El Lenovo Tenerife sufre su segunda derrota

Un desastroso último cuarto, tanto en defensa como en ataque, condena al equipo de Txus Vidorreta ante un Joventut de Badalona que le endosó un parcial de 30-12 con el dominicano Andrés Feliz como protagonista

Elgin Cook y Gio Shermadini intentan evitar un tiro cómo de Ante Tomic en el partido de ayer

Elgin Cook y Gio Shermadini intentan evitar un tiro cómo de Ante Tomic en el partido de ayer / EFE (Andreu Dalmau)

Un desastroso último cuarto condena al Lenovo Tenerife a sumar su segunda derrota (78-69) de la temporada ante un Juventut de Badalona que le desarboló en su juego en este tramo gracias a una exigente defensa que impidió a los tinerfeños mover el balón con la solvencia habitual que le ha permitido reponerse en los momentos más complicados.

Eso, y un mejor criterio ofensivo de los verdinegros en los instantes finales, con un grandioso Andrés Feliz (17 puntos), artífice de la reacción local y de un espectacular parcial de 11-0 en los últimos cuatro minutos de partido –un 30-12 en el global del parcial–, echó por tierra el trabajo de los tres primeros cuartos en los que sin jugar ni mucho menos bien, los de Vidorreta consiguieron controlar a los locales, no sin problemas, con algunas ventajas ante un equipo al que conocía bastante bien.

La falta de puntería (22/64 tiros de campo con un 9 de 36 de acierto desde la línea de 3 al final del encuentro) más una debilidad defensiva flagrante son el resumen final de un encuentro que solo se decidió en el último cuarto, precisamente el que acabó con las opciones canarista.

Por otra parte, destacado fue que a falta de 2:41 para el final (71-67), el partido se tuvo que parar al recibir Bruno Fittipaldo un codazo en lance con Joel Parra que lo dejó literalmente grogui, y del que tuvo que ser asistido durante varios minutos y la pista y luego fue sacado en camilla camino del hospital para hacerles las pertinentes pruebas. Sin duda, un golpe anímico para su parroquia.

A pesar de esta dura derrota, el Lenovo Tenerife sigue comandando la clasificación en espera de lo que ocurra este domingo y mirando de reojo el enfrentamiento con el Real Madrid de la semana que viene (día 18) que se disputará en el pabellón Santiago Martín.

En el primer cuarto, Vidorreta jugó con la estrategia, metiendo a Bruno Fittipaldo en el quinteto titular para evitar las trampas de un Joventut que se presentaba con hasta tres bajas (William Howard, Simon Birgander y Guillem Vives) y que no iba a permitir al brasileño Marcelinho Huertas ser protagonista desde el principio.

Lo cierto es que tras unos instantes de igualdad, el control del rebote y el buen acierto de Elgin Cook permitió a los tinerfeños sumar las primeras ventajas, la más importante, la renta de 10 puntos lograda (9-19, 3:14) gracias al acierto del tiro exterior y a las situaciones creadas para el norteamericano, el más entonado del partido.

Ante este panorama Carles Durán se vio obligado a pedir su primer tiempo muerto... y fue un acierto, ya que un parcial de 7-0 con Kyle Guy como protagonista principal, le permitió al Joventut minimizar el destrozo aurinegro y llegar al final de cuarto con tres puntos de desventaja (19-22) ante el claro malestar del entrenador vasco.

En la reanudación, la situación no mejoró para los intereses tinerfeños, que entró en la vorágine de falta de acierto en la que le había metido el Joventut tras elevar este su defensa y apostar por un juego más lento y mucho más físico. Le dio resultado, ya que en Lenovo ya sumaba un 1/7 desde el triple y encima los locales lograban ponerse por delante por primera vez 28-27 (4:01).

Estaba claro que si el Canarias quería la victoria se tendría que poner el mono de trabajo para cortar la insurrección de los del Olimpic de Badalona, pudiendo solventar por la mínima la situación creada al llegar al descanso (32-34). Estaba claro de qué partido se trataba, uno igualado, con mucha tensión y muy poco acierto.

En la reanudación, Txus Vidorreta apostó claramente por cargar el juego en el interior para abrir la cancha y dar la posibilidad de conseguir tiros liberados para sus hombres exteriores. A pesar de un triple inicial de Ellenson (35-34), el Canarias mejoró con la nueva disposición. Gio Shermadini, primero, y Fran Guerra, después, permitieron al equipo ir mejorando la situación en la cancha, siendo catalizadores del balón lo que permitió poco a poco retomar las ventajas del primer cuarto (41-47) por el acierto de Doornekamp principalmente, con lanzamiento triple incluido.

Las ventajas se situaban entre los seis y los dos puntos, pero la irrupción del mejor Marcelinho Huertas a la hora de mover, dividir la zona con tiros de cuatro metros y su tiro de 3, permitió a los suyos consolidar una ventaja de nueve puntos (48-57).

Parecía que el equipo había reaccionado definitivamente. No jugaba como los dioses, pero sí tuvo mucho más claridad en ataque y en defensa se ganó en el rebote y sumaba desequilibrios a los bases aurinegros.

Pero llegó el último cuarto. Sumó Joan Sastre la primera canasta que ponía la máxima diferencia en el marcador (48-59), pero aparecieron, primero, la figura de Pau Ribas con dos canastas seguidas, y después la estelar del dominicano Andrés Feliz. Entre ellos un parcial de 9-0 (57-59) que obligaba a Txus Vidorreta a pedir tiempo muerto.

Tras un triple de Marce, el Lenovo se metió en problemas al cometer su cuarta falta de equipo a 6:26 de la finalización. Cambió absolutamente todo, ya que en este punto, tras un intercambio de canastas entre los dos grupos y un empate a 67, dos puntos de Ante Tomic iniciaron el arreón final de los locales (71-67) solo interrumpido a 2:41 con la lesión del uruguayo Bruno Fittipaldo tras recibir un codazo sin intención de Joel Parra que lo llevó a ser trasladado al hospital.

En ese momento el parcial del cuarto era un 23-10 y los tinerfeños cargaban con un 9/31 desde el triple y la defensa hacía aguas sin que pudiera contener el ataque verdinegro. Por dinámica ya parecía que el Lenovo iba a perder el partido y así sucedió, consumándose un parcial de 11-0 (78-67) que daba por terminado el partido y con un solo protagonista: Andrés Feliz.

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