El Lenovo, ante una visita de transición

Un partido para pasarlo de la manera menos traumática posible. El Lenovo Tenerife afronta este domingo (11:30 horas) la visita al Real Betis, un choque que, a priori, debería ser propicio para los intereses de los laguneros. Por antecedentes más cercanos y, sobre todo, por la situación clasificatoria de ambos. Sin embargo, las condiciones en las que llega el cuadro lagunero a esta jornada liguera convierten este encuentro en el Municipal de San Pablo en un choque a saldar con el menor de los peajes. Que sea casi de transición.

Se presenta el conjunto aurinegro en Sevilla con solo nueve jugadores ante su plaga de lesiones en las posiciones de escolta y alero. Un número con el que le vale el inscribir en acta a solo tres jugadores de formación: Guerra, Rodríguez y Diagne. Son baja Joan Sastre, Jaime Fernández, y los últimos en caer: Leandro Bolmaro (esguince de tobillo, según indica el club) y Sasu Salin (aductor derecho). De esta manera no posee Txus Vidorreta ni un solo dos puro. La alternativa de emergencia podría ser, como ya ha ocurrido en no pocas ocasiones, simultanear en cancha a Huertas y Fitipaldo, pero eso llevaría a una minutada de los dos bases, un condicionante que evitará, sí o sí, el preparador del club tinerfeño.

Ante esta tesitura es previsible que Sergio Rodríguez y Elgin Cook bajen no pocos minutos al citado puesto de dos. La figura cada vez más habitual de que estén en pista a la vez Doornekamp y Abromaitis también tiene muchas papeletas de darse sobre el parqué de San Pablo. E incluso no sería descartable ver juntos a dos de los tres postes, como ya ha sucedido en pasajes muy esporádicos de finales de partidos.

Pero es que además, y a tenor de las palabras del propio Vidorreta al término del duelo del pasado miércoles, el conjunto lagunero protegerá lo máximo posible, y de cara a los encuentros venideros, a los efectivos que mantiene sanos. Es por ello que no sería de extrañar que el entrenador canarista dejara inédito a alguno de sus pupilos. El descanso del que disfrutaron Huertas y Shermadini en la última visita al WiZink para medirse al Real Madrid es el mejor ejemplo de ello.

Además, sin tener nada claro que a corto plazo pudiera reaparecer ninguno de los cuatro lesionados -Sastre parece el más próximo a ello cuando se cumplen ahora ocho semanas desde que se fracturara la muñeca-, si hay un partido en el que el Lenovo Tenerife deba hacer un esfuerzo algo mayor es en el del miércoles 12 en Manresa, donde trataría de cerrar su clasificación para la Final Four de la BCL. Una victoria que además le evitaría un tercer esfuerzo en estos cuartos de final, a todas luces contraproducente ante el estado actual de la plantilla. Una derrota en Sevilla, sin embargo, mantendría intactas las opciones de los canaristas -pese a la victoria de este sábado del Unicaja en Granada- de acabar en cuarta posición la fase regular.

Delante tendrá este domingo el CB Canarias un rival ante el que acumula 11 victorias seguidas. No caen los isleños contra los verdiblancos, ni en el Municipal de San Pablo, desde diciembre de 2015 (81-76), en uno de los dos únicos tropiezos aurinegros contra un adversario ante el que su balance desde la 12/13 es de 16-2. La otra derrota lagunera llegó, también a domicilio, en el ejercicio 13/14.

Otro factor a tener en cuenta también para los de Vidorreta es la enorme necesidad clasificatoria del Real Betis, casi toda la temporada en puestos bajos (es ahora penúltimo con cinco victorias en 25 partidos, y a dos triunfos más el average del Manresa) y que aún trata de digerir la marcha de su gran referente, Shannon Evans, al Valencia.

La baja del base norteamericano la han tratado de asumir los sevillanos con el paso al frente de BJ Johnson, así como con la impronta de varios fichajes, especialmente la de un renacido Tyson Pérez (17,2 puntos y nueve rebotes para 21,2 de media) y el descaro ofensivo de Jean Montero, que está firmando 15 puntos y cuatro asistencias por duelo. Con la recuperación de Báez, Fischer y Gerun, el técnico Luis Casimiro tendrá, incluso, que realizar un descarte. En una batalla tan desigual de efectivos, todo lo que no sea llevar el duelo a un baloncesto de bajas revoluciones sería un suicidio para el conjunto lagunero.

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