Liga Endesa

El Lenovo Tenerife reedita su tradicional cita con la Copa del Rey

El conjunto lagunero, liderado por Shermadini y Fernández, doblega al Unicaja en un partido muy sufrido (91-84) y certifica su presencia en la cita de Badalona, a la que tratará de llegar como cabeza de serie

El Lenovo Tenerife no falla, por su séptima temporada consecutiva, a su cita con la Copa del Rey. En un partido en el que tuvo que sufrir hasta la extenuación (se vio nueve abajo antes del descanso tras recibir un parcial de 4-21), el cuadro lagunero acabó doblegando al Unicaja Málaga gracias a un gran segunda mitad (91-84). Con su undécima victoria en 15 jornadas el cuadro de Txus Vidorreta oposita igualmente a plantarse en la cita de Badalona como cabeza de serie, condición para la que ya depende de sí mismo en las dos jornadas que restan de la primera vuelta.

Un notable arranque de primer y tercer cuartos resultaron claves para los aurinegros, que sacaron partida de la superioridad interior de un Gio Shermadini que recordó a sus días más descomunales (25 puntos, siete rebotes y dos asistencias para 36 de valoración), así como a la determinación de un Jaime Fernández motivado ante su exequipo (23 puntos y 12/12 en tiros libres) y que apareció en momentos claves para poner la puntilla.

El arranque de partido fue vertiginoso. Un inicio en el que el Canarias demostró tener marcada a fuego una consigna: tratar de explotar el 2x2 con Huertas y Shermadini. Y así hicieron los aurinegros, que gracias a esta fórmula -sobre todo mediante la finalización del pívot georgiano- lograron 12 de sus primeros 14 puntos. Suficiente para llevar la delantera en el electrónico (14-11), pero por un escaso margen toda vez que pese a buenas defensas en el 5x5, el Unicaja trató de hacer daño en el rebote ofensivo y corriendo.

También trató de llegar el Canarias en primera oleada (triple de Doornekamp para el 17-11) y aunque Fitipaldo gastó dos tiros muy alejados, los aurinegros recurrieron a la verticalidad de Sastre y Fernández para elevar su renta hasta los nueve (21-12). Los laguneros demostraban que también saben funcionar en un registro alejado de su ritmo habitual.

Pero ahí al Lenovo se le bajó la persiana. Atrás -con Guerra pinchado en los bloqueos- fue muy permisivo con los triples frontales (21-18), y en ataque -tras haber anotado siete de sus primeros nueve lanzamientos- le empezó a quemar cada balón, para acumular un total de cinco pérdidas en el primer acto y ofrecer una selección de tiro muy deficiente. El bache continuó, ya en el segundo periodo, hasta el 21-22 (0-10 de parcial) y aunque Shermadini rompió la mala racha, la sequía se prolongó de forma alarmante.

La travesía en el desierto también tuvo mucho que ver con la dureza defensiva del Unicaja, que pese a meter una mano tras otra solo acumulaba tres faltas (una de ellas en ataque) después de 13 minutos. En ese abrupto tramo, y con Abromaitis fuera de combate por una brecha en la cabeza, Shermadini no fue contundente finalizando, Barreiro anotó tras rebote ofensivo y Ejim sacó tajada de su versatilidad (triple y 2+1) para llevar el parcial hasta un más que preocupante 4-21 y un global de 25-33.

Al rescate salió Shermadini con cuatro puntos (16 al descanso) y una asistencia para un triple de Fernández que volvió a apretar el encuentro (32-33). Sin embargo, todo ese esfuerzo para frenar la caída quedó en nada porque a la vuelta de un tiempo muerto de Ibon Navarro, y en apenas dos minutos, el Unicaja obró un 0-9 para el 32-41.

Segundo momento crítico del duelo para los aurinegros, que ahí apretaron los dientes para tratar de salvar los muebles. Sin apenas noticias del tiro exterior (1/3 tras casi ocho minutos), Jaime Fernández, yéndose hacia dentro, trató de liderar la recuperación. Certeros en los libres (12/12 al intermedio) y con un triple del base madrileño, el Canarias cogió aire (41-44), pero algunos desajustes defensivos y la imposibilidad de sentirse del todo cómodo ante la pegajosa marca de su rival le impidieron llegar al descanso en una mejor situación (41-46).

La puesta en escena canarista a la vuelta de vestuarios fue más que notable, rescatando el librillo del comienzo del encuentro: buscar, sí o sí, a un Shermadini que aceptó de buen grado la confianza con cinco puntos seguidos (46-46). A ese impulso le dio continuidad Salin con su primer triple (49-46), y aunque el Canarias reeditó algunos despistes defensivos, otro triple de Salin llevó el parcial hasta el 15-4 (56-50).

Con Shermadini en modo MVP (llegó a estar en 37 tras seis minutos del tercer acto), el buen momento de los aurinegros tuvo continuidad gracias al descaro de Fernández (63-55, 26'), que durante unos minutos capitalizó los ataques de los aurinegros pese a que su fluidez no era tan evidente como la de los instantes anteriores (67-59). Con el Unicaja haciendo daño a la carrera (triple de Kalinoski para el 67-64), el Lenovo esquivó cualquier repetición de lo que ya había sufrido gracias a su paciencia en ataque (solo una pérdida en todo el periodo) y un triple de Fitipaldo (4/7 de todo el equipo en esos diez minutos) para afrontar ocho arriba el acto final (72-64).

Llegó el Canarias a disponer incluso de su máxima renta en todo el partido gracias a una buena finalización de Guerra (74-64), pero los aurinegros no terminaron de rematar al Unicaja. Y es que si ya estaba sufriendo mucho más de lo habitual en los cambios defensivos tras bloqueo, más se descolocó cuando Ibon Navarro trató de darle la vuelta al calcetín al jugar sin un cinco nato cuando Vidorreta se disponía a devolver a cancha a Shermadini.

Un par de faltas en ataque ayudaron a que los laguneros entraran muy pronto en bonus (a 6'30”), situación que a su vez ayudó al Unicaja a mantenerse con opciones (78-73), antes de un triple y adicional de Doornekamp para el 82-73 a cinco minutos del final. Ahí apostó también Vidorreta por jugar sin poste, pero los suyos no pudieron rematar la faena en un escenario donde empezó a haber más errores que aciertos. Desatinos que fueron algo mayores en el bando canarista (83-80), que durante casi cuatro minutos sobrevivió con tres escasos tiros libres (85-80 tras un 25/26).

En el momento de la verdad el Canarias quiso acabar como empezó, con Huertas asistiendo dentro para Shermadini. El georgiano anotó la primera (87-80), pero no así la segunda y dio una vida extra al Unicaja liderado por Perry (87-84, a 37”). La puntilla la puso Jaime, al que no le tembló el pulso para anotar, contra tabla, el 89-84 casi definitivo antes de que Huertas, con un robo y una canasta a la media vuelta hiciera el 91-84 final para certificar el pase copero del Canarias.