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El liderato no admite otro resbalón

El Lenovo Tenerife visita al Bnei Herzliya con la necesidad de sumar la victoria y mantener así intactas sus opciones de acabar primero de su grupo para evitar el ‘play-in’ | El excanarista Julian Gamble, reclamo en el cuadro israelí

Moussa Diagne intenta pasar en un partido ante el Gran Canaria. CARSTEN LAURITSEN

Aspirar a la primera plaza del Grupo H con cuatro victorias se antoja un ejercicio tan arriesgado como dependiente de combinaciones matemáticas. Es por eso que el Lenovo Tenerife no puede permitirse –al menos de momento– más deslices en su propósito de acabar líder en esta fase inicial de la BCL 22/23. El feo tropiezo –por su pobre puesta en escena– sufrido hace dos semanas en su visita al Peristeri deja al cuadro de Txus Vidorreta sin apenas margen de maniobra en las cuatro jornadas que el restan. Hoy, en su choque en la pista del Bnei Herzliya –el sexto a domicilio en sus nueve primeros duelos oficiales–, el conjunto canarista debe sumar para mantener a buen recaudo su objetivo inicial en este torneo continental. Reto que no solo le evitaría jugarse su supervivencia en un cruce al mejor de tres partidos, sino que no saturaría aún más el ya de por sí exigente calendario que le espera a los laguneros en los primeros compases de 2023.

Puestos en sobreaviso tras su horrendo comienzo en suelo heleno en la última jornada, el Canarias está obligado a un buen arranque. Inicio que deber suponer la continuidad de los 20 magníficos minutos finales ofrecidos el pasado sábado en el Gran Canaria Arena. Dos grandes cuartos en los que mucho tuvo que ver la intensidad defensiva de los isleños, la misma que necesitarán hoy para poder hacer frente a un rival tremendamente físico. El refuerzo moral añadido gracias a su golpe sobre la mesa en el derbi canario también debe servir como añadido intangible para que los laguneros sumen su segunda victoria en esta Champions.

Bnei Herzliya - Lenovo

Para ese esfuerzo físico la ampliación de su ya de por sí profundo fondo de armario es clave para el Lenovo Tenerife. Por un lado, la recuperación de Fran Guerra –si bien su presencia en Gran Canaria fue casi testimonial–, y por el otro el paso al frente que parece haber dado Moussa Diagne. Mayor presencia, numérica y cualitativa, en el juego interior sin la necesidad de una dependencia de Shermadini. Con los tres cincos disponibles, Vidorreta se verá, por primera vez este curso en la BCL, ante la tesitura de realizar un descarte, que bien podría ser un cupo al disponer los laguneros un total de seis, frente a los cinco que obligan en acta las normas de la BCL.

Delante tendrá el cuadro aurinegro a otro rival físico. Sin una historia demasiado larga, el Bnei Herzliya está opositando a ser alternativa de poder en Israel, hasta el punto de que el pasado curso se llevó la Copa y además fue subcampeón liguero tras tumbar en semifinales al Macabbi Tel Aviv. Este curso presenta una cuenta equilibrada de victorias y derrotas: 2-2 en la Winner League israelí, y 1-1 en la BCL, donde viene de ganar al Rytas (90-85) tras levantar 17 puntos de desventaja en el primer cuarto.

Con el ex del Fuenlabrada Maurice Kemp como máximo referente –es tercero en anotación y en valoración en esta BCL con 23,5 puntos y 26 créditos respectivamente–, otro de sus focos de atención es Julian Gamble, que tuvo un más que aceptable paso de dos meses por el Canarias hace un par de cursos. El pívot norteamericano y Briante Weber son sus recientes y necesarias incorporaciones para paliar las lesiones de Quinton Hooker y Robert Carter, llamados a ser titulares indiscutibles. Minimizar los puntos extras que ambos puedan aportar será otro de los aspectos claves para que el Canarias salga hoy airoso de tierras israelitas.

Sastre: «No podemos repetir errores»

Al menos en la teoría, la plantilla del Lenovo tiene claro que ha «aprendido de los errores cometidos contra el Peristeri para no repetirlos» hoy. Así lo expresa Joan Sastre, que califica al Bney Herzliya como «rival difícil», del que recuerda que «mantiene gran parte del bloque» que el pasado curso logró el «subcampeonato de liga y el título de la Copa». «Los encuentros fuera de casa en la Champions siempre son complicados, sobre todo en una fase de grupos tan corta, por lo que este partido es muy importante para nosotros», recalca el escolta balear. Se espera Sastre un adversario «muy físico y muy duro», un equipo que juega «con mucha intensidad». «Nuestro objetivo debe ser igualar su dureza para tener opciones de ganar. Es verdad que debemos hacer nuestro juego, pero una de las claves contra este tipo de rivales es igualarles la intensidad, porque de lo contrario los partidos se nos complican. Ya hemos jugado varias veces contra este tipo de equipos por lo que sabemos lo que hay que hacer para ganar», añade Sastre.

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