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CB Canarias

La importancia de empezar bien

Hacía 45 meses que el Lenovo no dejaba a su rival al descanso en tan pocos puntos

Jaime Fernández trata de robar el balón a Francis Alonso. | | ACB PHOTO

No esconde Txus Vidorreta que le gusta arrancar bien sus temporadas. Confianza en su libro de estilo, acumulación temprana de victorias para evitar apuros posteriores y, como ha ocurrido casi siempre en su etapa en el Lenovo Tenerife, destacado posicionamiento de cara a uno de sus principales objetivos del curso, estar presente en la Copa del Rey. Este curso, con varias piezas nuevas y la llegada tardía de no pocos jugadores a causa de los compromisos con sus selecciones nacionales, la empresa se antojaba aún más complicada. Pero tras las siete primeras jornadas el conjunto canarista ha vuelto a ser fiel a lo que va camino de convertirse en una tradición, pero además con un extra: empieza a añadir a sus prestaciones unas notables puestas en escena. La de ayer, en unos guarismos que no firmaba el conjunto isleño en Liga Endesa desde hacía exactamente 45 meses.

Dentro de un partido muy espeso en líneas generales, la aplicación defensiva aurinegra en el choque de la séptima jornada fue de tal calibre que logró que el Bilbao Basket alcanzara el descanso con solo 23 puntos anotados. Al intermedio los de Jaume Ponsarnau habían firmado una carta de tiro de solo ocho aciertos sobre 29 intentos (2/11 en triples), un debe al que sumaban siete pérdidas, la mayoría de ellas provocadas directamente por una asfixiante defensa canarista. Tal fue el colapso provocado por los tinerfeños en su adversario que el cuadro vizcaíno estuvo sin anotar un solo punto en los últimos cinco minutos y 40 segundos previos al descanso.

El Lenovo logró que el divorcio del Bilbao con el aro se extendiera durante casi cinco minutos más del tercer periodo, en el que los de Ponsarnau solo fueron capaces de aportar una canasta y dos tiros libres (44-27). El apagón se reprodujo para los visitantes en el tramo final del choque, hasta el punto de que –sin contar el triple final de Rabaseda–, el Bilbao solo fue capaz de anotar un solo punto en más de cuatro minutos.

Esos 23 tantos encajados ya tuvieron una especie de ensayo hace solo dos semanas con motivo de la visita del Canarias a la cancha del Barça. Ese día el cuadro isleño dejó a los culés en 27 tantos al descanso (10+17). Unos números como resultado de una reacción de amor propio y a la vez al lógico toque de atención tras la nefasta puesta en escena protagonizada solo cuatro días antes en Grecia, donde el Peristeri fue capaz de anotar 57 puntos en los dos primeros cuartos.

Subsanada esa vía de agua –que también dejó ver fugas en el duelo contra el Obradoiro, con 43 tantos en contra hasta el descanso–, el Lenovo alcanzó ayer números que no había firmado en más de 130 encuentros ligueros. Para encontrar una salida defensiva mejor de los laguneros en ACB hay que remontarse hasta el 6 de enero de 2019, cuando en la visita al Unicaja el Canarias se fue al intermedio con un favorable 22-30 (12 puntos recibidos en el primer cuarto y 10 en el segundo). El partido lo acabaron ganando los aurinegros con suma facilidad (61-78). Para dar con el antecedente más bajo en la nueva etapa en ACB de los canaristas hay que irse al Fuenla-Canarias de la 17/18, cuando el electrónico tras 20 minutos registraba un 16-44.

Para Txus Vidorreta, el caso de ayer se engloba dentro de una mejora general sin un nombre en concreto. «Sabía que tanto Cook, como Abromaitis y Diagne nos permitirían dar un paso adelante, pero la sensación es que hemos dado más de uno», admitía el técnico ayer. «Estamos muy contentos porque era una apuesta que sabíamos que necesitábamos si queríamos mantenernos al alto nivel al que venimos rindiendo en los últimos años», explicó, para reconocer igualmente que «este paso adelante está haciendo que otros jugadores también demuestren esa habilidad defensiva, como la que han tenido siempre Sastre y Doornekamp, al margen de Salin y Fitipaldo». Una inercia que provoca que «incluso jugadores que brillan más en ataque como Marce, Jaime y Gio se pongan más las pilas». «Y ahí es donde está el salto cualitativo tan importante; que somos muy sólidos como equipo a nivel defensivo, independientemente de los especialistas que tengamos», añadió.

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