El Lenovo tiene prohibido volver a 'perderse'

El Lenovo Tenerife se deja por el camino en el Carpena 23 balones, su peor registro en lo que va de temporada | La incisiva defensa del Unicaja obra 16 recuperaciones

Sastre trata de penetrar ante la defensa de Perry y Kalinoski.

Sastre trata de penetrar ante la defensa de Perry y Kalinoski. / E. COBOS (CBC)

En un partido relativamente discreto, al Lenovo Tenerife le condenó ayer su errático manejo del balón. En ocasiones por sus propios errores y en otras ocasiones por las trampas que le propuso su rival. En global los de Txus Vidorreta se dejaron por el camino 23 balones. Cifra prohibitiva si los isleños desean ser competitivos en el playoff.

Suele caracterizarse el Lenovo Tenerife estos últimos años por ser un equipo que mima el balón extremadamente bien. Por ritmo de juego y por no tomar más riesgos de los necesarios, los isleños suelen ser de los conjuntos que menos posesiones pierden. De hecho, los de Vidorreta acabaron la pasada fase regular con el mejor registro de toda la Liga Endesa: solo 11,29 regalos por duelo, cifra que además se colocaba como la cuarta más segura de toda la ACB en lo que ha transcurrido de milenio. La tendencia se ha mantenido por parte canarista en este ejercicio, con solo 12,28 pérdidas de media hasta ayer. Sin embargo, en el Martín Carpena llegó el borrón más significativo de toda la temporada.

Nada menos que 23 fueron las posesiones que se dejó por el camino el Lenovo Tenerife contra un Unicaja que exprimió al máximo la condición de ser el equipo que más balones recupera: esta vez 16, por encima de las 12 que promediaba hasta el momento. La alarmante cifra de regalos por parte de los aurinegros tuvo su punto culminante en dos tramos concretos del duelo: tanto de entrada como justo después del descanso, ya que en el primer cuarto los laguneros se dejaron por el camino siete balones, los mismos que también se comieron en los 10 minutos inmediatamente posteriores al intermedio.

Buena parte de este elevado registro, en concreto 10 posesiones, se focaliza en dos jugadores concretos, Marce Huertas y Gio Shermadini. El base se topó con continuos 2x1 lejos del aro, una presión que le obligó a retroceder en no pocas ocasiones y acabar pasando el balón en situaciones de mucho riesgo. Directamente relacionadas con este colapso en la centralita estuvieron las dificultades de los canaristas para conectar en la zona con su pívot de referencia, muchas veces tapados hasta por tres defensores cuando trataba de recibir el balón. Al margen de su media decena de pérdidas, el georgiano solo pudo realizar tres tiros a canasta y prácticamente no puso en práctica su habitual fórmula, cuando recibía ayudas, de invertir el balón para los lanzamientos de los exteriores.

Algún pase innecesario, y sendas pérdidas de Huertas y Fitipaldo en sus 1x1 contra Díaz y Perry son otros de los casos que se añadieron a un debe general en el que al menos el Canarias evitó un mal mayor: que su rival anotara a la contra y de manera copiosa. Por esta vía los de Ibon Navarro ya habían sacado 11 puntos, tanto en el choque de la primera vuelta como en el de la Copa del Rey. La cifra incluso fue mayor hace dos domingos, cuando los cajistas provocaron 16 pérdidas en los isleños, produciendo 19 a la carrera. Ayer se quedaron en cuatro para un cómputo global en los cuatro partidos de 45-12. Con al menos otros dos encuentros más por jugar contra el Unicaja, el Canarias tiene prácticamente prohibido moverse en estos números si quiere contar con opciones de meterse en semis.

Suscríbete para seguir leyendo