El inicio de curso dejó la sensación de que Huertas estaba lejos de su versión habitual. Impresión disipada en los últimos duelos, si bien, una constante nunca varió, la de su capacidad para asistir, cuyo promedio por minuto jugado es el mejor de su carrera.
Asentado en su rol de jugador que siempre sale desde el banquillo, Marce Huertas se va aproximando paulatinamente a sus habituales prestaciones superlativas. Un final de partido para enmarcar ante el Obradoiro, y su capacidad de liderazgo este pasado sábado para tumbar al Andorra han sido los ejemplos más palpables. Así, en sus últimos 35'20” en pista su aportación es sobresaliente: 23 puntos (10/15 en tiros de dos), cinco rebotes y 11 asistencias, con un +19 en el +/- y 33 créditos de valoración. Números que no admiten discusión.
Lo que no solo se ha mantenido constante en el base paulista sino que además se ha ido perfeccionando es su capacidad para asistir. Números en bruto, Huertas está un tanto lejos de los ocho pases de canasta que promedio en su primera temporada como canarista (200 en 25 encuentros), pero los 6,33 que promedia en estas nueve jornadas iniciales esconden un dato más que relevante: el brasileño asiste más que nunca en relación a los minutos que permanece en cancha.
En su primer año como canarista promedió 28'15” de juego siendo el indiscutible primer base; el curso pasado su media bajó hasta los 24'22” en parte porque la llegada de Fitipaldo le permitió un mayor respiro. Ya en este ejercicio, entre algunos pequeños problemas físicos y un manifiesto paso al frente del uruguayo, Marce solo se ha visto en la necesidad de estar en cancha poco más de 20 minutos y medio por duelo.
Un descenso de minutos que no ha impedido que Huertas dé una vuelta de tuerca a lo que mejor sabe hacer, encontrar a un compañero para que anote. Incluso con la baja durante cinco jornadas de Gio Shermadini, su inseparable socio en estos algo más de dos años. O condicionado igualmente porque el acierto en el tiro exterior del equipo lagunero no sea tan brillante como el curso pasado: de un 41% se ha pasado a un 36,8%. A Marce eso le da igual, hasta el punto de que en esta temporada 21/22 presenta su mejor guarismo de asistencias por minuto jugado. Con cifras: el base canarista solo ha necesitado 186 minutos para repartir 57 balones que han acabado dentro del aro rival. O lo que es lo mismo, una asistencia cada tres minutos y 15 segundos de juego.
Es, por ahora, la mejor relación del brasileño en sus ya tres lustros en la Liga Endesa, mejorando el promedio de 3'32” con el que acabó su primer ejercicio en la Isla. En el resto de temporadas la media siempre necesitó más de cuatro minutos en cancha para dar una asistencia. En el cuarto lugar de este ránking, su segundo curso como aurinegro: 4'04”.
Pero esta proporción no solo significaría un tope personal para el de Sao Paulo, sino que también ahora mismo es la mejor de la presente Liga Endesa. El canarista mantiene una dura pugna con el serbio del Fuenlabrada, Jovan Novak, que hasta ahora ha necesitado dos segundos más de juego que Huertas para dar cada asistencia. El resto de jugadores de la ACB que más se le acercan -Renfroe, Heurtel y Dimitrijevic clavan los mismos guarismos- se van por encima de los cuatro minutos de cadencia. Es solo una muestra más -como lo fueron su triple con la izquierda y su bombita por detrás del tablero- de que Huertas no envejece.
