Campeón y a lo grande. El Lenovo Tenerife ha conquistado este domingo su segundo título de la Basketball Champions League al derrotar de forma clara y merecida a un BAXI Manresa (87-98) rendido a la evidencia de un equipo lagunero al que no le importó en absoluto entrar de nuevo en el ritmo endiablado de su rival, al que sacó de punto con un magnífico tercer cuarto de con un parcial de 17-33.
La gran efectividad de cara al aro (27/37 en tiros de dos y 13/24 en triples) fue determinante para un equipo en el que Marce Huertas, autor de 13 puntos y 14 asistencias, marcó el ritmo que siempre le interesó. Son números que le sirvieron para ser elegido el MVP del encuentro. El brasileño fue el líder de un conjunto en el que también brillaron Salin (18 puntos), Wiltjer (17), Doornekamp (11 y siete rebotes) y Shermadini (14).
Sabedor de que no valían experimentos ni riesgos, el Canarias salió a encaminar el partido a su terreno, tratando de acotar a su rival y llevándolo a posesiones largas. Tendencia que logró el cuadro aurinegro siendo tremendamente sólido en el uno contra uno, en especial con los pequeños, y controlando su propio rebote, donde Doornekamp fue capitán general. Pese a ello, los canaristas no pudieron minimizar la impronta de un Moneke que bien entrando desde atrás o bien desde el 6,75 fue capaz de hacer los 12 primeros puntos de su equipo.
La respuesta del Lenovo en el otro lado de la pista llegó, a nivel global, moviendo el balón con paciencia y criterio para zafarse de la presión rival, hasta el punto de meter a su rival en bonus en apenas dos minutos y medio. Y en el aspecto individual encontrando a Salin, letal desde el 6,75 saliendo de los bloqueos, y también yéndose hacia dentro cuando no tuvo tiro franco. Con diez puntos del finés y un par de aportaciones interiores de Guerra primero y Shermadini después el Canarias se lanzó hasta el 9-16.
Reaccionó el Manresa corriendo y haciendo algo de daño en el rebote ofensivo, pero también aprovechando el mal momento de los aurinegros desde el 4,60 (4/8). Con Pérez sacando tajada de que Huertas le pasara los bloqueos por detrás, el Manresa se puso por primera vez en franquicia (19-20), pero ahí el Canarias se agarró a la conexión entre Marce y Shermadini para volver a tomar el mando -gracias a una gran fiabilidad en el tiro de dos (8/9)- y acabar el primer cuarto dos arriba (25-27). De nuevo el Canarias estaba aceptando el reto de jugar a un ritmo trepidante, con el hándicap añadido del desgaste, físico y psicológico, que le estaba suponiendo salir de la presión a toda pista de su rival en la salida del balón.
Probó el Manresa con una zona que reventó Fitipaldo con un triple y Guerra con un mate para que el Lenovo recuperara su máxima renta (25-32). Pero con el partido cada vez más acelerado, a los de Vidorreta les costó contener la verticalidad de su rival, al margen de ser penalizados por una dudosa falta de Guerra en el rebote (triple de Thomasson) y dos pérdidas seguidas de sus bases (36-34). El parcial lo rompió Doornekamp penetrando por línea de fondo, momento en el que el duelo se equilibró por completo pese a que el Canarias desaprovechó, por exceso de revoluciones, alguna ocasión para adquirir una pequeña renta (37-40).
Golpeó el Manresa desde el 6,75 (triples de Francisco y Pérez para el 43-42), pero respondieron Shermadini y Huertas (19 puntos y siete asistencias entre los dos al descanso), y aunque los de Martínez volvieron a beneficiarse de las segundas opciones (triple de Maye tras un rebote debajo del aro de Thomasson), tres puntos de Fitipaldo dejaban la desventaja canarista al intermedio en solo un tanto (50-49).
El casi inmaculado 16/20 en tiros de dos (y el aceptable 4/9 en triples) le permitían al Canarias aguantar el continuo intercambio de golpes. Incluso aunque tuviera un flanco donde no poder hacer daño alguno, el rebote ofensivo, ya que no fue capaz de rascar ni una sola captura hasta el intermedio. Todo lo contrario que su rival, que gracias a siete segundas opciones logró sumar nada menos que 10 puntos extras.
A la vuelta de vestuarios el Canarias abrió por fin la lata en aro ajeno (canasta de Shermadini) , pero sobre todo fue más reconocible en los dos lados de la pista. Apretó detrás, permitiéndose incluso correr (52-57), y estático explotó el 2x2 de Huertas y Gio, también sacó a relucir otra de sus virtudes, anotar en saque de fondo. Pero sobre todo los laguneros afinaron la mirilla desde el 6,75 tras buenas sendas circulaciones que sacaron de punto a la defensa del Baxi. Así, con los triples de Doornekamp, Salin y Wiltjer la ventaja lagunera tocó techo (56-66, 26') en la culminación de un parcial de 4-15.
Volvió a redoblar esfuerzos en la presión el Manresa a la salida de tiempo muerto, pero extendió el Canarias su buen momento desde el arco para que Salin elevara el colchón hasta el colchón hasta el +11 (58-69). Una antideportiva de Shermadini (su tercera falta) dio alas al Manresa (62-69), pero entre una canasta tras finta de Huertas y dos triples más de Doornekamp (más desahogado en labores defensivas con Moneke en el banco) y un posteo de Wiltjer el Lenovo no solo siguió creciendo sino que además amagó con reventar el partido con otros tres puntos del ala pívot canadiense (67-82).
Los de Vidorreta se habían ido hasta los 33 puntos en un tercer cuarto casi perfecto en ataque, con 6/7 en tiros de dos y un brutal 7/10 en triples. Todo sin la necesidad (u obligación) de no tener que ir al tiro libre, pero sobre todo con una gran templanza en el manejo del balón ante la presión constante de su oponente. Seis pérdidas en 30 minutos eran, en ese momento, otro registro superlativo.
A la desesperada, el Manresa volcó buena parte de su juego sobre Moneke, pero ahí el Canarias fue más duro y al menos evitó canastas fáciles. Situación en la que Sulejmanovic, como falso cinco, hizo de sacrificado obrero, pero también aportó desde el arco para el 69-85. Poco a poco los de Martínez fueron arañando su desventaja aprovechando algunos errores canaristas en el triple y una antideportiva de Wiltjer (76-89). Y aunque los catalanes rebotearon en aro ajeno más que nunca, su mala puntería desde el perímetro hizo que la ventaja canarista nunca bajara de la decena (79-91).
Con las prisas de uno por remontar y las ganas del otro por poner la puntilla, el partido se metió en un inusual rosario de errores. Fallos en ambos aros que beneficiaron a un Canarias que nunca se puso nervioso y al que le beneficiaba el correr del reloj. Una puerta atrás de Sastre (en la decimocuarta asistencia de Huertas) puso el 79-93. Thomasson y Moneke lo intentaron para el Manresa, pero una bandeja de Huertas y un triple de Wiltjer, ya con solo un minuto por jugarse, le dio la gloria al Canarias.
