Un test de primer nivel. Superado el varapalo por el hecho de perder a Gio Shermadini por espacio de casi dos meses, y estabilizada la situación tal y como demuestran sus tres victorias seguidas (dos en Champions y una en Liga Endesa), el nuevo Lenovo Tenerife se prueba ante un gigante, el Baskonia. Un examen de primer nivel y muy parecido, por la entidad del adversario de esta tarde, al afrontado hace dos semanas frente al Real Madrid. Hoy, sin embargo, las sensaciones son que este cuadro lagunero puede asaltar el Buesa Arena por mucha velocidad de crucero que parece haber cogido la escuadra de Dusko Ivanovic. Un triunfo en feudo baskonista que no solo asentaría a los de Aguere en la zona media-alta de la tabla y los pondría en una más que favorable situación en su pugna por entrar en la Copa del Rey, sino que reforzaría la moral de un conjunto cuyo técnico ha aseverado que, «hasta la vuelta de Shermadini», este Canarias no podrá ofrecer la versión que tiene en mente.
Sus recientes experiencias en los inicios contra el Zaragoza –para bien– y el Dinamo Sassari –para mal–, así como el arrollador arranque de su rival frente al Obradoiro (28-9) que el propio Txus Vidorreta puso el viernes como ejemplo, deben servirle de claro indicativo al cuadro lagunero de lo que no debe hacer hoy ante el conjunto alavés. Y es que un mal arranque de los aurinegros podría ser sinónimo de derrota contra un adversario que, simplemente por calidad, hará muchas menos concesiones que anteriores rivales. La aplicación defensiva colectiva en lo que a colapsar a su oponente se refiere, una fluida circulación de balón y un notable acierto desde el perímetro en la parcela ofensiva es lo mínimo que debe ofrecer este Lenovo Tenerife para tratar de tú a tú al Baskonia, toda vez que en el cuerpo a cuerpo parecen los tinerfeños en manifiesta desventaja. Así al menos lo reiteró Vidorreta hace dos días.
También debe tratar de sacar provecho el cuadro canarista del supuesto desgaste físico de su adversario tras la doble jornada intersemanal de Euroliga. Dos duelos –disputados en martes y jueves– saldados con sendas victorias contra el Panathinaikos (81-79) y el Alba Berlín (76-80), pero que obligaron a los de Ivanovic a un serio desgaste. Eso es al menos la teoría, ya que el conjunto azulgrana, por resultados y sensaciones, parece haber dejado atrás un titubeante arranque de curso. Con Giedraitis recuperado plenamente de un esguince de tobillo que le dejó renqueante una semana, y con Costello –llegó el último al estar disputando el Afrobasket con Costa de Marfil– ya plenamente integrado, el técnico montenegrino viene tirando de un quinteto inicial que monopoliza un buen número de minutos y que, por nombres y planta, asusta: Granger, Giedraitis, Fontecchio, Costello y Nnoko. Una formación que sin ninguna torre, promedia una altura superior al 2,01. Es solo una muestra más de lo complicado que será hoy para el Lenovo asaltar el Buesa Arena.
Rokas Giedraitis, un líder incombustible
En su segunda temporada como azulgrana y tras ignorar cantos de sirena en verano procedentes de la NBA, Rokas Giedraitis ha asumido los galones para convertirse en el líder de este Baskonia. Y lo hace con una presencia en el campo casi continua. En ocho partidos oficiales de este curso acumula casi 259 minutos, lo que supone más de 32 de media. Números por encima de lo habitual en el baloncesto actual. Nadie en la ACB promedia más tiempo de juego que él, y solo dos jugadores le superan en Euroliga. Su capacidad para alternar tanto el puesto de escolta como el de alero le ayudan en dicho protagonismo. En la competición nacional acumula 16,5 puntos, 5,5 rebotes, 1,5 asistencia y 1,5 recuperaciones para 19,8 de valoración por duelo, al margen de ser el mejor de toda la liga, y con cierta diferencia, en el +/-: 12,8. «Es su líder natural y necesitamos defenderlo bien porque además es un jugador de carácter, de esos que nos gustan a todos los entrenadores, ya que trasmite y empuja mucho», ha dicho de él esta semana Txus Vidorreta. Una ascendencia ganada a pulso para que la marcha de Tornike Shengelia al CSKA Moscú–pese a no ocupar las mismas posiciones en la pista– no sea ya tan llorada en el nave baskonista.
