El Lenovo, sin alardes, mete un pie en cuartos de final

Con una salida demasiado blanda, con más errores de los habituales, permitiendo demasiados rebotes ofensivos (18) y yendo por momentos a rachas, pero el Lenovo Tenerife ha sacado adelante su tercer partido de la Round of 16. Victoria aurinegra contra un Bilbao Basket (78-66) que acabó tirando la toalla ante un parcial de 13-0 (62-46) entre el final del tercer cuarto y el arranque del último.

El triunfo, sin ser del todo brillante, sí permite a los de Txus Vidorreta poner un pie en la ronda de cuartos de final -pese a que el objetivo real de los isleños sea hacerlo como primeros para disponer del factor cancha-, y además llegar con buenas sensaciones a la primera gran cita del año, la Copa Intercontinental. Pese a que le costó aportar de inicio, Gio Shermadini acabó como el mejor jugador del Lenovo gracias a sus 22 puntos y siete rebotes, mientras que Bruno Fitipaldo fue el artífice de un necesario punto de inflexión y gracias a su acierto exterior (cinco triples) finalizó con 19 puntos.

El Lenovo Tenerife se exige la victoria

La puesta en escena canarista fue fría y errática. No tanto porque su rival supo colapsar los espacios, ni tampoco porque el Lenovo Tenerife se empeñó en desperdiciar tiros que no suele, en especial por parte de Shermadini y Huertas, hasta el punto de que los aurinegros solo sacaron tajada de uno de sus seis primeros ataques. Pero el verdadero problema de los isleños estuvo, de entrada, en su lado del campo.

Pese a un par de buena defensas, los de Vidorreta comenzaron a hacer aguas en su propio rebote, permitiendo a su rival varios rechaces ofensivos, seis en el cuarto, que los de Ponsarnau castigaron con otros tantos puntos de segundas opciones. Flojo debajo del aro (encajó diez tantos en pintura en el acto inicial), el cuadro tinerfeño también tuvo problemas en el perímetro, con Cook llegando muy tarde a la marca de Rabaseda (9-13, 8'). La ausencia de las revoluciones necesarias quedó patente, también, en que el Lenovo tardó más de nueve minutos en cometer su primera personal.

La entrada en cancha de Fitipaldo ya había dado otro aire al ataque aurinegro. El uruguayo asumió la responsabilidad ofensiva y con su acierto exterior no solo mantuvo cerca a los suyos sino que con su 3/3 desde el 6,75 (11 puntos) le dio la delantera por primera vez en todo el encuentro (21-19, 12'). A ese cambio de tendencia se unieron Huertas y Shermadini (que también ayudó atrás con varios 2x1 lejos del aro) para un pequeño estirón en forma de parcial 12-1 para el 28-20 (16').

Ahí el partido se espesó por completo. Por el ritmo y lo trabado de los ataques, y porque ambos conjuntos acumularon muchos más errores que aciertos para anotar a cuentagotas -generalmente desde el tiro linre- y dentro de unos porcentajes horrendos: el Bilbao llegó al intermedio con un 10/32 en tiros de campo. Sin cerrar por completo la grieta de su rebote defensivo (aunque el cómputo global favoreció al intermedio a losa bilbaínos por 14-23), los isleños sí minimizaron la producción rival en segundas opciones a pesar de que por esa vía llegaría un triple de Ubal.

Evitaba así el canterano del Barça que la ventaja canarista al descanso fuera mayor después de un par de acciones de verticalidad y acierto de Jaime Fernández (33-29). Ventaja momentánea, pero sensaciones discretas para un Lenovo sin la fluidez necesaria en ataque ni la solvencia defensiva suficiente.

Repitió pecados iniciales el Canarias a la vuelta del intermedio, permitiendo hasta cuatro rechaces ofensivos a un rival que no desdeñó el regalo para firmar un 0-7 y volver a ponerse por delante en el marcador (33-36). Si bien Abromaitis se encargó de frenar la caída, fue Shermadini el que tomó el mando de las operaciones: finalizando una buena circulación, rebañando un rebote ofensivo y sabiendo culminar sendos 2x2 con Fitipaldo. Con un nuevo triple del uruguayo y los ocho puntos del pívot aurinegro el Lenovo volvió a poner, con un parcial de 14-3, tierra de por medio y llevar el partido a una situación de mayor comodidad (47-39, 27').

Con un triple de Smith el Bilbao pareció realizar un nuevo intento de seguir agarrado al partido, pero entre un par de pérdidas de los de Ponsarnau y que el Canarias rentabilizó a la perfección una antideportiva sobre Salin sin el balón de por medio (dos libres del finés y triple de Doornekamp), el cuadro lagunero volvió a escaparse. Esta vez ya de firma definitiva, toda vez que el propio Sasu anotó de tres para cerrar ese tercer acto y también para abrir el capítulo final. El 13-0, para el 62-46, dejó herido de muerte pese a que por delante todavía restaran más de nueve minutos.

Y trató de salir entre las cuerdas el conjunto vizcaíno, llegando a ponerse a ocho tres triple de Smith (66-58, 35'). Pero Vidorreta no quiso sustos y lo frenó con un tiempo que permitió a los suyos recuperar el tempo y la clarividencia necesarios para hilvanar tres ataques positivos: 73-60. Una canasta de Shermadini y el quinto triple de Fitipaldo le dieron carpetazo a un partido sin historia en su epílogo. Casi sin solución de continuidad al Canarias toca pensar en la Intercontinental.