El Lenovo Tenerife regresa a la normalidad en la Basketball Champions League. Tras el revolcón sufrido hace dos semanas en su visita al Peristeri, el cuadro lagunero recuperó sus mejores prestaciones en el torneo continental para sacar de la pista al Bnei Herzliya (57-95) y sumar su segunda victoria que mantiene intactas todas sus opciones de acabar como primero la fase de grupos.

Los aurinegros no tuvieron un gran arranque (10-4), pero a base de paciencia (27 asistencias) y cuando encontraron acierto exterior (7/7 en triples en el tercer acto y un 16/31 global) no solo estabilizaron la situación, sino que también pusieron tierra de por medio. Un parcial de 12-40 entre el final del segundo periodo y el arranque del tercero dejó sentenciada la contienda (43-77, 29').

Con el partido totalmente de cara, Txus Vidorreta pudo dosificar a buena parte de su plantilla, con Sasu Salin como jugador con más presencia en cancha (casi 25 minutos) y a la vez máximo anotador (18 tantos). Shermadini, autor de 16 puntos y ocho rebotes, fue el más valorado (20 créditos), mientras que otros dos jugadores (Tim Abromaitis con 16, y Jaime Fernández con 11) alcanzaron los dos dígitos en anotación. Además, Marce Huertas volvió a ofrecer instantes de maestría en la dirección, con ocho asistencias en menos de 16 minutos. El susto lo dio Cook, con un esguince de tobillo del que pareció recuperarse para luego volver a cancha.

Pese a a ese placentero triunfo final, le costó entrar en calor al Lenovo Tenerife, que se topó con un rival muy activo atrás, que trató de correr cada vez que pudo y además castigó, sin apenas pararse a pensar, desde el 6,75 (10-4). Ante una zona 2-3 con muchas fisuras, el cuadro canarista encontró, pero erró, hasta tres tiros liberados desde las esquinas. Sin acierto exterior, el conjunto lagunero movió con paciencia y como alternativa dio debajo del aro con Shermadini, que produjo bien de forma directa o mediante tiros libres. De esta forma, y con el primer triple de Salin, los isleños cerraron esta brecha inicial dentro de un parcial que llegó a ser de 0-9 (10-13).

Las seis primeras canastas de los de Vidorreta habían llegado mediante asistencia, si bien a los tinerfeños les costaba cada vez más dar con las fisuras en la defensa de un cuadro local que siguió tirando de contragolpes (17-15) y de su acierto exterior (triple de Kravitz) para mantenerse dentro del partido (22-21). El Lenovo no perdió las formas y siempre con un pase extra encontró situaciones liberadas (triple de Sastre) o bien sacó tajada a la salida de los bloqueos (Fitipaldo) para llegar por delante a la conclusión del primer acto (22-23).

Con un triple de Abromaitis, dio la sensación el Canarias de cambiar la tendencia en el inicio del segundo periodo (22-26), pero de nuevo -y pese a una fluida circulación de balón con no pocas inversiones- el acierto dio la espalda a los aurinegros (fallaron cuatro tiros seguidos desde el 6,75), que se vieron otra vez abajo en el marcador ante la aparición de Faye (28-26).

El punto de inflexión llegó con el regreso a pista de la pareja Huertas-Shermadini. El brasileño reeditó la master class de la segunda parte del Gran Arena, primero asistiendo -sobre todo para el pívot georgiano- y luego produciendo para sí mismo (28-37). Y aunque los isleños desperdiciaron dos ataques seguidos para noquear al Bnei Herzliya (31-37), un par de buenas defensas (con un Shermanidi muy activo con las manos y sacando la tercera a Gamble) y la eficiencia al otro lado de la cancha permitió que el Lenovo se disparara hasta el 35-48 del descanso.

El Canarias llegaba al intermedio con su máxima renta, diferencia que se explicaba con unas buenas prestaciones cerca de su canasta (35 puntos encajados), pero sobre todo por un gran acierto ofensivo: 13/18 en tiros de dos, 14 asistencias y una sola pérdida (cinco en total) en el segundo periodo.

Aprovechando la inercia positiva de los minutos finales del segundo periodo, el Canarias puso la directa a la vuelta de vestuarios. Lo hizo anotando ocho de sus primeros 10 tiros (5/5 en triples, con tres de Salin), haciendo añicos así el amago de zona (esta vez 3-2) de los locales. El Bnei trató de responder buscando a Gamble, pero el excanarista solo pudo aportar dos canastas antes de cometer la cuarta falta.

Tampoco surtió efecto el tiempo muerto de Oren Aharoni, ya que el cuadro canario -pese a no contar durante varios minutos con Cook por lesión- extendió, con dos nuevos triples de Sastre y Abromaitis, su acierto superlativo para dispararse por encima de la treintena (43-77). El inmaculado 7/7 en triples en este periodo fue diferencial y casi definitivo (parcial en el acto de 10-29) para hacer más placenteros los últimos diez minutos.

El acto final apenas tuvo historia, y aunque el Canarias pasó por momentos de cierta y lógica relajación, otros cuatro triples y varias acciones debajo de la canasta no solo permitieron que todo siguiera igual, sino que su ventaja acabó rozando los 40 con los tres puntos finales de Aaron Doornekamp para el 57-95.