Txus Vidorreta no puso ninguna excusa tras la derrota en Lugo. Felicitó al rival, porque mereció el resultado, y compartió su impresión de que el Lenovo Tenerife, pese a ser inferior, no «tiró» el partido.
Entre las claves expuestas por el técnico, destacó el poderío de los locales debajo del aro. «Fuimos pequeños en la pintura», admitió. «No fuimos capaces de que Fran (Guerra) y Gio (Shermadini) se sintieran potentes, y tampoco fuimos capaces de frenar el juego de movilidad en los exteriores».
En este segundo apartado, Musa fue el encargado de marcar el camino. «El Breogán fue muy superior. Jugó con mucha intensidad y acierto. En la primera acción, Musa anotó un triple con mucha dificultad y cogió confianza, y encestaron tres más antes del final del primer cuarto», comentó refiriéndose a un tramo inicial en el que los lucenses tomaron una ventaja que no desperdiciaron. «En los dos siguientes cuartos intentamos contrarrestar la desventaja, pero cometíamos errores, ellos penalizaban algunas de nuestras acciones defensivas, no anotábamos en situaciones cómodas o, lo que fue la clave, nos cogían muchos rebotes en ataque», continuó. «En el último cuarto peleamos hasta el triple de Kalinoski, con 8 abajo».
Vidorreta introdujo otro factor influyente. «Hemos perdido un poco el hábito de jugar con público en contra y tenemos que recuperarlo rápidamente. Hay que volver a aprender a jugar en pabellones calientes como lo ha sido el del Breogán», explicó.
