Ni una pretemporada muy corta en la que apenas ha podido adaptar a cinco nuevos jugadores, ni la ausencia por lesión de Gio Shermadini han sido impedimento para que el Lenovo Tenerife gane de forma contundente en su estreno liguero (70-89) en su visita al BAXI Manresa. Un triunfo incontestable de principio (2-12) a fin (64-87) en el que los de Txus Vidorreta demostraron que mantienen intactas sus señas de identidad dentro de una aportación coral: efectividad a la hora de lanzar a canasta (18/30 en tiros de dos y 11 triples), generosidad cuando tocó compartir el balón (22 asistencias) y, sobre todo, mucho aplomo cuando los locales amagaron la remontada.

Con cuatro jugadores por encima de los 10 puntos, el máximo anotador aurinegro fue Bruno Fitipaldo (15 tantos), si bien fue Sasu Salin el que acabó como más valorado (17 créditos) gracias a sus 12 puntos, cinco rebotes, cuatro asistencias y dos robos. Además, y con otro partido en menos de 48 horas, Vidorreta pudo rotar su banquillo y nadie estuvo en pista más de 26 minutos.

El arranque canarista fue fulgurante. Una fluida y generosa circulación de balón (tratando de llegar siempre a un extra pass y haciendo efectivo el dentro-fuera) y algún que otro rebote ofensivo permitieron a los aurinegros castigar una y otra vez desde más allá del 6,75. Alcanzó así el cuadro lagunero un sustancioso 2-12. Trató de reaccionar el equipo local recurriendo a una de sus señas de identidad: correr a campo abierto (8-12). Pero una buena defensa de Doornekamp permitió el quinto triple canarista para el 8-15.

Con los dos equipos sumamente intensos en la lucha por el rebote el Lenovo Tenerife mantuvo su renta casi intacta gracias a la aportación de Fernández y Abromaitis (13-22). Sin embargo, con los locales mordiendo mucho fuera de la zona (Badio estuvo a punto de desquiciar a Huertas), y con Diagne siendo incapaz de definir cerca del aro, el Canarias perdió algo de fluidez, si bien alcanzó el final del primer acto siete arriba (15-22). Todo con siete asistencias repartidas y un notable 5/9 en triples.

Esa efectividad desde el arco la perdió por momentos el cuadro de Txus Vidorreta, en esos momentos iniciales del segundo acto con Cruz de cinco. El Manresa apretó (20-22), pero los laguneros no perdieron la compostura y despertaron de manera colectiva. Penetró Fernández, anotó Salin sobre la bocina, asistió Sastre a Cruz, y en un abrir y cerrar de ojos anotaron los isleños dos triples más para el 23-34.

Pese a que Pedro Martínez lo paró, la notable actividad cerca de canasta -con muchas manos- le permitió al conjunto canarista poner velocidad de crucero. Todo ello con su fórmula de recurrir a tres pequeños (Huertas, Fitipaldo y Salin) a la vez en pista. Y sin la necesidad de hacer el mismo daño que de entrada desde el perímetro. La renta tocó techo poco antes del descanso con un libre de Fitipaldo para el 27-43.

La puesta en escena aurinegra en el tercer cuarto fue igual de buena que la del arranque del duelo. Esta vez con una canasta de Cook y dos triples seguidos de Fitipaldo yéndose hacia la izquierda de un pegajoso Badio. La ventaja era ya de 20 (31-51). Un par de pérdidas y una grieta abierta debajo del aro las aprovecharon Lee y Vaulet (37-53). El momento, gracias al colchón amasado, no era ni delicado, pero Huertas tomó el mando de las operaciones para incluso darle un nuevo techo a la diferencia (37-58, 27').

El Manresa parecía groggy, aunque entre dos triples de Harding, una pérdida aurinegra en saque de fondo tras tiempo muerto, y otro par de errores en ataque dieron alas a los locales (46-60). Pero como en episodios pretéritos no hubo el más mínimo nerviosismo por parte de los canaristas; seguridad puesta de manifiesto esta vez gracias a la conexión de Fitipaldo con Abromaitis para un 0-5 (46-65). Solo las seis pérdidas cometidas en ese tercer periodo (frente a las cinco acumuladas en los 20 minutos previos) y un par de errores debajo de canasta impidieron que la ventaja isleña fuera mayor antes de los diez minutos finales (50-65).

Sin la necesidad de una producción superlativa el Canarias volvió a atajar una minireacción manresana (52-66) gracias a la aportación de Huertas, que no solo volvió a asistir, sino que también anotó (56-75). Aún así, no terminó de estar cómodo el cuadro lagunero (pérdida de 24 y técnicas a Fitipaldo y Doornekamp para el 60-75); solo un pequeño pero para impedir la perfección. Con el reloj corriendo rápido el cuadro canarista terminó de sentenciar, desde el tiro libre (11/12 en el último cuarto), una contundente y convincente victoria para estrenar el curso de forma brillante.