Un discreto arranque (11-21) y un final para olvidar han condenado al Lenovo Tenerife a su primera derrota como local del presente ejercicio. Un Canarias colapsado por momentos ante la defensa del Joventut, que ha sabido ser paciente en un partido leno de pequeñas alternativas y resuelto en un demoledor parcial final de 0-15 (67-79) al que no le encontraron respuesta los de Vidorreta. La aportación tras el descanso de Vives y Tomic, y la defensa de Feliz sobre Huertas han sido factores determinantes frente a un cuadro lagunero en el que solo Fran Guerra (17 puntos, nueve rebotes y 31 de valoración) ha sido desequilibrante.

Pese a que el Lenovo pareció atascar los ataques iniciales de la Penya, los verdinegros tiraron de paciencia, supieron abrir la cancha encontrando las esquinas, y sacar petróleo en los cambios de marca para que un grande posteara a un pequeño. Con esta combinación el cuadro lagunero se vio con un 3-11 en el que también tuvieron que ver la carga en el rebote ofensivo y alguna contra que otra de su rival, así como los errores bajo el aro de Gamble.

Recurrió el cuadro isleño a su acierto exterior (Salin y Wiltjer) para el 9-13, si bien entre la segunda falta del ala pívot y que el Joventut convirtió un infortunio (golpe en la cabeza sufrido por Birgander) en virtud (jugar sin cinco), el Lenovo sufrió un nuevo estirón de su adversario, y es que con Brodziansky de falso poste, los de Vidorreta se descolocaron por completo (11-2, 7'). Lo paró con un tiempo el técnico bilbaíno, que dio con una solución a sus urgencias en los 2x2 entre Fitipaldo y Guerra (16-21), si bien a los isleños les faltó continuidad, y entre una mala transición y un desajuste la Penya se fue hasta el 17-26.

La de hacer la goma fue, durante no pocos minutos, la película de los tinerfeños, a los que les costó horrores enlazar un par de acciones positivas (21-26). Bien porque no supo cerrar su propio rebote (triple de Busquets para el 21-29 tras coger él mismo el rechace), bien por precipitarse en sus ataques, e igualmente por el acierto exterior de su rival (7/13 para el 28-35) o por la gran actividad de manos de los visitantes -a veces al límite de lo legal- con Huertas acogotado siempre por una marca (Busquets o Ventura) mucho más física que él.

El brasileño mantuvo la calma y primero anotó y luego supo encontrar en la pintura a un Guerra tan valiente como acertado. El grancanario supo resolver en la continuación y con reversos a la vez que estuvo atinado en el tiro libre (3/3) para irse hasta los 13 puntos y poner en franquicia a los suyos por primera vez desde el 3-2 (38-37 y 40-39). Solo el desacierto en algunas situaciones liberadas desde el perímetro (4/13) impidió a los tinerfeños irse al descanso con algo más de holgura en el electrónico.

La dupla Vives-Tomic fue casi imparable en el inicio del tercer periodo. Una fuga de agua bien controlada hasta el descanso con continuos 2x1 cuando el croata recibió en el poste (43-46). Al rescate salió Sastre, en un primer momento desde el perímetro (dos triples), pero también desde la media distancia y penetrando. Los diez puntos del balear mantuvieron dentro del choque al Lenovo (50-50), que gracias a un par de buenas acciones de Wiltjer alcanzó su máxima ventaja (55-51, 26').

Pero como en la primera mitad, al cuadro canarista le faltó la suficiente continuidad para poner tierra de por medio (55-55), El duelo entró en un intercambio de aciertos y errores: triples de Rodríguez y Ventura, Brodziansky y Gamble errando sus dos libres... Solo dos aciertos posteriores del pívot aurinegro desde el 4,60 permitieron al Canarias afrontar con una pequeña ventaja los diez minutos finales (62-60).

Dos pérdidas seguidas no fue la tarjeta de presentación de los aurinegros para iniciar el cuarto acto, aunque Sulejmanovic lo arregló con una buena defensa y un triple (65-62). Aportación insuficiente porque el Lenovo nunca estuvo cómodo (con Feliz desquiciando a Huertas con una defensa asfixiante) y enlazó varios malos tiros, mientras que en el otro lado de la cancha no cerró su rebote (siete segundas opciones de los catalanes en apenas cinco minutos) y además se condenó con varias faltas castigadas con tres tiros libres. Con Tomic (gancho) y Vives (penetración) tirando de veteranía y colapsando los ataques aurinegros, el Joventut dio un golpe sobre la mesa (67-75 tras un 0-11) y dejó groggy a los locales (67-75) con menos de tres minutos por jugarse.

El golpe definitivo lo dio Vives con un triple para alargar la brecha hasta el 0-14 (67-78) y sentenciar a un Canarias desconocido y que solo fue capaz de anotar cinco puntos (dos canastas) en más de nueve minutos. Ninguno a lo largo de más de medio periodo. Desquiciado (técnica a Doornekamp), el conjunto aurinegro firmó, sin remisión, su primera derrota liguera como local.