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Supercopa Endesa / Semifinales

El sueño se le hace largo al Lenovo

Pese a estar 10 arriba en el tercer cuarto (52-42), el cuadro canarista se colapsa y ve como se repite la historia ante un Real Madrid más atinado en el épilogo

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Encuentro entre el Lenovo Tenerife y el Real Madrid Andrés Gutiérrez

Otro final cruel. Otro desenlace casi calcado. Los duelos del Lenovo Tenerife contra el Real Madrid van camino de escribirse a fuego con un guion macabro para los intereses del cuadro lagunero. Así -como ya había ocurrido en varios duelos cercanos en el tiempo- sucedió en la semifinal de la Supercopa Endesa, en la que durante muchos minutos el conjunto aurinegro maniató a su adversario (52-42, 26'), pero le faltó rematar cuando lo tuvo contra las cuerdas. Una película ya conocida por ambos, pero de la que siempre saca rédito el conjunto merengue.

Y es que a los de Vidorreta se le hizo largo un partido que tuvieron encaminado hasta los minutos de la verdad. Desde un brioso arranque para luego mostrar casta cada vez que el Madrid se le acercó en el electrónico. Una situación ya familiar, pero esta vez todavía mejor encauzada frente a un adversario un tanto verde, en el que sus cincos tuvieron problemas con las faltas y que encima perdió por lesión a Rudy. Pero ni por esas, al cuadro de Txus Vidorreta se le bajó la persiana en el momento de la verdad (estuvo muy errático y precipitado desde el perímetro) y no terminó de darle la puntilla a los de Laso, que lejos de su habitual brillantez ofensiva, recurrieron a su mordiente atrás para salir del atolladero y noquear a los canaristas. Cuando el Lenovo quiso tirar de heroica, ya no le dio tiempo.

Incómodo en la dirección Fitipaldo ante la marca de Hanga, y con Guerra incapaz de frenar a Poirier cerca del aro, tras apenas tres minutos de partido Vidorreta se vio en la obligación de meter en cancha a su dúo dinámico, Huertas y Shermadini. Ahí el cuadro lagunero ganó en frescura (triple desde la esquina de Sulejmanovic tras asistencia de Huertas) y aunque le costo un mundo saber contener la más que pegajosa defensa blanca, la generación de espacios la aprovechó a la perfección Sastre para surtir de balones a Gio y a Sulejmanovic para el 12-6.

El Madrid aumentó, más si cabe, su repertorio de contactos atrás y pese a empecinarse desde el 6,75 (0/6 en el primer cuarto) respondió con un 0-8 liderado por Yabusele (12-14). Con Wiltjer en dos faltas tras apenas un minuto en cancha la notable puesta en escena del Lenovo pudo venirse abajo, pero ahí los aurinegros aprovecharon la lentitud de Tavares para hacer mucho daño en la continuación. Así, entre un triple de Wiltjer y dos finalizaciones de Guerra, los isleños respondieron con un 9-0 para irse siete arriba a la conclusión del primer periodo (21-14) con todos sus puntos de la mano de sus interiores.

Detectado el error, Laso sentó a Tavares y puso a Rudy de cuatro para taponar la sangría que le estaba haciendo el Canarias en las continuaciones. Ahí el Lenovo perdió algo de chispa y estuvo cerca del colapso (25-20), pero entre que el Real Madrid mantuvo su punto de mira desviado desde el perímetro (0/11) y un par de apariciones de Shermadini (2+1) y de Huertas (tiro a cuatro metros y dos libres), los de Vidorreta no solo contuvieron el arreón blanco sino que alcanzaron su máxima renta (32-22, 16').

Tuvo incluso Guerra dos libres para el +12, pero los erró y el Madrid reaccionó con la movilidad de Yabusele, la dirección de Heurtel y un Tavares mucho más intimidador en su regreso a pista para ponerse a solo tres tantos (32-29). Pero los blancos reincidieron en sus errores en los triples (0/15 al descanso), y entre un par de sacrificadas defensas, tres puntos de Salin y una canasta marca de la casa de Huertas, el Lenovo mantuvo intacta una significativa renta al llegar al intermedio (37-31).

Un par de rebotes ofensivos permitieran al Madrid poner la puntilla en un final injusto para el cuadro lagunero.

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Otro triple de Sulejmanovic le sirvió al Lenovo para reafirmar sus intenciones de meterse en la final (40-31) antes de un intercambio de canastas que acercó de nuevo a los isleños a su máxima ventaja (44-35). Pero como ocurrió en el segundo cuarto, los de Vidorreta no terminaron de tumbar a su rival, esta vez lastrados por un rosario de errores (cinco pérdidas en el tercer cuarto) del que, para fortuna de sus intereses, también fue partícipe el Real Madrid.

El perdón blanco solo duró unos minutos ya que por fin, tras un 0/17 de todo su equipo, Hanga acertó desde el perímetro justo antes de que Tavares la hundiera sin piedad (45-42). Al rescate aurinegro salieron Shermadini y Huertas para no solo darle aire a los laguneros sino poner al borde de la desesperación a su rival (técnicas a Tavares y Laso) para volver a estar 10 arriba (52-42).

Y como en los episodios anteriores, el Lenovo no logró asestar el golpe definitivo, con el añadido de que esta vez fue incapaz de frenar la aportación de Gabusele y un William-Goss tan desaparecido hasta ese momento como desequilibrante en esos minutos. Tal fue la estampida blanca que con un parcial de 1-12 volvió a ponerse por delante después de muchos minutos (53-54, 31').

Completamente perdido, el Lenovo no dio con la tecla para volver a recuperar cierta fluidez ofensiva, con varios errores más por miedo que por una mala selección, aunque sí logró evitar que su rival pusiera tierra de por medio (59-59). Ahí apareció Causeur con un triple y un robo en línea de pase para un 59-65 tras una posterior técnica a Vidorreta.

Tres libres de Doornekamp y una canasta de Shermadini mantuvieron vivo el sueño canarista (65-67) frente a un adversario que ya había perdido por faltas a Tavares y Poirier. Pero Hanga respondió con otro triple desde la esquina (65-70) antes de que un par de rebotes ofensivos permitieran al Madrid poner la puntilla en un final injusto para el cuadro lagunero.

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