Una plaga sin precedentes

En los últimos cuatro años el Lenovo no llegaba tan mermado en una misma posición l> Solo hay dos antecedentes parecidos

Butterfield, defendido por Vildoza en el Baskonia-Lenovo de la 20/21. | |

Butterfield, defendido por Vildoza en el Baskonia-Lenovo de la 20/21. | | / ACBPHOTO

C. G.

Su visita al Baskonia del curso 20/21 -cuando tuvo que jugar sin sus dos principales bases- y el duelo de este curso contra el Girona -donde no estuvieron ni Shermadini ni Guerra- es lo más similar a lo que se encontrará el Lenovo en sus próximos partidos. 

Cuatro lesionados en una plantilla de 13 –que ya había soltado lastre llegando a un acuerdo para la salida de Iván Cruz– y además en una misma posición dejarían más que tocado a cualquier equipo. Eso es lo que le sucede al Lenovo Tenerife, obligado a reinventarse en sus siguientes encuentros para paliar las bajas de Fernández, Salin, Bolmaro y Sastre. Una situación sin precedentes cercanos en el bando lagunero, que tratará de buscar soluciones de emergencia.

El antecedente cercano y con mayores similitudes que se podría traer a colación en este caso es el vivido por los isleños en la segunda jornada de la Liga Endesa, cuando Shermadini no estaba aún recuperado de su rotura de fibras en el gemelo interno de la pierna derecha; a ello se unió la ausencia de su compañero de puesto, Fran Guerra, aquejado posteriormente de la misma dolencia tras el estreno liguero frente al Manresa. La buena actuación de Diagne –sobre todo ante Marc Gasol–, y algunos minutos de Iván Cruz permitieron que el Canarias sacara adelante su compromiso contra el Girona. Gio ya volvió para la tercera jornada.

También afrontó sin dos efectivos –Huertas y Shermadini– el Lenovo su visita al Real Madrid, si bien su baja fue una mera decisión de su técnico, que decidió preservar a sus dos capitanes generales antes de la Intercontinental. El resto de contratiempos físicos en el bando canarista se habían producido, hasta la fecha, de uno en uno. Cook se perdió las jornadas 16 y 17, y Sastre está fuera de combate desde justo antes de la Copa del Rey. Con la lesión de Jaime Fernández en el choque contra el Barça todo se le empezó a complicar al bando aurinegro.

Más atrás en el tiempo, concretamente en la campaña 21/22, la baja de Shermadini (entre las jornadas 4 y 8 de la Liga Endesa) por una lesión en la cadera no solo no coincidió con otro contratiempo físico, sino que el club se movió rápido en el mercado y contrató de forma temporal a Julian Gamble. Una contusión en un gemelo dejó fuera e combate a Kyle Wiltjer en la 32ª jornada, y unas molestias en la espalda invitaron al descanso a Joan Sastre en la última fecha de la fase regular. No hubo mayores sobresaltos.

Sí fue un poco más movida en la enfermería la campaña 20/21. Shermadini, Sulejmanovic y Cavanaugh hicieron pleno en los 41 encuentros, pero en cambio Vidorreta tuvo que lidiar con las molestias habituales de Santi Yusta, a lo que se unieron una rotura en el psoas que tuvo fuera de combate durante más de dos meses a Spencer Butterfield, y también contratiempos puntuales. Como aquellos que se alinearon al filo de la Navidad de 2020, coincidiendo con la visita de los aurinegros al Baskonia.

Aquel 20 de diciembre el Canarias ya viajó sin Aaron Doornekamp, que se perdió tres jornadas –prácticamente de las únicas en las que se ha ausentado en varios años– por culpa de una severa contusión en su rodilla derecha; pero es que tampoco pudo contar con el concurso de Bruno Fitipaldo, aquejado de una edema muscular en su abductor derecho. Para rizar el rizo no viajó Marce Huertas, que permaneció en la Isla para estar en el nacimiento de su tercer hijo. Sin sus dos bases principales, la dirección de juego ese día recayó en Álex López y en Butterfield, que dieron la cara pese a sufrir los empellones de la defensa azulgrana, que olió sangre y acabó sacando rédito en la victoria baskonista (79-72).

Dentro de esta nueva época canarista, el mayor sobresalto de la 19/20 llegó con la interrupción por el covid a mediados de marzo. Hasta ese momento, Txus Vidorreta no sufrió ninguna baja múltiple. Solo alguna puntual, como la de Sasu Salin –que coincidió con la no participación de Fran Guerra– en la exhibición anotadora aurinegra en Zaragoza (99-111); o la ausencia de Álex Suárez –por el fallecimiento de su padre– en el duelo contra el Estudiantes a la vez que se quedaban sin jugar Guerra ni Konate. Ya en la Fase Final de Valencia, y sin opciones de meterse en las semifinales, el preparador vasco optó por reservar en sus últimos encuentros a jugadores como Shermadini, Huertas, Dani Díez y Aaron White. Ahora a Vidorreta le tocará darle una obligada vuelta de tuerca más a su gusto por las rotaciones cortas.

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