (ninguna asistencia en estos dos encuentros) para algún exterior liberado. Este estado de desasociego lo ha extendido Shermadini a las contadas ocasiones en las que ha acudido al tiro libre: 4/9. Ni un 50% de acierto cuando su efectividad suele rondar el 90%.

En las dos derrotas ligueras contra el Unicaja Shermadini promedia 9,5 tantos (7/11 en tiros de dos), tres rebotes y tres pérdidas para 6,5 de valoración. Nada que ver con sus guarismos habituales.

En una situación parecida se mueve Marce Huertas. El brasileño no anotó tanto en estos choques directos hasta febrero, pero en cambio sí lo hizo con muy buenos porcentajes y, sobre todo, repartió mucho juego en forma de pases de canasta. Así, el paulista promedió 14,7 puntos (14/19 en tiros de dos), dos rebotes, 8,7 asistencias y 1,7 robos para 20,3 de valoración.

También se percató Ibon Navarro de que debía parar la sangría que le estaba produciendo el base canarista. Así, y al margen de tratar de desgastarlo incidiendo en una mayor verticalidad y número de revoluciones a la hora de jugar a campo abierto con Perry, el técnico vitoriano ordenó aumentar la presión defensiva sobre Huertas en el 1x1, con Alberto Díaz como principal ejecutor. A ello se unieron los continuos 2x1, con la ayuda de un grande, para que al brasileño le costara mover el balón con fluidez lejos de canasta.

Igualmente ha decidido el preparador del Unicaja impedir que Marcelinho pueda jugar el 2x2 con Shermadini. Así, los puntos, las asistencias y la valoración total (3,5 de media) ha bajado de manera alarmante en el director de juego aurinegro, que en nada se parece al baloncestista fluido y con una gran verborrea anotadora de las semanas precedentes.

Ahora, y tras ver como su rival ha logrado maniatar a sus dos principales referentes, Txus Vidorreta tiene cuatro días para dar con el antídoto. La misión: asaltar el jueves el Martín Carpena, rescatar la mejor versión de Huertas y Shermadini, y volver a casa para ganar la batalla definitiva del domingo.

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