eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Baloncesto

Lenovo sufre pero termina quinto

El cuadro aurinegro vence al Andorra por 75-77 en un final de infarto tras ir de más a menos a lo largo de todo el encuentro ante un rival que tuvo sus opciones y que lo intentó todo para mantenerse en la Liga ACB

Gio Shermadini, uno de los mejores auringros sobre la pista del Andorra, intenta impedir el tiro de Codi Mcintyre. Fernando Galindo

Una canasta de Gio Shermadini a falta de un segundo dio la victoria al Lenovo Tenerife ante el Andorra (75-77) en un encuentro en el que los jugadores de Marco Justo (ayer estuvo en el banquillo tras la sanción de un partido a Txus Vidorreta por las protestas del pasado miércoles) no fueron el equipo dominador que durante los últimos meses ha demostrado.

Si bien es cierto que en la primera parte se «comió» a los del Principado a base de triples, principalmente un primer cuarto soberbio donde los haya (7 de 10 tiros); algo que cambió, sobre todo en el último acto en donde la necesidad del Andorra por seguir en la ACB y su defensa agresiva y la falta de ritmo en ataque lastró el juego de los tinerfeños.

Maniatados Marcelinho Huertas y Bruno Fitipaldo, los aurinegros sufrieron, no vieron el pase al interior y solo los destellos de Gio, Fran Guerra y Tobias Borg sostuvieron al equipo ante un Andorra que se jugaba el partido a vida o muerte. Al final la victoria aurinegra significó el descenso de categoría para los jugadores de Óscar Quintana

Ahora con el triunfo, el Lenovo Tenerife queda quinto en la tabla clasificatoria y se las tendrá que ver con el Juventud de Badalona, que en esta jornada batió al Bicti Baskonia por 81-79.

En cuanto al partido de ayer, los jugadores de Marco Justo entraron en la pista con el modo fantasía, ya que optó por los espacios abiertos y una circulación de balón de lujo que le permitió martillear a los andorranos desde la línea de 3. Fueron Sasu Salin y Dejan Todorovic los auténticos protagonistas durante los primeros cuatro minutos del partido con un excepcional 5 de 7 desde el triple (9-15).

Los dos tiradores encontraban buenos tiros gracias a la solvencia del equipo a la hora de mover el balón de lado a lado o aprovechando el pase al exterior de Marcelinho Huertas y Fitipaldo tras desequilibrar con sus entradas. Con ello alejaba de los focos a Gio y Fran Guerra de la actividad encestadora de su equipo.

Pero no era suficiente. Enfrente Drew Crawford y Baba Olumuyina percutían en el aro visitante no sin dificultades, el primero a base de penetraciones y tiros y el segundo por su poderío físico debajo de la zona (15-18).

La diferencia no era mucha, eso es verdad, pero por dinámica los isleños desprendían mejores sensaciones y cerraban el cuarto con cinco puntos a favor después de una canasta de 2 de Kyle Wiltjer a falta de 5 segundos, la primera que se conseguía al margen de los libres y del 6,25.

En la reanudación otro tanto de lo mismo. La primera canasta aurinegra la consiguió también Wiltjer tras un robo de balón; la segunda una de Fran Guerra tras asistencia de Marce; y así hasta conseguir una diferencia de 9 puntos en el primer minuto y medio (19-28). No obstante, esta impronta se fue apagando debido a que el Andorra no se daba por muerto.

Un parcial de 6-0 estrechaba el marcador a falta de 3’30 (28-34), momento en el que de la mano de Fitipaldo el Lenovo conseguía un parcial de 0-7 que llevaban a los laguneros al descanso con ventaja de trece puntos (28-41) y con un acierto de 8 de 15 desde la línea de los 6,25.

En la reanudación, el Lenovo tenía la carta marcada de Tobias Borg, impresionante ayer, y que gracias a un 3 de 3 desde el triple sorprendió a los locales, así como el trabajo sucio del siempre eficaz Shermadini. Con ello los aurinegro no solo consolidaban las diferencias, sino que las incrementaban al ponerse 13 puntos arriba, 41-54 a falta de 3’36, a pesar del trabajo de Codi Miller-Mcintyre.

El norteamericano, con la ayuda de Crawford y TC Cline devolvieron la ilusión a su equipo y pudieron ponerse a cinco puntos al final del tercer acto (53-58).

Pero todo cambió en el último juego. Los jugadores de Óscar Quintana, conscientes de que se jugaban la vida, subieron líneas. Primero defendiendo las líneas de pase hasta el extremo; luego, la subida de balón; y más tarde fiándolo todo desde el triple y en las penetraciones del propio Crawford y Mcintyre, junto al trabajo de Olumuyina (descomunal en el interior) y el siempre discreto de Oriol Paulí y Cline en defensa.

El miedo canarista llegó cuando poco a poco el Andorra le comía la ventaja y los visitantes no veía canasta con claridad. Tanto fue así que tras un parcial de 8-0, locales ya se ponían por delante por primera vez a falta de 1’44 (69-68), igualándose el encuentro definitivamente.

Solo el mejor criterio de Huertas y Gio Shermadini evitaron la derrota ante un Andorra que lo intentó, pero que no tuvo suficiente para ganar al Lenovo.

Compartir el artículo

stats