Arranca un duro camino que podría durar, en el mejor de los casos, siete meses y nueve días. Es la distancia temporal que separa al Lenovo Tenerife de su primer encuentro en la Basketball Champions League 22/23 del hipotético duelo por el título en la Final Four el próximo 14 de mayo. Una cita en la que los aurinegros pretenden estar presentes con el fin de defender la corona conquistada en Bilbao el pasado curso. Sería, para los de Txus Vidorreta, su tercer título continental. Por ahora un sueño y un anhelo. Pero también una meta factible, aunque, por el formato de la competición, apenas deje lugar para el desliz y el error. Hoy, en la visita del Rytas Vilnius al Santiago Martín, los canaristas deben empezar a hacer gala de su habitual fiabilidad.

Con la experiencia vivida el año pasado –cuando el Riesen le derrotó en dos ocasiones para apartarlo de la primera plaza del grupo– el Lenovo Tenerife sabe que no se puede permitir resbalones en una liguilla de tan solo seis partidos. Y menos aún tropezar como local. Es por ello que el choque de esta tarde adquiere una gran trascendencia para evitar posteriores esfuerzos extras. Tanto a corto plazo –asegurar la clasificación– como a medio, toda vez que sería clave para los laguneros ahorrarse el play-in y no saturar su calendario de enero e inicios de febrero.

Al igual que en los primeros episodios de este curso 22/23 –tanto los de preparación como los dos oficiales de Liga Endesa– Txus Vidorreta tendrá que hacer encaje de bolillos con sus pívots. Como el sábado contra el Girona el descartado será Fran Guerra –con una rotura de fibras– mientras que Moussa Diagné es duda tras un golpe que se llevó en su rodilla en el choque frente al conjunto de Aíto García Reneses. Esto provoca que la reaparición de Gio Shermadini sea casi una obligación. Ya estaba «en el plan», según Vidorreta, que el georgiano regresará hoy a las pistas después de dos semanas de baja por una microrrotura fibrilar. Hoy lo deberá hacer con más minutos de lo previsto, si bien su técnico también podrá recurrir a otro remedio hasta la fecha solvente: llevar al cinco a un polivalente y eficiente Iván Cruz.

Lenovo - Vilnius

El Rytas Vilnius llegó ayer a Tenerife después de destronar en su último torneo doméstico al Zalguiris Kaunas de Euroliga para sumar el sexto título liguero de su historia. Bicampeón de la Eurocup, el conjunto rojinegro mantiene a parte de su columna vertebral del año pasado, con jugadores con muy buena mano, caso de Radzevicius o Normantas (promedia este curso 16,7 puntos), que están tirando con confianza en este inicio de temporada (50 y 46,7% de acierto, respectivamente, en triples); e incorporaciones significativas. Es el caso de la de Marcus Foster, ex Panathinaikos, entre otros, y campeón de la NBA G-League el curso pasado con los Vipers; el regreso del internacional Martynas Echodas, rival de España en el Eurobasket; o el fichaje del ex Bilbao, Gytis Masiulis. Los de Giedrius Zibenas vienen de ganar sus tres primeros encuentros ligueros.

Vidorreta: «Si te relajas un poco puedes quedar eliminado»


Tiene grabado a fuego Txus Vidorreta que, aún más de lo que lo ha sido en la Liga Endesa, resultará clave empezar de manera positiva la séptima andadura canarista en la BCL. Y así se encargó de expresarlo ayer, en varias ocasiones, durante la rueda de prensa previa al debut de hoy contra el Rytas. «Sabemos que la competición es muy exigente porque cada partido cuenta un mundo. Todos son decisivos, y más aún en un grupo tan igualado como el nuestro. Es importante comenzar con buen pie», afirmó el preparador bilbaíno, que para esta tarde no contempla dosificar a nadie más de la cuenta. «Si esta fase fuera como antes, con 14 partidos, nos lo podríamos plantear, pero ahora no. Para ganar lo vamos a necesitar», dijo en referencia a la probable reaparición de Shermadini. Una presencia con la que el Lenovo tratará de hacer frente a un rival «con mucho físico», que «por fuera mantiene bastante características que le permitieron ganar la liga» y que «por dentro ha ganado mucho con la llegada de Echodas».

«Si te relajas un poco es cuando puedes quedar eliminado. Y aunque si cometes un error te puede dar para ser segundos y tener factor cancha en el play-in, debemos ir partido a partido y el primero podría ser decisivo para no meterte en problemas», reiteró Vidorreta. «No hay un solo encuentro en el que puedas levantar un poco el pie del acelerador. Es una competición muy exigente y con muchos deadlines», añadió en referencia a la cantidad de fases que se deben pasar para aspirar al título. Un entorchado que para el preparador aurinegro todavía queda muy lejos. «Dije que mi objetivo era la Intercontinental, pero antes de ese hay que estar entre los mejores de nuestro grupo para sellar la clasificación al Top 16. Siempre vamos a tener retos porque somos un equipo ambicioso, pero para hablar de ganar la Champions hay que pasar muchas eliminatorias previas. No se debería hasta que estés en la Final Four», concluyó.