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Día para coger velocidad de crucero

El Lenovo Tenerife busca poner en positivo su casillero liguero con motivo de la visita del Zaragoza al Santiago Martín l Mantener las prestaciones recientes en el tiro de tres, uno de los caminos más cortos hacia el triunfo

El Lenovo Tenerife recibe este sábado a un peligroso Casademont Zaragoza. CB Canarias

Momento de coger velocidad de crucero. Superado el exigente inicio de temporada con su participación en la Supercopa, corregido el inesperado tropiezo inicial en Lugo con dos victorias seguidas como local, y solventada de entrada la ausencia por lesión de Shermadini con una buena imagen frente al Real Madrid y el triunfo en tierras ucranianas en el estreno europeo, el Lenovo Tenerife quiere entrar en su dinámica habitual de estos últimos años. Una costumbre que para el cuadro de Txus Vidorreta conlleva ganar más partidos de los que pierde. Un camino hacia el balance positivo –que generalmente garantiza la presencia primero en la Copa del Rey y luego en playoff– que los aurinegros podrían iniciar esta misma tarde si logran sacar adelante su compromiso contra el Casademont Zaragoza, que pese a su buen arranque de curso llega a la Isla después de tres derrotas seguidas.

Todavía en plena reestructuración de roles por la lesión de su hombre franquicia en la pintura, el Lenovo Tenerife deberá combatir hoy otro de sus habituales males: el rendimiento en Liga Endesa ante rivales de la zona media-baja tras una semana ajetreada en Europa. Y es que su compromiso del miércoles en Ucrania ha dejado a los aurinegros con la opción de realizar un solo entrenamiento de notable intensidad antes del duelo de esta noche. Un déficit con cierta relevancia a tenor de la importancia que para Vidorreta tiene el bagaje táctico en sus encuentros. En este, la diferencia no será tan notoria, toda vez que el cuadro aragonés adelantó al martes su choque de la jornada seis frente al Barça.

Acercándose cada vez más a sus prestaciones pretéritas en lo que al tiro exterior se refiere (en los tres últimos duelos acumula un 38/86 desde más allá del arco, lo que supone casi un 45 por ciento de efectividad), el cuadro lagunero debe todavía pulir otros aspectos de su juego para intentar rondar las cotas de excelencia en las que se movió durante buena parte del curso pasado. La solidez en el rebote y la necesidad de meterle una marcha más a sus transiciones defensivas son, quizá las más evidentes. La segunda de ellas, incluso, manifiesta desde la misma pretemporada. Eso a título colectivo, ya que en el plano individual siguen sin arrancar jugadores como Joan Sastre y Kyle Wiltjer, todavía muy lejos de lo que se puede esperar de ambos. En el caso del norteamericano no solo en ataque –donde solo ha dejado algunos destellos–, sino también en la faceta reboteadora, donde solo acumula 11 rechaces entre las cuatro primeras jornadas ligueras y el debut en BCL. También se necesita más de un Fran Guerra que ante la ausencia del MVP del pasado curso viene rindiendo con una manifiesta irregularidad. Buen día para que todos ellos den un paso al frente.

Un rival con dos caras opuestas

Llega el Casademont Zaragoza a la Isla después de tres derrotas seguidas en apenas diez días. Tropiezos que en parte empañan un arranque más que notable para un equipo sobre el papel con menos empaque que el del pasado curso, con muchas caras nuevas (ocho fichajes más el técnico) y al que las significativas lesiones de Santi Yusta y Omar Cook durante la pretemporada le han podido trastocar más los planes. Aún así, las primeras sensaciones de los rojillos fueron positivas, promediando 99 puntos en las dos jornadas iniciales (98 puntos al Manresa y 100 al Bilbao). Sin embargo, ahora los aragoneses han dado un giro de 180 grados en sus prestaciones ofensivas. Y es que en sus tres encuentros más recientes (Burgos, Valencia y Barcelona), los de Ponsarnau promedian poco más de 62 puntos a favor (54, 70 y 63), números más que discretos en los que mucho tiene que ver el pobre porcentaje en lanzamientos de dos (por debajo del 50 por ciento de acierto con un 60 de 127), pero en las que sobre todo ha sido determinante su desacierto de cara al aro desde más allá del 6,75. Únicamente 12 de los 55 triples intentados han logrado convertir los aragoneses (21,81%). Entre Mobley y Okoye, ahora mismo los mayores exponentes ofensivos del Zaragoza, acumulan en este lapso de tiempo 5/25 en triples. Eso sí, el nigeriano ya sabe, hace tres años, lo que es ganar en el Santiago Martín con un triple sobre la bocina final. Buena parte del tercer triunfo liguero del Lenovo dependerá hoy de que ambos den continuidad a sus números más recientes.

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