El Lenovo, a 'guardar provisiones' antes del crudo invierno

Con el choque que disputa este martes (19:30 horas, Santiago Martín) el Lenovo Tenerife da inicio a cuatro semanas que serán de vértigo para el club lagunero. Un lapso de tiempo que se prolongará, en el mejor de los casos, hasta el 19 de febrero, y en el que los de Txus Vidorreta estarán en disposición de luchar por dos títulos: Intercontinental y Copa del Rey. Pueden ser un máximo de nueve los encuentros que deban afrontar los isleños en este corto tramo del curso, con el añadido de que gran parte de ellos -hasta seis- serían a vida o muerte.

Pero antes de ese todo o nada el Lenovo afronta otros compromisos que sin poseer la etiqueta de vital, sí giran entrañan un notable valor. Los tinerfeños se topan con la posibilidad de hacer, cual hormiga ante el crudo invierno, acopio de victorias que le servirían de colchón ante posibles distracciones o bajones físicos que pudieran producirse por los compromisos de mayor enjundia. El de este martes, en la visita a Los Majuelos del UCAM Murcia, es el primero de dichos duelos.

Le vendría de perlas al cuadro lagunero resolver de forma favorable su estreno en el Round of 16 de la BCL para adelantar trabajo en su propósito de acceder a cuartos de final. Hacerlo ahora y al amparo de la afición aurinegra, se antoja, al menos sobre el papel, algo más sencillo que realizarlo dentro de una semana contra el Darussafaka en Turquía, y también más factible que materializarlo el 7 de febrero, cuando los canaristas reciban al Bilbao. Solo 48 horas después de visitar al Real Madrid, y con las semifinales de la Intercontinental a la vuelta de la esquina: viernes día 10.

Más allá de esa hipotética victoria que a la larga puede valer su peso en oro, el arranque de esta segunda fase de la BCL también es la excusa perfecta del Lenovo para saldar cuentas con su rival de turno... y consigo mismo. Y es que hace apenas tres semanas los laguneros se llevaron en Murcia el que ha sido, hasta ahora, su revolcón más grosero de esta campaña: 85-64. En su visita al UCAM el Canarias solo mostró cierto deseo hasta el inicio del segundo cuarto (15-23), pero a partir de ese momento una evidente apatía permitió a su rival anotar y rebotear (20 capturas en aro ajeno y 44 puntos en pintura) con suma facilidad. Fueron las líneas maestras de los de Sito Alonso para hacer que el Canarias se derrumbara como un castillo de naipes.

Pero al margen de la imperiosa necesidad de aplicarse en la lucha por el rebote, el Lenovo también está obligado este martes a evitar un partido de ida y vuelta. Un escenario donde se sienten cómodos buena parte de los jugadores pimentoneros. Desde Radovic (al que en Murcia no lograron frenar ni Abromaitis ni Doornekamp), hasta sus jugones (Trice, Davis y McFadden), lo que requiere de una mayor implicación de los pequeños atrás. Labor aún más complicada con la consabida baja de Elgin Cook. Que la producción ofensiva no se limite a la dupla Huertas-Shermadini (hicieron entre ambos 35 de los 64 puntos aurinegros en el duelo liguero), y un mayor acierto en el tiro de tres (3/19 el pasado 6 de enero) son igualmente claves para la suerte final del duelo.

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