Liga Endesa

El Lenovo Tenerife evita sustos y acaba cuarto

Pese a un errático arranque, el club isleño supera al Zaragoza (92-69) y mantiene la cuarta plaza para tener ventaja de campo en el 'playoff' contra el Unicaja

Bruno Fitipaldo deja atrás a Marcel Ponitka.

Bruno Fitipaldo deja atrás a Marcel Ponitka. / E. Cobos (ACB Photo)

Con susto de entrada por un comienzo muy errático (15-25), con varios sobresaltos físicos ya avanzado el duelo (Fitipaldo pareció el único afectado de cierta importancia), pero con mucha paciencia para acabar venciendo con suma solvencia (92-69) al Casademont Zaragoza. Los problemas iniciales en el triple (2/11) los corrigió el conjunto isleño (hizo luego 12/23), que gracias precisamente a ese acierto fabricó un parcial de 29-10 con el que se pudo en franquicia antes del descanso (44-35).

Ya mucho más suelto tras el intermedio, y dando continuidad a su producción exterior, los tinerfeños no pasaron mayores apuros, pudiendo incluso dar descanso a varios de sus hombres más destacados. Fue el caso de Huertas, que acabó con 16 puntos y seis asistencias, al igual que Shermadini, que pese a costarle arrancar finalizó con 15 tantos y tres rechaces. El domingo, a partir de las 20:00 horas, espera el Unicaja.

Por relajación ante un rival que no se jugaba nada, por el cansancio tras el esfuerzo realizado apenas 48 horas antes, o bien por un exceso de confianza sabedor de que debía ganar, la puesta en escena del Lenovo Tenerife resultó desastrosa. Un triple errado, dos pérdidas y una falta en ataque fue el saldo canarista en sus cuatro primeros ataques. Deficientes prestaciones que no desaprovechó el Zaragoza, tanto corriendo como encontrando, tras buenas circulaciones, a Mekowulu en hasta tres triples liberados, ya fuera desde las esquinas como frontal (3-13).

Sin opciones claras de dar con Shermadini dentro, trató de despertar el Canarias desde el perímetro (triples de Huertas y Doornekamp para el 12-15), pero precisamente el perímetro se convirtió en el mayor quebradero de cabeza de los locales, que empezaron a errar un lanzamiento tras otro desde el arco para llegar con un 2/11 al término del primer acto.

Por mucho que movió el banco (en siete minutos ya había usado a 11 jugadores), Vidorreta no dio con la tecla ante un rival no solo muy intenso atrás, sino que además mantuvo siempre un par de velocidades más, que también supo sacar ventajas en los 1x1, así como ganar la espalda y arañar alguna canasta de rebote ofensivo. De esta forma se vio el Canarias 10 abajo (15-25, 9'), y sobre todo -pese a quedar un mundo por delante- coqueteando con el miedo de que ver como su adversario se le podía subir a las barbas.

Una canasta de Fernández -tras una peleada recuperación entre el madrileño y Diagne- para cerrar el cuarto inicial (17-25) fue el chispazo que necesitaba el equipo tinerfeño para despertar. Así lo dejó patente en el arranque del segundo periodo. Ya con Shermadini de vuelta (solo tres minutos en el periodo inicial), el Canarias fue mucho más reconocible. Tanto porque supo conectar con el georgiano como por empezar a producir, ahora sí, desde el perímetro. Lo hicieron Fitipaldo, Huertas y Salin, que culminó un parcial de 16-3 para darle, por primera vez en todo el duelo, la delantera a loa isleños (31-28).

Con Sant-Ross sobre Huertas para tratar de minimizar la producción del brasileño (12 puntos y tres asistencias al descanso), el Zaragoza aguantó la poderosa embestida de los locales (35-35 tras un gran mate de Yusta), pero de nuevo golpearon los laguneros desde el perímetro (Fitipaldo y Doornekamp para un 5/9 y un 41-35) y también mostrándose muy intensos y cucos para hacerse con dos balones que recuperaron entre Doornekamp y Fernández.

Moviendo el balón sin perder nunca la confianza a pesar de las dudas iniciales (12 asistencias al intermedio), sin apenas pérdidas (solo una más después de las tres iniciales), con Shermadini aguantando muy bien a Mara, y siendo siempre fiable cerca de canasta con un 10/12 en tiros de dos, el cuadro canarista fabricó un parcial de 29-10 para obtener una renta cercana a la decena (44-35), que se quedó en siete al descanso (44-37).

Tuvo problemas de fluidez en ataque el Canarias a la vuelta de vestuarios. Espesura que se sacudió el cuadro isleño de un plumazo gracias a dos asistencias seguidas de Huertas para sendos triples de Abromaitis para alcanzar su máxima renta (50-39, 22'). Respondió Ross (50-44), pero entre Huertas, la presencia interior de Shermadini y un nuevo triple de Doornekamp tras una buena circulación aumentaron la ventaja hasta el 57-44 (26').

Ahuyentado ya por completo el susto inicial y pese a una nueva y agresiva disposición defensiva de los aragoneses, el Canarias llegó a ir 14 arriba (61-47), si bien su mayor preocupación comenzó a ser el aspecto físico. Y es que con apenas cuatro minutos de diferencia tuvieron que abandonar la cancha por sendos problemas físicos. Primero lo hizo Cook y luego Doornekamp (tras ser pisado por Mekowulu), en ambos casos con el tobillo izquierdo lastimado; y luego le tocó a Fitipaldo con lo que parecía un bocadillo en el lateral de su muslo izquierdo.

La situación pareció descolocar a los aurinegros (61-52), que sin embargo, y gracias a un robo de Cook finalizado con triple desde la esquina de Sastre, le permitió afrontar los 10 minutos finales con un colchón superior a los diez tantos (64-52). Ya dentro del parcial final, dos acciones productivas en el 2x2 de Huertas y Shermadini y dos triples de Sastre y Bolmaro terminaron de llevar al Lenovo a un estado de notable tranquilidad (74-56).

Ya con viento a favor, Vidorreta evitó riesgos mayores dando descanso a sus primeros espadas (Huertas y Shermadini). Sin bajar su tendencia anotadora, el Canarias se gustó con Diagne, Sastre y, sobre todo, un Bolmaro (89-64) castigado hasta ya iniciado el cuarto periodo, pero que ofreció el que seguramente haya sido su rato más consistente y efectivo con el Lenovo (89-64). Con el argentino recuperado para la causa, el conjunto lagunero cierra la fase regular con un triunfo trabado de entrada pero muy cómodo en la recta final para llegar con máxima confianza al playoff, que arranca el domingo, también en el Santiago Martín, contra el Unicaja.

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