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Liga Endesa

El Lenovo da el penúltimo paso hacia la Copa

El cuadro lagunero vence al Burgos (73-81) pese a no sacar tajada de una renta que llegó a ser de 19 puntos (45-64) ya en el último cuarto

Salin trata de penetrar ante la defensa del Burgos. ACB Photo

Un triunfo que vale su peso en oro. Una victoria sufrida y que da medio pasaporte para la Copa del Rey. Pero también un resultado positivo sin la contundencia con la que llegó a amargar ya entrado el último cuarto. El Lenovo Tenerife ha dado un paso de gigante para estar en la cita de Granada tras vencer por 73-81 al San Pablo Burgos en un partido que dominaron los de Vidorreta desde el tramo final del primer cuarto gracias a un parcial de 0-15 (16-28).

Pese a su mal día en el triple (7/27), los aurinegros sustentaron su éxito en la fiabilidad desde el libre (14/16), pero sobre todo en el portentoso acierto en el lanzamiento de dos puntos (23/29), una fórmula que le llegó a dar hasta 19 puntos de renta (45-64, 32'). Pero los canaristas no terminaron de sentenciar y dieron vida a un adversario que estuvo muy cerca de causar un disgusto al equipo isleño. La aportación de Huertas (12 puntos y 12 asistencias), Shermadini (8/8 en tiros de dos y 7/7 en libres para 29 de valoración) y algunas aportaciones fundamentales de Salin (15 puntos) resultaron determinantes para la suerte canarista.

El arranque de ambos fue frío y aunque el Lenovo Tenerife logró conectar en el interior con Shermadini y dar con la mejor versión exterior de Salin (dos triples seguidos para el 5-8), el cuadro aurinegro se mostró algo blando cerca del aro, lo que permitió al Burgos producir en pintura, aprovechando también ciertos desajustes en situaciones exteriores (canasta de Rabaseda y triple de Eddie para el 16-13).

Con la entrada en pista de la segunda unidad el cuadro lagunero mostró un punto de inflexión, básicamente gracias al liderazgo de Huertas, que no solo logró encontrar a Shermadini (pese a sus manos de mantequilla previas), sino que también produjo en primera persona, incluido un triple sobre la bocina del primer acto (16-20). Mucho más sólido atrás y muy activo en líneas de pase, el Canarias mantuvo su tendencia ascendente en el arranque del segundo periodo (16-24).

Con Todorovic tomando el relevo de Doornekamp en la complicada marca sobre Eddie, los de Vidorreta cerraron casi por completo su rebote (evitando que el Burgos siguiera cargando con la intensidad del inicio) y además dieron con el equilibrio necesario delante (canastas de Guerra y Wiltjer) para disparar su parcial hasta un 0-15 y alcanzar los 12 tantos de renta (16-28, 14'). En solo 11 minutos de juego los tinerfeños habían recobrado su fluidez e identidad habituales, repartiendo ya tantas asistencias (ocho) como las que dio durante todo el duelo del domingo contra el Murcia.

Solo algunos momentos de excesivas revoluciones en la parcela ofensiva (triple de Eddie tras pérdida canarista) evitaron que los laguneros mantuvieran a buen recaudo su renta (23-28, 15'). Un momento de cierta complicación que los aurinegros lograron solventar gracias a un intercambio de canastas en el que si bien no evitaron que los locales hicieran daño de cerca del aro, sí equilibraron la balanza gracias a la superioridad interior de Shermadini (4/4 en tiros de dos y 4/4 en libres) para el 31-36. Un triple desde la esquina de Rodríguez, pese a una deficiente resolución en la jugada final del segundo acto, permitió que los de Vidorreta se marcharan al intermedio con una renta de ocho puntos (31-39).

La puesta en escena aurinegra del tercer acto fue incluso más fría que la del arranque del partido, con un debe que incluyó un par de pérdidas y varios tiros liberados desde el arco. Sequía que, sin embargo, no tuvo mayor penalización ya que cuando Salin anotó los primeros puntos de la segunda mitad (después de tres minutos de juego) le dio para recuperar su ventaja de la media parte (33-41).

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San Pablo Burgos - Lenovo Tenerife EFE

Superado de nuevo el trance, el Lenovo reeditó también el procedimiento previo para salir a flote. Con Huertas asistiendo a las mil maravillas a Shermadini y encontrando también a Salin en saque de fondo, la renta isleña volvió a superar la decena (35-46).

Sin el tino necesario desde el perímetro (erró dos triples para el +14), el Canarias se olvidó del 6,75 y lo fió todo al juego interior, donde de nuevo Shermadini y después Guerra y Wiltjer (posteando) fueron muy superiores a Nnoko primero y después a un Gamble que solo produjo, y a cuentagotas, desde el tiro libre (39-52). Sólido atrás, provocando varias pérdidas de su rival, inmaculado en el lanzamiento de dos (8/8 en el cuarto) y solvente en el tiro libre (4/4) la ventaja de los tinerfeños llegó a los 17 (43-60).

Con otras dos canastas, de Wiltjer y Rodríguez, el Lenovo dio la sensación de finiquitar el encuentro por la vía rápida (45-64, 32'), pero ahí los aurinegros entraron en colapso. Comenzaron los de Vidorreta a perder balones de forma casi gratuita, a lo que añadieron un par de errores en lanzamientos liberados desde el perímetro. Pese a un tiempo muerto del técnico vasco y a situar a dos bases en cancha, los tinerfeños alargaron su desconexión, a la vez que el Burgos comenzó a envalentonarse corriendo y anotando desee el arco (53-64).

Salin apagó un tanto el fuego (53-67), pero los tres puntos del finés fueron un simple canto de cisne ya que el Lenovo incidió en todos sus defectos ante un adversario que comenzó a creer en el milagro gracias a los triples de Díez y Renfroe (64-69, 37'). Una vez más el Canarias se empujó a sí mismo a un final de infarto.

Huertas, con una canasta marca de la casa; Shermadini, infalible en el tiro libre; Salin, casi llorando; y por fin Doornekamp desde la esquina tras un 1/7 en triples, evitaron males mayores (68-76). Pero entre un rebote que se le escapó a Shermadini y un error absurdo de Rodríguez el Burgos no terminó de doblar la rodilla (71-76) con 40 segundos por jugarse. La fiabilidad de Huertas en el manejo del balón y una canasta final de Shermadini le valieron a los canaristas para terminar de amarrar la victoria (73-81). Un triunfo que olía a abultado pero que se quedó en un +8 que obligará, este domingo, contra el Valencia, a jugar casi sin red para asegurarse su presencia en la Copa del Rey.

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