Liga Endesa

El Lenovo se metamorfosea tras el descanso

Tras encajar 59 puntos en la primera parte, el club isleño se aplica atrás de forma sublime para firmar un parcial de 49-28 y derrotar de forma clara al Manresa (100-87)

Dos caras opuestas. Dos partidos completamente diferentes. Pero un final feliz. El Lenovo Tenerife ha sumado este miércoles su decimoctava victoria del curso en ACB tras derrotar al BAXI Manresa (100-87) en un partido donde los aurinegros fueron sometidos por su rival hasta el descanso (51-59). Pero tras el paso por los vestuarios, sin embargo, los aurinegros recuperaron sus mejores prestaciones defensivas, lo que les permitió voltear la situación y, con sendos parcial de 13-0 y 14-0, acabar venciendo con cierta facilidad a su oponente.

La gran actuación de Aaron Doornekamp (autor de 21 puntos y cinco rebotes), la interior de Shermadini (21 tantos y siete rechaces) y la de Huertas en la dirección (11 puntos y 10 asistencias) resultó determinante para un Lenovo que acabó con otros tres jugadores en dobles figuras de anotación: Salin, Doornekamp y Bolmaro, todos ellos con 10 tantos. Suma colectiva para seguir agarrado a la zona alta de la tabla.

Desde el arranque el partido se desenvolvió en un ritmo endiablado. Juego de ida y vuelta en el que dio de entrada el Lenovo Tenerife (triple y robo de Doornekamp), pero del que el Manresa, por simple inercia, sacó mayor tajada, en parte también porque Geben explotó su mano desde el exterior (6-9). Aceptó el envite el conjunto aurinegro, y lo hizo con argumentos gracias sobre todo a sus buenas prestaciones desde el perímetro (llegó a estar con 4/6) y a una demoledora puesta en escena de Aaron Doornekamp, autor de 12 puntos sin fallo en poco más de cinco minutos.

Con el empuje del canadiense el Canarias dio un pequeño estirón hasta el 19-13, logrando además que no hubiera la más mínima noticia de Harding, que ni había lanzado a canasta. Pero un momento de desconexión aurinegra metió de nuevo en partido a los catalanes (19-20), que también encontraron una vía de producción en el rebote ofensivo. Solo con un par de revoluciones menos en ataque el Lenovo le puso algo más de cabeza y volvió a tomar la delantera (25-20, 8').

Ventaja efímera, porque el BAXI volvió a acelerar el ida y vuelta para enlazar varias acciones positivas en el epílogo del primer cuarto y el inicio del segundo y construir así un parcial de 3-13 con el que alcanzó su máxima renta (28-33). En medio de la locura el Canarias aguantó con un triple de Bolmaro desde la esquina y un 2+1 de Abromaitis llegando desde atrás al rebote (36-35, 13').

Con su rival cada vez más cómodo (37-42 tras otro rebote ofensivo y una contra), y en un juego sin respiro alguno, al Lenovo le surgió un problema en forma de faltas en el alero, ya que en apenas 15 minutos Cook, Doornekamp y Bolmaro acumulaban dos personales.

Pese a la aparición de Salin (dos triples seguidos para el 45-44), el Canarias no logró nunca llevar el choque a sus dominios y vio como su rival le iba sacando de cuerda de una forma cada vez más manifiesta. Lo hizo siendo vertical (penetración de Harding), insistiendo en el rebote ofensivo (ocho puntos de segunda oportunidad hasta el descanso), y con un acierto sublime en el tiro exterior. Tanto, que cerró el cuarto con un inmaculado 5/5 (9/14 en el global de los 20 minutos), incluido el tercero de Dani García, sobre la bocina y desde el medio campo para el 51-59.

En un ritmo demoniaco -con la incomodidad que suponía para jugadores como Shermadini- y en un tanteador más propio de NBA que de ACB, el haber anotado una sola canasta en juego en los últimos cuatro minutos condenaba al Canarias a un sobreesfuerzo de cara a la segunda parte. Para remontar una desventaja salvable, pero sobre todo para variar por completo la tendencia del duelo.

Fue mucho más reconocible el Canarias en su puesta en escena a la vuelta de vestuarios. Más sólidos en sus primeras defensas -y cerrando su rebote-, los aurinegros tuvieron también algo más de paciencia delante, lo que les permitió dar con situaciones liberadas (triple de Doornekamp) y encontrar dentro a Shermadini (62-59 tras un parcial de 11-0).

La mejoría local en su lado de la cancha maniató al Manresa, que empezó a errar un tiro tras otro, la mayoría de ellos cerca de canasta. La serie visitante llegó a ser 0/13 (0/10 en lanzamientos de dos), pero de esa ceguera para ver aro se contagió el Canarias, que también desperdició hasta ocho triples seguidos. Así, cuando Steinberg rompió la sequía de los suyos tras casi ocho minutos y medio sin anotar en juego, el conjunto lagunero se vio de nuevo por debajo (62-63). Solo la productividad de Shermadini cerca del aro (esta vez con 6/6 en tiros libres), evitó que la sangría local en el rebote (seis segundas opciones para los del Bages en los últimos minutos del tercer periodo) generara estragos mayores para los de Vidorreta (68-67) antes del acto final.

Amagó con acelerar de nuevo el choque el Manresa corriendo todo lo que pudo y más (74-73), pero el Canarias se mantuvo firme, y pese al triple de Waczynski (76-76), el cuadro aurinegro fue igual de paciente que en los minutos previos, con el añadido de la aportación de Doornekamp (rebote para un 2+1 de Shermadini, y triple), dos técnicas señaladas al banquillo rival y la sabiduría de Huertas (asistir y anotar). Ya con las habituales prestaciones defensivas, el arreón canarista fue incluso mayor que el del tercer acto: 14-0 para el 90-76 con el Manresa sin anotar un solo punto en casi medio cuarto.

Con menos de cuatro minutos por delante, el ejercicio de sacrificio lagunero ya había dado su fruto. Metamorfosis defensiva sublime para revertir una complicada situación, casi ridiculizar en ataque a su oponente en los dos últimos cuartos (los de Pedro Martínez sumaban 21 puntos en a falta de un minuto para el final), darse el festín de llegar a la centena de puntos, y sumar así su decimoctava victoria del curso para seguir soñando con algo más que la cuarta plaza.

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