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Liga Endesa

El Lenovo, una caricatura de sí mismo

El cuadro lagunero cae de forma contundente en Lugo (92-73) tras un paupérrimo encuentro en ambos lados de la pista

Bell-Haynes se dispone a anotar ante la mirada de Fitipaldo, Sulejmanovic y Doornekamp

El Lenovo Tenerife del pasado curso no se ha presentado a la primera jornada de la campaña 21/22. Pese a las buenas sensaciones de la pretemporada y durante muchos minutos de su duelo de Supercopa, el conjunto lagunero ofreció este sábado en Lugo una versión paupérrima -con un final para olvidar con bajada de brazos incluida- frente al recién ascendido Río Breogán (92-73). Los gallegos estuvieron más intensos que los de Vidorreta desde el salto inicial, añadieron un gran acierto desde el perímetro (14/30 en triples) y se aprovecharon de la mayúscula indolencia de los isleños debajo de su aro para disponer de numerosas segundas opciones.

Siempre a remolque tras el 7-8, los aurinegros fueron incapaces de hilvanar tres acciones positivas seguidas, lo que le impidió optar nunca a una posible remontada. Lejos de al menos adecentar su tropiezo, los canaristas bajaron por completo los brazos en los minutos finales para firmar un epílogo aún más irrisorio en el que llegaron a estar 22 abajo (90-68). Con los postes muy bien atados en corto, Kyle Wiltjer (18 puntos) acabó siendo el máximo anotador del equipo lagunero, donde también tuvo minutos Huertas (ocho asistencias), recuperado de su esguince de rodilla.

Ya de entrada le costó coger al Canarias el ritmo al encuentro. Sin la solidez necesaria atrás e incómodo delante con situaciones forzadas a la hora de lanzar (5-0). Entre la aportación de Sastre cerca del aro (rebote y penetración) y un triple de Fitipaldo, el cuadro isleño se rehizo y obtuvo sus primeras ventajas (5-6 y 7-8). Rentas más que efímeras, ya que los de Vidorreta comenzaron a hacer aguas ante el mayor deseo de su oponente.

Con el Breogán muy intenso y metiendo muchas manos en la línea de pase, el Lenovo no solo se colapsó delante, sino que además fue una caricatura en el balance defensivo. De poco sirvieron un par de conexiones entre Huertas y Shermadini, porque Musa hizo lo que quiso. El alero produjo penetrando, corriendo a campo abierto y sobre todo desde el perímetro, con cuatro triples sin error, algunos de ellos desde más de ocho metros para irse a 16 puntos en su cuenta y ocho arriba a los locales (22-14, 8'). Ni Doornekemp ni Rodríguez supieron frenarlo.

A Vidorreta no le quedó otra que pedir tiempo mientras introdujo en pista un triple cambio con el fin de intentar parar la hemorragia. Los aurinegros amagaron con una pequeña reacción (25-19, 10'), pero los locales dieron continuidad a su acierto desde el perímetro (triples de Lukovic, Kacinas y Kalinoski) para alcanzar la decena de renta (33-23) ante un Lenovo muy impreciso y perdido en los cambios defensivos, a la vez que demasiado blando para cerrar su propio rebote: siete ofensivos de los locales en el segundo cuarto.

Delante tampoco hubo gran mejora para un cuadro canarista que siguió sufriendo una barbaridad ante la intensidad de los lucenses en líneas de pase. Solo un triple de Salin y otro de Wiltjer permitieron que los isleños no se fueran del choque (33-29). Apoyado en las penetraciones de Fitipaldo, el Lenovo alargó su momento menos malo (38-35).

Pero de nuevo un espejismo. Primero porque el regreso a la pista de Musa (al que tampoco pudo atar en corto un Sastre desplazado al tres) volvió a macar diferencias, y segundo, porque los isleños reeditaron sus problemas para dar con situaciones claras de tiro. De hecho, en los cuatro últimos minutos del segundo acto el Lenovo sólo fue capaz de anotar desde el tiro libre (6/6). Insuficiente para echarle el lazo a un Breogán que siguió aportando desde fuera (9/16 tras triple de Lukovic) y que se movió a su antojo debajo del aro lagunero para obtener segundas opciones, la enésima para que Mahalbasic dejara el marcador en 48-41 en el intermedio.

Tampoco fue bueno el arranque del tercer periodo para los aurinegros (50-41), y aunque Wiltjer pareció tomar la responsabilidad en el intento de remontada (51-46), el Lenovo volvió a las andadas en una reedición de sus mayores errores previos: triple liberado de Eric Quintela, mal balance defensivo (canasta de Bell-Haynes), incapacidad de Shermadini para finalizar ante las constantes ayudas interiores de los locales, y mucha permisividad para cerrar el rebote (canastas de Mahalbasic y Musa). Lejos de terminar de invertir la delicada situación, los canaristas se volvieron a ver 11 abajo (60-49) antes de que Mahalbasic también se animara desde el 6,75 (63-49, 27').

Desconocido por completo, el Lenovo (tras tiempo muerto de Vidorreta) elevó un par de puntos su intensidad atrás, pero mantuvo su mal día delante, desperdiciando situaciones relativamente claras y no estando certeros en el tiro libre (¼). Un triple de Doornekamp (63-55) fue de nuevo canto de sirena, toda vez que el Lenovo encadenó varios errores, ya muy cercanos al despropósito, en ambos lados de la cancha para llegar a los diez últimos minutos 13 abajo (68-55).

Con Huertas en la dirección, el cuadro canarista recuperó sensaciones en ataque, toda vez que el brasileño produjo él mismo, asistió e incluso generó espacios que fueron aprovechados por sus compañeros en segundas opciones (72-64 a 6'20”). Pero una vez más no existió continuidad alguna. Un triple de Kalinoski, varias malas selecciones de tiro de los laguneros (con Shermadini acogotado una y otra vez) y el enésimo rebote ofensivo de los gallegos terminaron de sacar del encuentro a los de Vidorreta: 78-64. Golpe definitivo que fue mal digerido por los canaristas, que entre una mayúscula indolencia defensiva y un rosario de pérdidas llegaron a estar 22 abajo (90-68) ante el deleite del conjunto local... un recién ascendido.

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