Apenas seis canastas en juego fueron las que pudo anotar el MoraBanc Andorra en los 20 primeros minutos de partido. Consecuencia, en buena medida, de la gran actividad defensiva mostrada por un Lenovo Tenerife que necesitaba de un arranque así.
Muchas dudas estaban generando recientemente los arranques de partido del Lenovo Tenerife. Inicios torcidos que obligaron en los minutos posteriores a esfuerzos fuera de guion y que en más de una ocasión acabaron traduciéndose en derrota para los de Txus Vidorreta. Ayer esa especie de somnolencia inicial fue ahuyentada de un plumazo. Y es que el cuadro lagunero hizo propósito de enmienda para firmar una mitad inicial de mucho mérito, al menos en la parcela defensiva, toda vez que dejó al MoraBanc Andorra en solo 22 puntos anotados. Es, en este sentido, uno de los mejores registros de primera parte de los canaristas desde que regresaron a la ACB.
Pese a no estar del todo brillante en ataque, el Lenovo Tenerife apenas tuvo fisuras atrás en los primeros 20 minutos. Muchas piernas en el uno contra uno, gran aplicación colectiva y notable participación para cerrar el rebote. Una combinación que se tradujo en que el conjunto del Principado apenas fue capaz de convertir seis canastas en juego: 3/12 en lanzamientos de dos puntos y exactamente el mismo guarismo en triples. Solo un inmaculado 7/7 en libres permitió a los de Ibon Navarro evitar un marcador ridículo al descanso.
En la décima temporada desde su regreso a la ACB, el Lenovo Tenerife nunca había ofrecido unas prestaciones tan radicales en el Santiago Martín. El antecedente que más se le asemeja tuvo lugar hace tres temporadas con motivo de la visita del Obradoiro, que si bien anotó 17 puntos en el primer cuarto solo pudo hacer seis en el segundo para irse al descanso con un 32-23 en contra. Aquel día el Canarias sí apretó el acelerador tras el intermedio y acabó apalizando a los gallegos: 78-62.
En el cómputo global los 20 mejores minutos iniciales aurinegros tuvieron lugar en Fuenlabrada en la 16/17, al parar el marcador a mitad de partido en un ya escandaloso 16-44 tras el 3-29 del segundo acto. Un año después, en Andorra, el electrónico reflejaba un raquítico 18-23, pero el Canarias acabó perdiendo 58-48. Ante casos como este, cobra valor la advertencia de Huertas ayer al recalcar que «no vale con hacer un gran inicio».
